Las películas de Disney Pixar siempre nos acaban regalando algún mensaje profundo envuelto en historias apasionantes y entrañables. De todas podemos sacar enseñanzas, pero lo que hicieron con la película Del Revés (2015) ya fue un paso más. En un época en la que la salud mental está ganando una relevancia que debería haber tenido siempre, Disney se embarcó en un proyecto destinado a explicar la gestión de las emociones desde el interior de la mente con una estética y un guión que enganchó a grandes y a pequeños. Inside Out (Del revés) era toda una lección de psicología y neurociencia en formato de entretenimiento.

Alegría, Tristeza, Miedo o Ira fueron los primeros personajes a los que vimos cobrar vida para explicarnos cómo funciona nuestro cerebro. En su centro de control, las emociones poseen un gran ordenador central y una enorme base de datos en la que van generando y almacenando recuerdos y desde la que van programando nuestro comportamiento. Pero, como en la vida real, no todo funciona como debería.

Con la nueva Del revés 2, estrenada recientemente, hemos visto entrar en escena a Vergüenza o Envidia y también al personaje estrella: Ansiedad.

La ansiedad llega para quedarse y el resto de emociones deben aprender a lidiar con ella. Pero la ansiedad toma protagonismo y en la película asistimos incluso a un ataque de pánico que la protagonista debe superar. ¿Por qué el resto de emociones no pueden controlarla del todo? ¿Hasta qué punto marca nuestra personalidad cuando la ansiedad y la anticipación negativa se apoderan de nosotros? ¿Los pensamientos siempre positivos pueden acabar por ser tóxicos?

Lo analizamos todo desde una perspectiva psicológica con la ayuda del psicólogo Ramón Soler.

La ansiedad, protagonista de la película

"La ansiedad aparece en nuestras vidas cuando tiene que aparecer y nos va a acompañar siempre". Es la primera afirmación de Ramón Soler cuando le preguntamos qué papel tiene la ansiedad en nuestro universo emocional. Y lo más importante es que no deberíamos tratar de eliminarla, ya que, como todas las emociones, también tiene su función. El problema no es tener o no tener ansiedad, sino que se dispare cuando no es necesaria, se descontrole y se vaya al extremo. Es en estos casos cuando la ansiedad nos supone un problema de salud mental.

La ansiedad es una emoción compleja que podríamos ubicar como una ramificación o una evolución del miedo, nos relata el psicólogo. Tal y como ella misma se define en la película, su trabajo es proteger a Riley, la niña protagonista, de los errores que ella no ve, anticipándose a lo que podría suceder en el futuro.

Ansiedad lanza hipótesis tremendistas sobre todo lo malo que puede ocurrir. Mira al futuro y calcula todo lo que puede salir mal. Está convencida de que, sin sus proyecciones de los posibles errores, la protagonista no va a estar preparada para afrontar lo que le pueda venir.

En la película se plasma perfectamente la ansiedad anticipatoria, que se caracteriza por un estado de alerta sostenido y un estilo de pensamiento reiterativo  que genera un sentimiento de desesperanza: auguramos una y otra vez todas las cosas que pueden salir mal y acabamos creyendo firmemente en ellas. Riley tiene miedo de no jugar bien al hockey, de no gustar a sus nuevas amigas, de no encajar en el equipo, de que la seleccionadora se decepcione con ella... Da por supuesto que todo esto va a pasar y actúa según esta visión tremendista, lo que la lleva  a tomar decisiones equivocadas.

¿por qué no Se puede controlar a la ansiedad?

Ramón soler nos explica que la ansiedad, en sí, no es mala. De hecho, es una emoción necesaria que nos puede ayudar en situaciones de peligro o de estrés. No se puede controlar porque es necesaria para solucionar situaciones que requieren una mente alerta y activa, como estudiar para un examen o hacer una presentación en público.

La ansiedad tiene su función y nunca quiere hacernos daño. De hecho, en un momento de la película, Ansiedad dice “yo solo quiero que Riley sea feliz”. Y tiene razón, quiere protegerla, pero el problema es que, a veces, sus métodos son demasiado exagerados.

El mensaje final es que todas las emociones son útiles y necesarias, cada una tiene su papel y su momento en el que nos puede ayudar.

Cuando en la película el ordenador central de las emociones es controlado por solo una de ellas, aunque sea Alegría, las cosas no van bien, pero cuando trabajan en equipo todas tienen su espacio y el cerebro funciona mejor. Así nos explica la película la forma en que una persona sana y equilibrada emocionalmente reconoce todas sus emociones y sabe en qué momento debe activarse cada una de ellas.

El ataque de ansiedad de Riley ¿Qué hAgo si me pasa?

Cuando la ansiedad toma todo el control, ejerce demasiada presión y puede llegar a provocar un ataque de ansiedad, por exceso de pensamiento y de preocupación.

Cuando esto ocurre, debemos comprender que la ansiedad se ha disparado por uno o varios motivos. Podemos preguntarnos si esas preocupaciones tan graves tienen realmente sentido o son exageraciones de Ansiedad.

Nuestra tarea no es luchar contra la ansiedad, sino hablar con ella para bajarla a la realidad y ocuparla en solucionar los problemas que sean necesarios, pero sin dejar que se pierda en las infinitas preocupaciones.

Vemos cómo en la película Riley se centra en la respiración para calmar la ansiedad. Las técnicas de relajación o meditación ayudan enormemente en estos momentos.

A un nivel más profundo, quizá, cuando haya pasado el momento de máxima ansiedad, debemos averiguar qué lo ha provocado, cuáles han sido las preocupaciones de fondo que han activado la ansiedad. Cuanto más podamos comprender y solucionar el origen de esas preocupaciones, la ansiedad no tendrá motivos para activarse de forma tan exagerada.

Los peligros del pensamiento positivo

En la nueva película de Del Revés llama la atención como Alegría se dedica a desterrar los recuerdos y pensamientos negativos de la mente de la niña protagonista. Según ella, las experiencias negativas generan recuerdos que no vale la pena recuperar, ya que no tienen ninguna utilidad.

Con un sofisticado sistema de tuberías, las canicas que contienen las experiencias y comentarios negativos son enviadas a un rincón oscuro y escondido de la mente de Riley para que no sean recuperadas y solo los pensamientos positivos conformen su personalidad. ¿Un error? Lo vemos con Ramón Soler.

Si hablamos de personajes, Alegría es todo lo contrario que Ansiedad; es positiva y alegre, pero también de forma exagerada y alejada de la realidad. Esta actitud extremista tampoco es sana.

Alegría reprime los malos recuerdos para crear una falsa imagen de sí misma como una persona fantástica y maravillosa: “Soy una buena persona” es la frase que se va repitiendo la mente de Riley como mantra del ideal de vida. Entonces, la niña orienta todo su comportamiento a cumplir con ese papel de buena persona, pero bloquea otras partes de su personalidad y no les permite expresarse.

Al final Alegría se da cuenta de que esto no está ayudando a crecer emocionalmente sana a Riley. Cada parte de ella, cada recuerdo positivo y negativo, la hacen tal y como es. El reto es  reconocer e integrar todo lo que somos y estar a gusto con ello.

No somos ni extremadamente buenos ni extremadamente malos, sino una combinación de todas las emociones y experiencias que hemos vivido.