Los setos tienen un montón de funciones en el jardín, tanto estéticas como prácticas. A menudo se usan para delimitar los espacios o para ofrecer privacidad. También proporcionan refugio y alimento para diversas especies de aves, insectos y pequeños mamíferos, contribuyendo a la biodiversidad del jardín.

El problema es que algunos setos dan bastante trabajo y consumen una buena cantidad de agua. Luego hay preciosos arbustos con flores que visten el jardín,  pero que no siempre son de crecimiento rápido o los más adecuados para formar barreras o dar privacidad. La alternativa son los setos perennes de bajo mantenimiento que requieren menos tiempo y esfuerzo para estar perfectos todo el año en comparación con plantas más exigentes.

Setos más sostenibles y adecuados para diferentes climas

Debido a que estos setos requieren menos agua, fertilizantes y otros recursos, contribuyen a la sostenibilidad al tiempo que ahorran esfuerzo y dinero.

De hecho, existe una variedad de plantas de setos de fácil cuidado que son adecuadas para diferentes climas, tipos de suelo y, por supuesto, preferencias personales. Permiten diseñar el jardín según las propias ideas yproporcionan protección tanto contra el ruido como contra el viento.

Al mismo tiempo, distintos pájaros e insectos estarán felices de tener una fuente adicional de alimento y un hogar.

Te proponemos las cinco mejores plantas de setos de bajo mantenimiento

1. Thuja de hoja perenne (Thuja occidentalis)

Las tuyas son setos de hoja perenne. Muestran su follaje verde fresco durante todo el año, son muy sencillas en términos de ubicación y cuidado, y deleitan con su crecimiento rápido y denso. Dependiendo de la variedad, crecen entre 15 y 40 cm por año.

Thuja
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Pueden crecer en diferentes tipos de suelo y son tolerantes tanto al calor como al frío. Los lugares soleados o parcialmente sombreados son los más adecuados.

La densidad de las hojas con forma de aguja no solo te pone a resguardo de las miradas, sino que resulta un poderoso aislante acústico. También son muy resistentes a plagas y enfermedades. 

2. Carpe robusto (Carpinus betulus)

El carpe tiene un sistema de raíces profundas que le ayuda a adaptarse a condiciones climáticas extremas, haciéndolo ideal para diferentes tipos de suelo.

CARPINUS BETULUS
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Crece mejor en lugares soleados o parcialmente sombreados, aunque también tolera la sombra (con un crecimiento más lento). Es muy robusto frente a sequías una vez establecido. 

Sus hojas son verdes brillantes en primavera, oscuras en verano y amarillas en otoño, combinando perfectamente con flores otoñales. 

Tolera las podas intensas, lo que permite mantener su forma y densidad con facilidad.

3. Fotinia (Photinia × fraseri ‘Red Robin’)

Este arbusto perenne destaca por su follaje rojo brillante en primavera, que luego se vuelve verde oscuro, aportando un toque de color único al jardín. Crece de 30 a 60 cm por año, formando setos densos en poco tiempo.

Seto de fotinia
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Prefiere sol o semisombra y suelos bien drenados. Requiere poco riego una vez establecido y es resistente a plagas. 

En primavera produce pequeñas flores blancas, seguidas de bayas que atraen aves.

4. Tejo (Taxus baccata)

Un clásico de los setos formales, el tejo es resistente, longevo y de crecimiento denso, ideal para diseños elegantes, pues soporta podas drásticas y se puede moldear en formas geométricas.

TAXUS BACCATA
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Puede crecer en casi cualquier suelo, aunque prefiere los ricos en nutrientes. Tolera tanto el sol como la sombra.  Aunque no es el más rápido desarrollándose (15-30 cm al año), su durabilidad lo compensa.

Su follaje perenne y denso ofrece refugio a aves, y sus frutos rojos (tóxicos para humanos) son alimento para pájaros en invierno. 

5. Laurel cerezo (Prunus laurocerasus)

Perfecto para setos altos y densos, el laurel cerezo crece rápidamente (entre 30 y 60 cm anuales) formando barreras espesas y requiere poco cuidado, manteniendo su verdor todo el año.

Laurel cerezo
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Las hojas, grandes, brillantes y resistentes, protegen del viento y el ruido. En primavera produce racimos de flores blancas que atraen abejas, seguidas de pequeñas bayas (no comestibles). 

Tolera el sol, la sombra y suelos diversos, aunque siempre prefiere buen drenaje. 

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