Un estudio aún no revisado ni publicado sugiere que la práctica del ayuno intermitente diario con una ventana horaria para las ingestas de 8 horas y un ayuno de 16 horas podría tener efectos beneficiosos a corto plazo, pero aumentaría sustancialmente el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
¿Ayuno intermitente y riesgo cardiovascular?
El resumen del estudio ha sido presentado en una reunión científica en Chicago de la Asociación Americana del Corazón. Según explicó el autor principal, Victor Wenze Zhong, profesor y presidente del departamento de epidemiología y bioestadística de la facultad de medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (China), la investigación se realizó a partir de un cuestionario realizado a 20.000 adultos estadounidenses con una edad media de 49 años y la conclusión principal fue que las personas que realizaban todas las ingestas dentro de un margen de 8 horas (por lo tanto, ayunaban 16 horas) experimentaban un riesgo un 91% mayor de muerte por enfermedad cardiovascular.
Otra conclusión fue que las personas que sufrían una enfermedad cardiaca o cáncer y realizaban ayunos nocturnos de 14-16 horas incrementaban un 66% el riesgo de muerte por causas cardiovasculares.
Estas conclusiones contradicen las de estudios previos y no son definitivas. Además el estudio presenta algunos puntos débiles, como veremos a continuación.
Contradicciones científicas
El trabajo contradice estudios previos publicados que relacionaban este tipo de ayuno con una mayor esperanza de vida, como el dirigido por el doctor Laurence S. Sperling y publicado después de ser revisado por pares en el American Journal of Medicine.
Según este estudio, "los estudios actuales en humanos que sugieren que esta dieta podría reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular con una mejora en el control del peso, la hipertensión, la dislipidemia y la diabetes".
El propio resumen de la nueva investigación presentada en Chicago recoge que estudios previos habían descubierto que comer en una ventana de tiempo restringida mejora varias medidas de salud cardiometabólica, como la presión arterial, la glucosa en sangre y los niveles de colesterol.
Debilidades importantes en el nuevo estudio
La evidente contradicción entre el estudio preliminar actual y la bibliografía científica anterior podría explicarse por las debilidades del trabajo presentado en Chicago. Los propios autores las reconocen:
- Los datos recogidos sobre los hábitos dietéticos fueron aportados por los propios participantes y no fueron corroborados por un control externo. Este tipo de recolección de datos puede verse afectada por la memoria o el recuerdo del participante y puede ser imprecisa para la evaluación de los patrones alimentarios.
- El estudio no ha descartado la influencia de otros factores médicos y de estilo de vida que podrían influir en el resultado. Es decir, la atribución del riesgo aumentado de muerte cardiovascular al ayuno intermitente podría explicarse por otras variables, como el historial médico de los participantes, su estilo de vida o la composición de su dieta habitual. Por ejemplo, es posible que entre las personas que han realizado ayuno intermitente hubiera una mayor proporción de obesos, diabéticos, sedentarios o personas con resistencia insulínica. Todos estos factores aumentan el riesgo cardiovascular.
La calidad de los alimentos importa, no solo el ayuno
El doctor y profesor Christopher D. Gardner, de la Universidad de Stanford (Estados Unidos), comentó en la reunión que convendría conocer la calidad de los nutrientes de las dietas típicas de los diferentes subconjuntos de participantes. Sin esta información, no se puede determinar si la densidad nutricional podría ser una explicación alternativa a los hallazgos que actualmente se centran en la ventana de tiempo para comer.
Por otra parte, hay que destacar que el estudio aún no ha pasado la revisión por pares, un proceso necesario en cualquier estudio riguroso, ni ha sido publicado por una revista científica. Es, por tanto, un trabajo preliminar cuyas conclusiones se pueden modificar en los próximos meses.
¿Qué es el ayuno intermitente?
La alimentación con restricción de tiempo es un tipo de ayuno intermitente que implica limitar el horario de las comidas a una ventana de 4 a 12 horas. Por tanto, se permanecería sin comer de 12 a 20 horas. El estudio preliminar presentado en Chicago se refiere al ayuno de 16 horas o más, que es uno de los más practicados.
"Restringir el tiempo de alimentación diario a un período corto, como 8 horas por día, ha ganado popularidad en los últimos años como una forma de perder peso y mejorar la salud del corazón", dijo Victor Wenze Zhong. "Sin embargo, se desconocen los efectos a largo plazo de la alimentación con restricción de tiempo, incluido el riesgo de muerte por cualquier causa o enfermedad cardiovascular", añadió.
"Es crucial que los pacientes, particularmente aquellos con enfermedades cardíacas o cáncer, sean conscientes de la asociación entre un período de alimentación de 8 horas y un mayor riesgo de muerte cardiovascular. Los hallazgos de nuestro estudio alientan un enfoque más cauteloso y personalizado de las recomendaciones dietéticas, asegurando que estén alineadas con el estado de salud de un individuo y la evidencia científica más reciente”, continuó.
El ayuno intermitente no causa la muerte
Sin embargo, el profesor aclaró que “aunque el estudio identificó una asociación entre un período de alimentación de 8 horas y la muerte cardiovascular, esto no significa que comer con restricción de tiempo causó la muerte cardiovascular”.
En el futuro, las investigaciones podrán examinar los mecanismos biológicos que subyacen a las asociaciones entre un horario de alimentación restringido y resultados cardiovasculares, y si estos hallazgos son similares para las personas que viven en otras partes del mundo, explicaron los autores.
Sobre este estudio se ha manifestado en esta línea también la doctora Odile Fernández en sus redes. Puedes escuchar su opinión en Instagram aquí.