La fermentación es un proceso sencillo que puedes realizar en casa. Solo necesitas algunos utensilios habituales en la cocina y muchas ganas de experimentar.
Gracias a la fermentación de los alimentos se obtienen probióticos, microorganismos vivos que enriquecen y equilibran la flora intestinal, potenciando nuestra salud.
Para adentrarte en este mundillo, puedes empezar con el kéfir de agua: todo un clásico. Cuando la domines, seguro que te animas a seguir probando.
El kéfir es un producto polisacárido fermentado donde se hallan muchos microorganismos beneficiosos para la salud, entre ellos los valiosos probióticos. Esta bebida es un excelente revitalizante.
Aunque el más conocido es el kéfir de leche, también puede prepararse kéfir a partir de agua no clorada, siendo superiores sus beneficios porque, al no ser un producto lácteo, puede tomarse en grandes cantidades.
PARA QUÉ SIRVE EL KÉFIR EN EL CUIDADO DE LA SALUD
El kéfir de agua revitaliza al organismo gracias a su gran capacidad para regenerar la flora, fortalecer el sistema inmunitario y desintoxicar el organismo.
ALIADO INTESTINAL
Previene la gastritis, las úlceras, las diarreas y el estreñimiento si se bebe 1 litro diario de kéfir, repartido en varias tomas y sobre todo con el estómago vacío.
DOLENCIAS RENALES
Tomando 1 litro y medio de kéfir de agua al día se pueden mejorar las dolencias renales.
AFECCIONES HEPÁTICAS
Es eficaz para tratar inflamaciones hepáticas y biliares. Se recomienda beber de 1 a 2 litros diarios, según la gravedad.
SISTEMA INMUNITARIO
Es un buen desintoxicante general, y un potenciador del sistema inmunitario, ya que inhibe la actividad de las bacterias patógenas en el organismo.
Receta de kéfir de agua
Esta receta es ideal para tomar en ayunas:
Necesitas hacerte con unos gránulos, que se venden o se regalan. A través del blog nutriendo-jl.blogspot.com.es yo conseguí los míos.
Ingredientes
- 1 litro de agua filtrada
- 40 gramos de azúcar
- 4 cucharadas de gránulos de kéfir
- Medio limón
- 20 gramos de pasas
Preparación
- Mezcla el azúcar con el agua.
- Agrega los gránulos de kéfir, el limón y las pasas (u otro fruto seco como dátiles o higos).
- Tapa con un paño y deja fermentar 48 horas (menos o más según te guste de fuerte).
- Cuélalo, añade el limón, sin exprimir (me encanta el sabor que da, pero puedes no usarlo), y a la nevera. La nevera es básica para que fermente más y genere esa efervescencia típica de las bebidas gaseosas.
Algunos consejos para hacer el kéfir de agua
Se dispone la mezcla en un tarro tapado y se deja fermentar dos días en la nevera.
Hay que abrir la botella de vez en cuando para que no se acumule demasiado gas carbónico; si pasa mucho tiempo podría salir a toda presión.
No debe llenarse completamente porque el ácido carbónico que se forma por la fermentación podría hacer estallar el bote.
Una vez colado, puedes añadir fruta o una infusión al kéfir y dejarlo 24 horas más.
Si no se va a emplear en breve debe congelarse dentro de un frasco.
Reserva los gránulos de kéfir para una nueva producción, lavándolos con agua no clorada.
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