Un cambio vital a menudo parte de una semilla invisible y desapercibida durante mucho tiempo, hasta que se produce un «clic» y de repente brota y se produce la transformación, como Francesc Miralles explica en su audiolibro Click. Las buenas lecturas, también las que escuchamos, despiertan nuevas ideas y nos inspiran para vivir mejor.
Leemos para aprender o divertirnos, idealmente ambas cosas. Y, hoy en día, existen tantas posibilidades para satisfacer esta necesidad, que a veces olvidamos que contar historias forma parte de nuestra experiencia desde la cuna de la humanidad. El origen de la literatura es un círculo alrededor del fuego en el que se compartían las fábulas y la sabiduría.
Nuevas vidas para estrenar
Aunque la vida escribe las mejores historias, leer ficción puede inspirar nuestros giros vitales y producir incluso una metamorfosis alquímica. Tal como explica Maja Dikic, psicóloga especializada en el desarrollo de los adultos y profesora de la Universidad de Toronto: "Cuando leemos ficción, se nos pide que abandonemos temporalmente nuestras identidades y adoptemos mentalmente otras diferentes (…)".
A menudo, las historias que nos contamos sobre nosotros mismos pueden impedirnos crecer. Salir de nuestras historias nos permite entrar en un estado de potencialidad que a menudo vemos en los niños cuando les decimos: "¡Puedes ser lo que quieras!".
No se trata solamente de escapar de nuestra vida, evadiéndonos en los libros como Don Quijote o Madame Bovary, sino también de dejar atrás las narrativas personales rígidas o que frenan el cambio. Las historias nos permiten plantearnos preguntas como: ¿Qué pasaría si yo fuera otra persona?, ¿qué haría entonces este héroe o heroína?
"Al explorar otras mentes, se nos da la oportunidad de practicar la experiencia de emociones, pensamientos y comportamientos diferentes a los que vivimos", concluye Dikic, que añade que "el territorio de la ficción es un lugar definido y seguro para explorar nuevas áreas de la personalidad y salir de nuestra zona de confort".
Regalos de la ficción
Los cuentos o novelas tienen, además, beneficios cognitivos y psicológicos, siempre que estemos disfrutando de lo que leemos. Obligarnos a sumergirnos en una ficción que no nos despierte interés será infértil. En este caso, quizás nos inspire más leer biografías, ensayos u obras científicas.
Pero, volviendo a la lectura de la ficción, esta nos regala, entre otras cosas:
- A través de la identificación con un personaje, vivimos lo que siente, comprendemos las emociones y razones bajo su comportamiento, y eso potencia nuestra empatía y compasión, haciendo crecer nuestra inteligencia emocional.
- Nos procura un viaje hacia partes de nuestra personalidad que hasta el momento desconocíamos; nos invita al autodescubrimiento.
- Sentimos que no estamos solos con nuestras experiencias dolorosas, todo un bálsamo emocional.
- La literatura nos abre la mente y nos inspira. Un estudio de Maja Dikic y sus colegas concluyó que leer ficción ayuda a procesar información más fácilmente y nos hace más creativos.
- Es un impulso para nuestras relaciones sociales. Cuando leemos algo que nos gusta, lo compartimos e incluso podemos crear un club de lectura.
Existe el riesgo de enamorarnos de las historias, también de replantearnos la vida y que haga emerger lo mejor de nosotros.
Como decía Franz Kafka: "Un libro tiene que ser un hacha que rompa el mar de hielo que llevamos dentro".
El ritual para llegar a tu libro
1. Sintoniza con eso que te mueve ahora. A veces parece que un libro nos elige, como por azar. Este ritual te puede llevar a él. Empieza formulándote: "¿Cuál es el tema más presente en este momento en mi vida".
2. Respira pausadamente y resiente. ¿A qué preguntas existenciales estás buscando respuesta? ¿Qué es lo que te gustaría que se desvelara y te ayudara con esa información en este presente?
3. Mira a través de los ojos del corazón. Acude a una librería, pasea mientras llevas contigo todas estas cuestiones en tu corazón. ¿Hay un título o una portada que te llame la atención de forma especial?
4. Siente qué se produce en ti al leer su mensaje . Coge ese ejemplar especial. Lee la contraportada y la primera página y, si tu cuerpo resuena con las palabras que lees, has encontrado tu libro.
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