La meditación es una práctica excelente con la que empezar el día. Todavía no hemos abierto la puerta a todos los quehaceres que tenemos por delante y es una buena forma de focalizarnos en nosotros y en nuestro bienestar. Si, además, la unimos a conocer e integrar nuestra naturaleza tendremos una herramienta que nos llenará de salud. Vamos a ver cómo practicarla para ganar bienestar en nuestro día a día y lo haremos con una meditación guiada.
El primer pensamiento del día es importante porque la mente aún no está despierta y suele producirse de forma inconsciente. Además, como todavía no hemos activado el piloto automático, es un buen momento para meditar, ya que te costará menos concentrarte y la mente no divagará tanto, te pongas a meditar a tu aire o con la ayuda de meditaciones guiadas.
Por otro lado, con el objetivo de combatir el insomnio y llevar un estilo de vida más conectado con la naturaleza y con nuestro entorno, te resultará una bomba de bienestar, unir la meditación con la sincronización de los ritmos circadianos.
Los ritmos circadianos nos regulan
Para comprender los ritmos circadianos debemos de pensar en la luz del sol a lo largo del día. ¿Verdad que a mediodía tenemos un pico de luz que después va menguando hasta la noche? Aunque vivamos en grandes ciudades, nuestro bienestar está sujeto a los ritmos naturales del día y de la noche.
Los ritmos circadianos son los cambios físicos y mentales que produce nuestro cuerpo con relación a la hora del día que es. Es decir, hormonalmente no estás igual a las seis de la mañana que a las seis de la tarde porque el cuerpo se adapta a los ritmos del día y de la noche para que podamos descansar.
Exponerse a la luz por la mañana
Es recomendable exponerte a la luz del sol a primera hora de la mañana para que tu cuerpo entienda que se ha hecho de día y genere un pico de cortisol sano (la hormona del estrés). Para que luego por la noche puedas dormir naturalmente.
Lo mismo pasa cuando se va el sol y estamos en casa. Es recomendable que las luces estén tenues para no alterar el ciclo circadiano y empezar a segregar melatonina (la hormona del sueño) a partir de las seis de la tarde. Para que puedas coger el sueño fácilmente al meterte en la cama.
Lo que sucede es que estamos tan expuestos a luces artificiales como, por ejemplo, la de las pantallas que nos encontramos con los ciclos circadianos desregulados y, aunque vivamos en grandes ciudades, nunca podremos escapar de nuestra naturaleza humana.
Aunque nos pasemos el día en el interior de unas oficinas trabajando o de nuestro despacho, debemos exponernos directamente a la luz del sol para que nuestro cuerpo comprenda qué hora es y pueda adaptarse a los ritmos de la vida.
Todas estas funciones de adaptación se dan en nuestro cerebro, en concreto en una región que se llama hipotálamo. Las señales del hipotálamo viajan a las diferentes zonas de nuestro cerebro que responden a la luz.
Ritmos circadianos y meditación
Te sincronizas de forma natural con los ritmos circadianos cuando te expones a la luz del día y aprendes a desconectar de luces artificiales demasiado fuertes a partir de que anochece.
Sin embargo, la meditación al amanecer puede ayudarte a tomar consciencia de los primeros rayos de luz del día y a crear una jornada que te inspire a vivir con paz y en conexión con lo que te envuelve.
Vivas en un pueblo o en la ciudad, ten en cuenta que los humanos somos parte de la naturaleza y debemos procurar tener una rutina que nos ayude a vivir una vida saludable. Si te fijas, por ejemplo, en los animales, verás que ellos, de forma innata, ya son muy rutinarios: tienen sus horas de despertarse, acostarse, comer… Estas estructuras nos ayudan a remar a favor de nuestra naturaleza hormonal, permitiéndonos vivir con mayor salud y alineación con nosotros mismos.
Meditación al amanecer para ajustar tu reloj biológico
- Puedes hacer esta meditación al despertarte. No es necesario que sea al amanecer, puede ser un poquito más tarde, pero sí que sería muy beneficioso que la hicieras en un lugar donde puedas ver el sol e incluso te toque un poco en la piel.
- Podría ser interesante practicarla en un espacio donde haya el mayor silencio posible.
- Mejor haz esta meditación sentado en una silla con la espalda erguida, pero sin tensión. Así seguro que no te duermes y seguirás estando cómodo.
- Si te apetece, puede resultarte gratificante hacer la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del exterior. De hecho, para una meditación sonora la experiencia completa requiere los auriculares.
- Si durante la meditación necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
- Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión.
- Te recomendamos que después de la meditación salgas a caminar unos quince minutos para que tus ritmos circadianos aún se adapten mejor y puedas generar ese pico de cortisol del que te he hablado antes.
- Disfruta mucho de esta meditación para empezar el día en calma y en consonancia con los ritmos más sabios de todos, los de la naturaleza.