¿Qué es la felicidad? Es una cuestión difícil de responder porque tiene un gran componente subjetivo. Sin embargo, coincidiremos en que se caracteriza por un estado de bienestar tanto físico como mental y emocional. Y hay algunos factores que están más que demostrado que favorecen este estado de bienestar.
Uno de ellos es el que está detrás de la famosa regla del 3-30-300 por la que abogan entidades tan importantes como Greenpeace. Sin embargo, en ciudades como Barcelona solo la cumplen el 5% de los ciudadanos.
¿Qué es la regla del 3-30-300?
La regla del 3-30-300 reivindica el poder de la naturaleza para el bienestar y la felicidad e indica lo siguiente:
- Todas las personas deberían poder ver desde su casa al menos 3 árboles.
- Deben tener al menos un 30% de cubierta vegetal o copas de árboles en sus barrios.
- Deben estar a 300 metros de un parque verde de calidad en el que poder pasar el tiempo.
Esta regla fue propuesta por el silvicultor y profesor de ecologización urbana neerlandés Cecil Konijnendijk y, hoy en día la promueven también muchos otros silvicultores, planificadores urbanos y organizaciones como Greenpeace.
La regla del 3-30-300, por lo tanto, propone pasar del gris del cemento al verde para crear ciudades más habitables, que cuiden de las personas que las habitan y del planeta. En otras palabras: renaturalizar las ciudades. Hacerlo, de acuerdo con Greenpeace, no solo ayudaría a mitigar las altas temperaturas que cada vez hacen más inhabitables las urbes, también mejoraría nuestra salud (tanto mental como física) y la del planeta.
Pocas ciudades cumplen la regla del 3-30-300
Lo cierto es que pocas ciudades cumplen (y ni siquiera se acercan) a la regla del 3-30-300, algo muy preocupante si tenemos en cuenta que más del 50% de la población mundial (unos 4.200 millones de personas) vive en ciudades, tal como afirma Greenpeace.
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) analizó el impacto de esta regla en una ciudad como Barcelona a través de encuestas a la población y vio que solo el 4,7% de las personas cumplían las 3 condiciones de la regla 3-30-300.
En concreto, vieron que el 43% tenían al menos tres árboles en un radio de 15 metros desde su casa, el 62% tenía un espacio verde importante a 300 metros y el 8,7% tenía cubierta vegetal suficiente cerca.
Los resultados de la investigación indicaron también que cumplir con la regla 3-30-300 se asocia a una mejor salud mental, un menor uso de medicación y menos visitas al psicólogo. Aunque en todos estos terrenos se vieron mejoras, es en el último punto es en el que se encontró una asociación estadísticamente significativa.
Los beneficios del contacto con la naturaleza para la salud
El contacto con la naturaleza tiene probados efectos beneficiosos para la salud. Un estudio de 2019 publicado en la revista Scientific Reports asegura que pasar como mínimo 120 minutos a la semana en la naturaleza se asocia a una buena salud, bienestar y calidad de vida.
Entre los beneficios que se han relacionado con el contacto con la naturaleza están:
- La reducción del estés
- El aumento de la esperanza de vida
- Un mejor estado de salud general (física y mental)
- Un mejor desarrollo cognitivo
- Un sueño de más calidad
En los niños, el contacto con espacios verdes (parques, jardines, bosques…) también se asocia a mejoras en:
- La atención y concentración.
- El desarrollo emocional y del comportamiento.
Un estudio de 2018 publicado en Environmental Health Perspectives y liderado por ISGlobal, incluso vio que el contacto con espacios verdes en la infancia podría provocar cambios estructurales beneficiosos en el cerebro de los niños, que presentarían un mayor volumen de materia blanca y gris en algunas áreas.