Qué difícil es hablar con alguien que interrumpe continuamente. Es inevitable que, en algún punto de la conversación, la mente desconecte de la atropellada conversación para hacerse una simple pregunta: ¿por qué no deja de interrumpirme? Todos queremos ser escuchados. Por desgracia, no todos parecen querer escuchar. Y las dos acciones son esenciales para mantener una buena conversación.

La psicología también se ha hecho esta pregunta, y no son pocos los expertos y especialistas de diferentes áreas que han buscado explicación a estos comportamientos. Las teorías son muchas, pero todas coinciden en algunos puntos. Hoy te vamos a dar, al fin, esa respuesta que llevas tanto tiempo buscando. Estas son las razones por las que las personas interrumpen.

¿Por qué interrumpe constantemente al hablar?

Las interrupciones durante una conversación son bastante habituales. En pequeñas cantidades, de hecho, no tienen por qué ser molestas. Pueden ser un signo de emoción, de estar demasiado involucrado y entusiasmado con la conversación, explicaba Deborah Tannen, lingüista y profesora emérita de la Universidad de Geargetown en uno de sus muchos estudios de análisis del discurso. Sin embargo, las interrupciones también pueden reflejar dinámicas de poder y diferencias culturales o de género en la comunicación. Sus estudios apuntaban que este comportamiento puede ser un signo de dominancia, aunque todo depende del contexto.

En el contexto laboral, por ejemplo, Sheryl Sorokin, psicóloga organizacional y experta en dinámica grupal, afirma que aparecen dinámicas de poder y jerarquía que pueden reflejar una necesidad de control, una falta de respeto hacia el interlocutor.

El antropólogo y lingüista Stephen Levinson indica, además, que las interrupciones y solapamientos en la conversación pueden tener un significado muy diferente entre culturas. De esta forma, este comportamiento puede no ser siempre una falta de respeto. En algunos casos, como también defendía Tannen, puede tratarse de un indicativo de entusiasmo.

Lo que está claro es que, cuando una persona interrumpe de forma constante y consistente, responde a un determinado perfil psicológico. Esto es lo que, quizá, nos permite comprender mejor qué significa que una persona interrumpa constantemente en una conversación.

Rasgos de personalidad asociados a las interrupciones

Aunque el significado de estas interrupciones dependa mucho del contexto, como hemos podido ver gracias a los estudios de los expertos citados, lo cierto es que hay un determinado patrón de personalidad que es tendente a interrumpir en las conversaciones. Y no por entusiasmo o rasgo cultural, no. Hablamos de esa persona con la que sabes que es imposible tener una conversación, porque no para de interrumpirte. Esa. Estos son algunos posibles rasgos de su personalidad, según la psicología.

Autoritaria

Una de las razones por las que las personas interrumpen es por el deseo de controlar la conversación o ser percibidos como líderes del grupo. Tanto Tanne como Sorokin coinciden en este punto en sus estudios.

Interrumpir, en determinados contextos, puede ser una estrategia para establecer autoridad o poder sobre otros, en especial en el trabajo o en aquellas situaciones en las que existe una clara jerarquía.

En este sentido, es posible que hablemos de una persona competitiva, con tendencia a asumir roles de liderazgo, y que se muestra claramente autoritaria.

Falta de empatía

Otra razón por la que las personas pueden interrumpir en las conversaciones es por falta de empatía. Es decir, por tener dificultad para conectar emocionalmente con su interlocutor.

No escuchar activamente e interrumpir puede sugerir que la persona prioriza sus pensamientos sobre los sentimientos o necesidades del otro. Esto refleja una falta de interés genuino por la perspectiva del otro, y podría ser indicativo de una personalidad egocéntrica o menos orientada a la colaboración.

Impaciencia

Hay personas que no toleran la espera o los silencios. Son impacientes, con tendencia a la hiperactividad, la personalidad ansiosa o la necesidad de resolver rápidamente las situaciones que aparecen en su camino.

Interrumpir de forma constante, en este contexto, puede ser señal de impaciencia o ansiedad. En especial cuando la otra persona teme olvidar lo que quería decir. También puede ser una señal de impulsividad.

Inseguridad encubierta

Algunos psicólogos, como Sheryl Sorokin, afirman que las personas que interrumpen para redirigir la conversación hacia ellos mismos pueden estar buscando atención o aprobación. Es decir, que esto refleja inseguridad o miedo a no ser valorado, así como una necesidad de validación constante.

 Es posible, en este caso, que estemos ante una persona de autoestima frágil, que tienden a sentirse amenaza por el conocimiento o la autoridad del interlocutor.

Pasión excesiva

En caso de que estemos ante un interruptor entusiasta, el perfil que encaja con estas interrupciones es el de una persona de actitud optimista e incluso hiperactiva. Esto sucede sobre todo cuando te das cuenta de que las interrupciones no son intencionales, y la persona que interrumpe se disculpa constantemente por hacerlo.

Esto puede indicar una personalidad extrovertida y apasionada por los temas sobre los que se están discutiendo. Aunque bien intencionado, este comportamiento no deja de ser percibido como intrusivo.

Narcisismo y egocentrismo

Para acabar, es posible que la persona que interrumpa sea egocéntrica o narcisista. Es decir, que tenga un foco excesivo sobre sí mismo. Según estudios como los de Levinson, interrumpir constantemente puede reflejar una personalidad narcisista que busca posicionarse como el centro de atención de sus interlocutores.

Este comportamiento es común en personas con este perfil de personalidad, que tiene una elevada necesidad de reconocimiento y validación social.