Tanto si empiezas a meditar como si ya eres un meditador experto seguro que siempre estás buscando formas de innovar y mejorar en tu práctica. Hoy te presentamos un tipo de meditación muy agradable y sencilla, además, de agradecida en cuanto a sus resultados.
Una meditación sonora es un ejercicio de meditación guiado con voz que utiliza música con sonidos de la naturaleza o instrumentos como gongs o boles tibetanos. También tiene en cuenta las frecuencias específicas de la música para llevarte a un agradable estado de trascendencia.
Dependiendo del tipo de meditación sonora se usarán unos elementos u otros para crear la música, que es el hilo conductor del ejercicio. También, existen meditaciones sonoras que prescinden completamente de una voz que guíe el ejercicio; en este caso, cada persona tiene su experiencia particular sencillamente escuchando la pieza musical con los ojos cerrados.
La meditación sonora es una práctica meditativa que suele gustar a la mayoría de la gente y es especialmente gratificante para las personas que justo se inician en la meditación.
Cuando empezamos a meditar solemos sentir como nuestra mente divaga con mucha facilidad, sobre todo en los momentos de silencio o cuando el maestro de meditación nos pide que nos centremos únicamente en la respiración.
En cambio, con la meditación sonora podemos focalizarnos en la música, ayudándonos a sentirnos mucho más concentrados.
Tipos de meditación sonora
Existen diversos tipos de meditación sonora. Podemos clasificarlas por tipos de instrumentos, por tipos de música o por frecuencias.
- Tenemos la meditación sonora basada en sonidos de la naturaleza, que también se llaman paisajes sonoros. Suelen resultar muy agradables y relajantes, por ejemplo, con sonidos del mar o del bosque. Generalmente, son experiencias inmersivas que te trasladan a paisajes naturales, ayudándote a sentirte más relajado y conectado contigo mismo.
- Tenemos la meditación sonora con baños de gong o de cuencos tibetanos. Básicamente, te acompaña una música creada por estos instrumentos conocidos por sus múltiples beneficios y te debes de dejar llevar.
- Tenemos la meditación sonora con frecuencias específicas para trabajar aspectos de nosotros mismos como la salud, la abundancia, la manifestación. Estas músicas están compuestas en frecuencias concretas para trabajar estos aspectos de tu vida.
- Tenemos la meditación sonora con mantras. Aunque no sea exclusivamente un tipo de meditación sonora, sino que la repetición de un mantra también se podría considerar una meditación de tipo trascendental (MT), podemos incluirla en esta categoría, especialmente cuando el mantra se repite como parte de la música que se usa para la meditación.
Beneficios de la meditación sonora
La meditación sonora tiene los beneficios de cualquier tipo de meditación, por ejemplo:
- Reducción del estrés.
- Mayor conciencia de uno mismo.
- Una vida más larga.
- Mejora de la hipertensión.
- Mayor descanso por las noches.
- Mejora de la autoestima.
Sin embargo, gracias al uso de músicas específicas, conseguimos que relajar la mente nos sea más fácil. Por eso es un tipo de meditación adecuada para las personas que empiezan.
El motivo se explica fácilmente al conocer los tipos de ondas cerebrales. Las ondas cerebrales son el resultado de la actividad del cerebro y existen cinco tipos:
- Las ondas Delta: se asocian al sueño profundo.
- Las ondas Theta: se relacionan con las capacidades imaginativas, con la reflexión y con el sueño.
- Las ondas Alfa: están activas cuando estamos en el sofá viendo la tele o en la cama descansando, pero sin dormirnos.
- Las ondas Beta: están activas cuando tenemos que estar alerta y pendientes de múltiples estímulos, por ejemplo, cuando presentamos un proyecto en el trabajo o estamos conduciendo.
- Las ondas Gamma: se relacionan con tareas donde necesitamos que nuestro cerebro esté muy activo. Todavía sabemos pocas cosas de este tipo de ondas.
Pues bien, la meditación sonora tiene la capacidad de estimular las ondas Alfa del cerebro, llevándote con mayor facilidad a un espacio libre de estrés, con mucha calma y bienestar.
Hacer tu propia meditación sonora
Puedes hacer tu propia meditación sonora tocando un gong o un bol tibetano. Es tan sencillo como darles pequeños toquecitos a los instrumentos mientras conectas con la respiración y te regalas unos segundos de paz.
El sonido de este tipo de instrumentos se sostiene muy largamente en el tiempo. Por lo tanto, después de darles un toque con la baqueta puedes hacer unas largas respiraciones profundas mientras sientes como el cuerpo y la mente se van relajando.
Practicar esta meditación guiada sonora o paisaje sonoro con voz
La música de este paisaje sonoro está hecha por Toni Torres en el estudio de Here Comes de Sound en Barcelona, un espacio donde no es difícil sentirse conectado y que surja una experiencia tan mágica como la que podrás escuchar en la meditación.
- Puedes hacer esta meditación en cualquier momento del día.
- Podría ser interesante practicarla en un espacio donde haya el mayor silencio posible.
- Mejor haz esta meditación sentado en una silla con la espalda erguida, pero sin tensión. Así seguro que no te duermes y seguirás estando cómodo.
- Si te apetece, puede resultarte gratificante hacer la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del exterior. De hecho, para una meditación sonora la experiencia completa requiere los auriculares.
- Durante la meditación, si necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
- Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión.
- Disfruta mucho de esta especial experiencia y permite que tu cuerpo y mente se calmen casi sin darte cuenta.