¿Qué son las creencias limitantes y cómo afectan a nuestras vidas? Muchas personas viven atadas a un conjunto de pensamientos, dogmas y axiomas que no les permiten comprender su vida (sus relaciones, rutinas, hábitos...) más allá de lo que están acostumbradas.

Sumidos en esta zona de confort en la que todo es previsible, las creencias limitantes no nos permiten conocer lo que hay más allá. ¿Cuántas cosas nos estamos perdiendo por culpa de estos pensamientos predeterminados? ¿Por qué asumimos como válidas algunas creencias que, tal vez, no hayamos madurado lo suficiente?

Reflexionando y combatiendo las creencias limitantes

Ciertamente, lo que pensamos tiene una influencia enorme en cómo actuamos. Y si pensamos y sacamos conclusiones equivocadas sobre nuestra realidad, tomaremos malas decisiones y tenderemos a ser menos felices. Vivir una vida plena supone deshacernos de ciertos dogmas que nos condenan a una monotonía pobre y corta de miras.

Para conseguir librarnos de las creencias limitantes, propongo un total de seis claves con las que reflexionar sobre nuestro pensamiento. ¿Estás preparado/a?

 

1. Trata de ser más flexible

Cuanto más rígidas son nuestras creencias, menos adaptables somos al entorno y a las circunstancias que nos rodean. Una forma de medir esta rigidez es darnos cuenta del número de conflictos que tenemos en nuestra vida y el esfuerzo que nos supone afrontar según qué relaciones y circunstancias.

 

2. Imagina que alcanzas lo que deseas

Fantasea viéndote a ti mismo consiguiendo aquello que quieres y recréate en ello. Siente las sensaciones de bienestar que esto te genera.

3. Investiga el origen de tu creencia

Cuando hayas detectado una creencia limitante, averigua de dónde procede. Quizás viene de la infancia, de una experiencia laboral, te lo dijo un amigo... A menudo nuestras creencias están basadas en cosas que nos dijeron nuestros padres u otras figuras de referencia para nosotros.

4. Esto que crees, ¿es verdaderamente así siempre?

¿Estás ante una creencia recibida de otra persona o es tuya? ¿Es verdad de acuerdo con quién? ¿Qué autoridad tiene esa persona?

5. Descubre su parte positiva

Todo comportamiento encierra una intención positiva, así que pregúntate: ¿De qué te protege esa creencia? ¿Por cuál podrías sustituirla? ¿Con la nueva creencia logras la intención positiva de la vieja? Conseguirlo es fundamental.

6. Detecta para qué te servía actuar así

Cuando por fin veas lo poco que te ayudan tus creencias y te des cuenta de lo mucho que te limitan, irás dejándolas atrás poco a poco y las sustituirás por ideas más realistas, esperanzadoras y positivas.