Aunque la mayoría estamos concienciados con la necesidad de practicar una rutina de ejercicio físico con frecuencia, no todos tenemos la posibilidad de hacerlo, al menos, con la periodicidad que nos gustaría. El trabajo, las obligaciones, la vida familiar y el ajetreo del día a día nos ponen a veces difícil eso de mantenernos activos. Sin embargo, el walking pad puede cambiarlo todo.

Se trata de la cinta de correr portátil y compacta que promete convertirse en el gadget de moda para quienes necesitan que el fitness se adapte a su ritmo de vida. Un dispositivo que puede llevarse a todas partes y que evita que tengamos que desplazarnos hasta el gimnasio o salir a la calle para practicar un poco de cardio. Y tiene todo lo necesario para que la falta de tiempo por el trabajo o los quehaceres diarios dejen de ser una excusa para no hacer deporte.

Walking pad vs. cinta de correr

A diferencia de la clásica cinta de correr, el walking pad es mucho más fino y ligero y suele contar con un diseño plegable para transportarlo y guardarlo más fácilmente  debajo del escritorio, del sofá o la cama, por ejemplo. Algunos modelos de walking pad incluso incorporan unas ruedas para poder deslizarlo cómodamente por el suelo hasta el lugar en el que vaya a usarse.

walking pad

Normalmente incluyen una pantalla led para ir viendo el progreso de la marcha y otros datos útiles a la hora de andar como la velocidad, la distancia y las calorías que se van quemando. Además, la mayoría de estos dispositivos compactos se sincroniza por Bluetooth mediante aplicaciones móviles para un mejor monitoreo y algunas incluso tienen mando.

Las velocidades que alcanza este tipo de dispositivo portátil dependen del modelo –algunos, hasta los 12 km/h–, si bien lo normal es que cuente con modos automático, manual y adaptativo– que va ajustándose en función del ritmo de la marcha–.

¿En qué te beneficia usar un walking pad?

Lo primero y más obvio es que es un dispositivo que nos permite hacer ejercicio mientras realizamos otras tareas con una mesa o pantalla delante, por ejemplo. Y es que puedes asistir a una reunión por videollamada, pasar consulta o repasar documentos mientras no dejas de caminar. También lo puedes usar mientras descansas viendo la televisión, porque es silencioso. Por tanto, es ideal para mantener una rutina de cardio desde casa o la oficina sin complicaciones en la logística.

Por otro lado, como ocurre con las cintas de caminar clásicas, el walking pad permite tanto realizar caminatas como trotes o caminar con pendiente para incrementar la intensidad del ejercicio.

Entre sus beneficios para la salud, destacan que mejora la circulación y la resistencia cardiovascular, fortaleciendo la salud el corazón. También ayuda a quemar calorías y quemar grasa –sobre todo, a partir de media hora de caminata a buen ritmo–, mientras aumenta la resistencia y la condición física.

Como ocurre con las caminatas al aire libre o en cinta, es una actividad que reduce el estrés y permite liberar endorfinas, mejorando el estado de humor y aumentando la concentración y el bienestar mental.  Todo ello, sin olvidar que nos ayuda a combatir el estilo de vida sedentario al que están asociados muchos puestos laborales hoy en día.

Además, no hay que olvidar que se trata de un ejercicio de bajo impacto, apto para todo tipo de personas y condiciones físicas, incluso en proceso de recuperación de lesión o rehabilitación.

 

 

Algunas ideas para sacar partido al walking pad

¿Te preguntas cómo puedes aprovechar en tu día a día un dispositivo fitness como este? Aquí van algunas ideas:
 

  • En la oficina: bajo un escritorio alto o regulable, mientras sigue trabajando o mantienes una reunión con tu portátil.
  • En tu dormitorio, mientras te arreglas por la mañana o realizar tu rutina de skin care nocturna.
  • En el salón o la sala de estar, mientras ves la televisión o escuchas un podcast.
  • Mientras supervisas o ayudas a los niños con sus tareas del colegio.
  • Mientras realizas llamadas telefónicas en casa o en la oficina.

Tipos de entrenamiento según la intensidad

  1. Para principiantes: caminar 30 minutos a ritmo ágil alternando velocidades cada 5 minutos para hacerlo más dinámico.
  2. Con intervalos de intensidad: tras un calentamiento inicial de 5 minutos, alternar 30 segundos de sprint con 90 de caminata para recuperar, durante 20 minutos y repetir una segunda serie.
  3. Con pendiente: utilizando el modo con pendiente para aumentar la intensidad, se puede realizar la caminata o alternar trote con caminata, siempre variando la inclinación cada varios minutos.

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