Cualquier ser humano ha experimentado lo que yo llamo «el clic de tu vida». Es un momento decisivo en la biografía de cualquier persona que nos hace pararnos en seco y preguntarnos: «¿Estoy teniendo la vida que realmente quiero tener? ¿En qué estoy fallando para no conseguir lo que más deseo y sueño? ¿Sé qué quiero en la vida y por qué?.

Muchas personas hemos huido de ese 'clic', ya sea por miedo al cambio, a conectar con las partes más duras de nosotros mismos, o incluso, por temor al éxito. Pero cuando miramos de cara y no damos la espalda al «clic de nuestras vidas» todo cambia. En este artículo te comparto algunas claves de mi libro Cómo conseguir tus metas (Ed. Planeta) para que puedas mirar de cara y lograr las metas que te propongas.

Las creencias más poderosas

Pocas cosas hacen más daño que las creencias limitantes con las que hemos crecido, tanto por parte de nuestra familia como del colegio, los amigos o las relaciones laborales más adelante. Somos el resultado de ello. De ahí la gran importancia de cambiar de creencias limitantes por potenciadoras.

Nuestras creencias subconscientes actúan como el filtro a través del cual interpretamos el mundo, determinan nuestras respuestas y generan comportamientos automáticos. Son aquellas ideas arraigadas que nos limitan y nos impiden alcanzar nuestro máximo potencial, como «no soy lo suficientemente bueno» o «no merezco tener éxito».

Al aceptar estas creencias limitantes como verdaderas, construimos una barrera invisible que nos impide avanzar hacia nuestras metas y sueños. La clave para superar estas creencias limitantes radica en tomar conciencia de ellas y desafiar su validez. Localizarlas implica examinar pensamientos y patrones de comportamiento recurrentes, y preguntarnos de dónde provienen. Es posible que descubramos que muchas de estas creencias se basan en suposiciones infundadas y miedos irracionales.

El camino del cambio

Podemos cambiar nuestra forma de tomarnos la vida, de gestionar nuestras emociones y responder con una actitud asertiva y constructiva cuando se nos presentan piedras en el camino. Contamos con el arma más poderosa: la neuroplasticidad.

El cerebro tiene la capacidad de adaptarse y reconfigurarse en respuesta a cambios en el cuerpo y el entorno. Nuestra neuroplasticidad nos lo permite. Es importante recordar que las creencias limitantes pueden haber estado arraigadas en nuestra mente inconsciente durante mucho tiempo, por lo que es posible que seamos conscientes de ellas pero aun así se mantengan presentes en nuestras reacciones automáticas.

Recuerda que el proceso del cambio es gradual, pero cada pequeño paso que damos hacia la transformación nos acerca más a la realización de nuestras metas y sueños. A continuación te propongo algunos pasos para facilitar ese proceso de transformación.

El autoconocimiento

El primer paso es la toma de conciencia de tus creencias limitantes. Presta atención a tus pensamientos y patrones de conducta recurrentes.

  • Pregúntate qué creencias negativas han estado frenando tu vida personal o profesional.
  • Dedica tiempo para reflexionarlo.
  • Una vez identifiques tus creencias limitantes, cuestiona su validez.
  • Pregúntate si se basan en experiencias pasadas o en opiniones de otras personas.
  • Considera si son representativas de quién eres realmente en este momento.
  • Una vez cuestionada su validez, reemplázalas conscientemente por creencias potenciadoras.

Elige pensamientos y frases que te empoderen y te impulsen hacia el éxito. Reflexiona sobre los logros pasados, habilidades, fortalezas y experiencias positivas. Esto te ayudará a construir una base sólida de evidencias que respalden tus nuevas creencias y te permitirá confiar en ellas. Por ejemplo, si piensas «no soy lo suficientemente bueno», puedes transformarlo en «tengo habilidades únicas y valiosas que ofrecer, como por ejemplo...», y enumera tus virtudes. Si no te salen, pregunta a personas que te quieren y que conocen tus dones. Todos los tenemos. ¡Todos!

Cómo reprogramarse

Siguiendo con el ejercicio anterior, incluye declaraciones en presente que refuercen tus creencias potenciadoras. Repite regularmente, cada día. De este modo, te ayudará a afianzar tus nuevas creencias en tu mente subconsciente. Hazlo en momentos de calma, como al despertar o antes de dormir, y también cuando te enfrentes a situaciones desafiantes. Repetir las afirmaciones regularmente es una forma de reprogramar tu mente subconsciente.

Además, si lo unes a la práctica de la meditación y la visualización, dos herramientas poderosas para reprogramar nuestra mente y nuestro cuerpo, conseguirás cambiar patrones de pensamiento, liberar emociones negativas y establecer nuevas conexiones neuronales que nos permitan crear una vida más deseada. Se trata de un proceso: sé paciente y perseverante. Celebra cada pequeño avance y no te desanimes si no ves resultados inmediatos. Con el tiempo y la práctica constante, tus creencias potenciadoras se fortalecerán y reemplazarán a las limitantes. Al hacerlo, abrirás las puertas a un nuevo nivel de autoconfianza, empoderamiento y éxito en tu vida personal y profesional. ¡No subestimes el impacto transformador que puede tener el cambio de tus creencias!

No te preguntes solo qué quieres hacer, pregúntate por qué

Cuando hablo de saber lo que uno realmente quiere, no puedo evitar referirme a la pasión. La pasión es nuestra mejor compañera de viaje. Porque cuando encontramos aquello que nos apasiona, hallamos uno de los tesoros interiores más valiosos y poderosos que tenemos. La pasión puede convertirse en ese motor inquebrantable que nos impulsa a alcanzar nuestros sueños y metas, incluso en los momentos más difíciles.

La pasión es esa llama interior que arde en lo más profundo de nuestro ser, esa conexión íntima con lo que amamos, con aquello que nos hace vibrar y nos da un propósito en la vida. Recuerda que es tan relevante encontrar el qué («que meta profesional quiero alcanzar»), como saber por qué lo queremos, cuál es tu finalidad, tu motivo o tu creencia. Al contestar esa pregunta, encontraremos la clave para lograr la vida que deseamos y alcanzar las metas.

Muchas veces, cuando analizamos el porqué y lo hacemos con honestidad, nos vemos obligados a modificar el qué. No hay nada peor que intentar alcanzar una meta, un qué, que en el fondo no tenía un porqué potente detrás que fuera coherente.

Pon rumbo a tus metas

Cuando descubres el valor que hay detrás de tu meta, esta alcanza una energía muy potente, ya que saber por qué te dará fuerza cuando vengan dificultades. Descubrir el valor detrás de una meta es un paso de gigante, porque hace que tus acciones acompañen la consecución de ese objetivo. Cuando haya coherencia entre nuestros porqués, nuestros valores, nuestras metas y nuestros qués, entonces lo tendremos todo para poder alcanzarlos y que nos hagan realmente felices.

paso a paso para lograr el cambio

Baja a tierra tus sueños y traza el camino que lleva a tu transformación, con esta visualización.

Ten una cita contigo

Dedícate un tiempo para conectar con tu yo más profundo y real. Con papel y boli, mírate al espejo con amor y compasión, y pregúntate: «¿Estoy viviendo la vida que quiero y me hace feliz?». Escúchate y responde con honestidad.

Describe tus creencias

Redacta un listado de creencias limitantes que afecten a cada ámbito de tu vida. Después, escribe al
lado tus creencias potenciadoras. Con ello, cada vez que aflore una creencia limitante, tú puedes responder con la potenciadora.

Vence el miedo al cambio

El cerebro está diseñado para sobrevivir, no para ser feliz, por lo que considera cualquier cambio como una posible amenaza. Como decía Mandela, «el valiente no es quien no siente miedo, sino el que vence ese temor».

Visualiza el final feliz

Visualizar cómo la situación que nos da miedo –un cambio laboral, dejar una relación...– termina bien, hace que el cerebro, que no distingue entre realidad y pensamientos, lo experimente como real alejando el miedo.

Conecta desde la emoción

No solo visualices tu sueño, siente emocionalmente el logro. Al conectar con emociones positivas, creamos una poderosa combinación que aporta energía a nuestro deseo y aumenta la probabilidad de verse cumplida la meta.

Siente la gratitud

Expresa gratitud por alcanzar tu objetivo durante la visualización de la meta. Mantén la atención y la intención y conserva el enfoque. No reemplaza la dedicación necesaria para conseguirla, pero pone el foco mental en el camino hacia el éxito.