Durante los meses de invierno, la naranja está en su estado óptimo de maduración. Y es que, la temporada de esta fruta, en general, va de octubre a junio. Eso sí, este período cambia en función de la variedad de la naranja y de la zona geográfica de cultivo. En cualquier caso, estas semanas son perfectas para consumir naranjas.
Partiendo de esta idea, podemos utilizar esta fruta tanto para comerla entera (la opción más saludable), como para preparar bizcochos, flanes, tartas, o mermeladas.
Mermelada casera de cáscaras de naranja
Además de no tener aditivos ni conservantes, otra de las ventajas que tienen las mermeladas caseras es que, como las preparamos nosotros, podemos controlar perfectamente la cantidad de azúcar que incorporamos.
Recuerda que el azúcar no solo es la responsable del grado de dulzor de la mermelada, también es un conservante natural. Por ello, las mermeladas y jaleas se conservan en forma de soluciones de alto contenido de azúcar para inhibir el crecimiento microbiano y posterior deterioro.
Podemos preparar mermeladas de infinidad de alimentos. Las de frutas son las más habituales, de fresa, naranja, melocotón, higos... Pero también son deliciosas las saladas como las de tomate o de pimiento y cebolla.
En esta ocasión, te mostramos cómo se hace la mermelada de cáscaras de naranja, una de las más ricas, perfecta para hacer en invierno.
Ingredientes:
- La cáscara de 5 naranjas
- 500 g de azúcar
- 1 taza de agua
- Zumo de 1 naranja grande

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Modo de preparación:
La elaboración de esta receta es muy sencilla, y los resultados son espectaculares. El sabor de esta mermelada hecha a base de cáscaras de naranja es algo más amargo de lo habitual. Así que, se podría considerar algo peculiar.
A continuación, encontrarás los pasos básicos para prepararla:
- Lo primero es pelar las 5 naranjas y quedarte con las pieles.
- Exprime una de ellas y reserva el zumo. Este jugo rebajará el amargor que aporta el albedo (parte blanca de la naranja, entre la piel y los gajos).
- Coge las cáscaras y échalas a una olla con agua hirviendo y espera a que el agua se tiña. Este proceso hará que se rebaje el sabor amargo. Echa el azúcar y espera a que espese.
- Cuando veas que tiene la consistencia adecuada, ya está lista.
- Échala en frascos de cristal esterilizados que puedas cerrar herméticamente.
- ¡Lista! Ya tienes una deliciosa mermelada de cáscaras de naranja para tus postres o para tus tostadas de desayuno.
¿cómo conservar la mermelada casera?
Lo más importante es que los frascos que utilices estén en perfectas condiciones. Para ello, deben estar sin muescas o grietas, y las tapas deben cerrar correctamente. La prueba para saber que es así, es llenar de agua el frasco y ponerlo de lado. Si al cerrarlo, se pierde contenido, esa tapa no te servirá, y habrá que cambiar el frasco.
Una vez esterilizados los tarros, la mejor forma de llenarlos es con ayuda de un embudo especial para conservas, que cuenta con una boca lo suficientemente ancha para que la mermelada se introduzca sin problemas en el tarro, pero lo suficientemente estrecha para encajar en la boca del frasco.
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