Tener un buen día, uno de esos en los que parece que todo fluye, es algo a lo que todos aspiramos. Esa sensación de que podemos con todo, que nada se nos resiste, y que somos capaces de lidiar con cualquier obstáculo que la vida nos presente. Es lo que el psicólogo y escritor, Daniel Goleman, llama "estado óptimo" e incorporar algunos hábitos de autocuidado nos pueden ayudar a conseguirlo.
Lograr tu "estado óptimo" desde primera hora del día
Las personas que llegan a ese estado óptimo son más creativas y resolutivas en su trabajo, lo cual les lleva a obtener mejores resultados y, en consecuencia, a sentirse mucho más satisfechas.
Por otro lado, alguien que encuentra soluciones novedosas y útiles a los conflictos diarios es alguien muy valorado, tanto por sus compañeros de trabajo como por sus jefes. Lo que necesariamente revierte en el fortalecimiento de su autoestima, confianza y seguridad en sí mismo.
Ese estado de plenitud que bien podríamos identificar con la felicidad (o algo muy parecido), no solo afecta a nuestro día a día laboral y nuestro bienestar en el trabajo, también incide en la esfera más íntima y personal de cada uno. En este sentido, Goleman describe a las personas que logran ese estado óptimo como más positivas, comprensivas y con sentido del humor.
Incorporar una pequeña rutina por la mañana que nos permita favorecer ese estado desde primera hora puede suponer un gran cambio en cómo afrontamos el día.
primero, gestionar las emociones
Para llegar al estado óptimo descrito por Goleman y Cary Cherniss (coautor de Óptimo), no existe un camino único. Eso sí, según el experto en inteligencia emocional, hay una condición previa necesaria para lograr un estado mental óptimo para disfrutar del día a día y dar lo mejor de nosotros mismos. Tal y como se recoge en su libro, obtener el máximo rendimiento cognitivo depende del estado emocional.
De hecho, las áreas cerebrales que nos permiten utilizar a plena potencia nuestro talento florecen cuando somos capaces de mantener elevado nuestro compromiso y de regular nuestras emociones conflictivas.
Por tanto, el primer paso para avanzar hacia ese estado óptimo del que habla Goleman comienza con la serenidad y la tranquilidad mental. Un estado imprescindible para que surjan nuestras capacidades y podamos desarrollar todo nuestro potencial.
Por ejemplo, dice el psicólogo que el buen humor mejora tanto la atención como la intención. Es decir, cuando gozamos de un estado de ánimo positivo, somos más capaces de percibir la perspectiva general y nos sentimos llenos de energía para acometer más tareas y proyectos.
En este escenario, la atención es fundamental. Sin atención es difícil mantener esa calma y esa serenidad imprescindibles. Y, para potenciarla, Goleman nos propone una sencilla rutina diaria que todos podemos llevar a cabo en nuestra casa. Se trata de una meditación breve que solo te llevará unos diez minutos y que puedes realizar cada día antes de salir hacia el trabajo.
meditación matinal fácil para dar lo mejor de nosotros mismos
Meditar es, según Daniel Goleman, una buena estrategia para tener un día realmente bueno en el trabajo, y también fuera de él. No tiene por qué ser una meditación larga y complicada. Basta con dedicar unos minutos cada mañana a respirar y conectar con la calma. Para ello, puedes seguir estos sencillos pasos:
- Por la mañana, antes de salir de casa, elige un espacio cómodo y tranquilo donde sepas que nadie va a interrumpirte en los próximos cinco o diez minutos. También puedes escoger un rinconcito cerca de una ventana o una terraza, donde te toquen los rayos de sol, como en esa otra breve respiración al sol, que une los beneficios de la meditación a los de los baños de sol.
- Siéntate en una silla con los pies apoyados en el suelo o túmbate, lo que te resulte más agradable.
- En esa postura, inspira lentamente por la nariz sintiendo cómo el aire entra en tu cuerpo y poco a poco llena tu abdomen. Puedes poner una de tus manos sobre la barriga para notar cómo se hincha de forma gradual. No tengas prisa.
- Mantén el aire en el abdomen durante unos segundos. Para empezar, está bien retenerlo 5 o 6 segundos. Con el tiempo, irás aumentando ese lapso. En este punto, toma conciencia de la presencia del aire en tu interior. Se trata de que tu atención se focalice tu respiración. De este modo, entrenamos la capacidad de concentración.
- No sueltes el aire de golpe. La idea es soltarlo tan despacio como lo hiciste en la inspiración.
- Repite la inspiración y la espiración tantas veces como te apetezca. No fuerces. Las primeras veces realiza este ejercicio durante unos cinco minutos. Con el tiempo, puedes ir alargando el ejercicio. Lo importante es sentirse cómodo.
- Cuando acabes, dedica un par de minutos a valorar cómo te sientes. Después, levántate o incorpórate poco a poco.
Ahora bien, aunque esta rutina matinal te ayudará enormemente a lograr esa calma y ese foco mental necesario para empezar tu día en el estado óptimo, hay hábitos que juegan en tu contra. ¿Quieres evitarlos?
Hábitos que nos alejan de la "felicidad" personal y laboral
Ya hemos visto que el manejo de las emociones es clave para desarrollar todo nuestro potencial, y para ello, cultivar la atención plena y la calma mental a través de la meditación es de gran ayuda, especialmente si lo hacemos a primera hora del día para afrontar el día de otra manera. Pero el esfuerzo quedará muy diluido si te dejas arrastrar por lo que Goleman considera los enemigos del estado óptimo. El autor de Inteligencia emocional recalca dos de ellos:
- La falta de sueño. Disfrutar de un descanso reparador facilita la excelencia personal, mientras que el descanso insuficiente, lo dificulta.
- El mal uso del teléfono móvil. Según el experto, los móviles son un arma de doble filo, ya que pueden ser nuestro mejor amigo, pero también nuestro peor enemigo. Esto es así porque pueden mermar la atención notablemente, atacando nuestra capacidad de concentración, condición sine qua non de ese estado óptimo que estamos buscando.