Cuando los bebés comienzan a descubrir el mundo de la comida, es un gran paso en su desarrollo. Los alimentos saludables y de alta calidad y una dieta equilibrada son importantes porque proporcionan a los niños todos los nutrientes, fortalecen el sistema inmunitario y aseguran que los pequeños crezcan sanos. Sin embargo, no solo es importante lo que termina en el plato de tu hijo, sino también de qué material están hechos los platos (y la vajilla en general) en los que está comiendo cada día tu hijo.
¿Cuál es el material más saludable para una vajilla infantil?
Como la conciencia de que el plástico no es un buen contenedor de alimentos se ha extendido en la sociedad, muchos fabricantes han visto el filón posible de ventas y han lanzado al mercado vajillas para niños con superficies mates, aspecto orgánico y marketing de "producto natural". Pero son productos de bambú y melanina, materiales que recurren al formaldehído, una sustancia irritante, alergénica y potencialmente cancerígena, como pegamento aglomerante.
Los materiales problemáticos
El plástico es un material derivado del petróleo y, por lo tanto, no es nada sostenible. Además los plásticos a menudo contienen contaminantes peligrosos y disyuntores endocrinos como ablandadores (ftalatos), retardadores de llama o bisfenol A (BPA).
La vajilla de melamina para niños es popular porque los platos y tazas hechos de este material son ligeros, estables, irrompibles y bonitos a la vista. Pero la melamina tiene un gran problema: a temperaturas superiores a los 70 ºC, se pueden liberar tanto melamina como formaldehído.
La vajilla para niños hecha de bambú se ve elegante, es estable y tiene la reputación de ser particularmente sostenible. Pero la fibra de bambú se aglomera con formaldehído y a menudo con melamina. Al igual que con la vajilla de melamina, existe un alto riesgo de que los contaminantes que contienen se trasladen a los alimentos. De hecho, en las vajillas con bambú el riesgo de liberación es un 30% superior, según el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos.
Si ya tienes platos de bambú o melamina en casa:
- No los pongas en el microondas ni en el lavavajillas.
- Deja de usarlos si tienen grietas y rayones.
- No los utilices para alimentos calientes.
Un problema al que se enfrentan los padres al comprar vajillas para bebés y niños es que en las etiquetas y embalajes no se encuentra información sobre el material del que está hecha la vajilla para niños. Los fabricantes aún no están obligados a imprimir esta información.
La buena noticia es que ahora hay una buena selección de platos para niños que son realmente respetuosos con el medio ambiente y no dañinos para la salud. Te explicaremos las alternativas al plástico, melamina y al bambú.
¿El bioplástico es una alternativa?
En la actualidad, cada vez hay más platos para niños elaborados con bioplásticos, es decir, elaborados con materias primas renovables. No son derivados del petróleo, sino de materiales como las hojas de palma, la caña de azúcar o el maíz. Este es un buen enfoque al principio, pero el uso de plantas comestibles y otros cultivos para la producción compite con la producción de alimentos.
Las mejores opciones para la vajilla infantil
Vajilla esmaltada
La vajilla esmaltada se compone de una estructura de metal que se cubre con varias capas de esmalte cerámico, que es básicamente silicatos y óxidos naturales. Es estable, no se oxida y puede soportar altas temperaturas. Y además la vajilla esmaltada se puede reciclar. El esmalte es ideal como vajilla infantil.
Manipula los platos y tazas esmaltados con cuidado y no los limpies con esponjas o cepillos abrasivos, ya que las bacterias pueden anidar en los rasguños profundos. También debes evitar enfriar los platos de esmalte demasiado rápido, ya que el esmalte puede reventar cuando se enfría con agua fría.
Vajilla infantil de vidrio o porcelana
Aquí las ventajas y desventajas son obvias, los platos para niños hechos de vidrio o porcelana no contienen contaminantes ni tienen sabor, pero están lejos de ser irrompibles.
Los niños pequeños a menudo se divierten mucho probando la ley de la gravedad una y otra vez y dejando caer cuencos y platos. Un plato de porcelana no es una buena idea para esos primeros intentos de comer. Tras esos experimentos, puedes confiar en los niños para que utilicen platos y vasos de porcelana o cristal. Alguna pieza se podrá romper, pero los adultos también tienen accidentes. Además, los niños aprenderán lo importante que es cuidar las cosas y apreciarlas. Los niños se sienten orgullosos cuando pueden comer con platos "reales" como los adultos.
Acero inoxidable
Las vajillas de acero inoxidable tienen dos grandes ventaja: son muy resistentes y no pueden desprender plastificantes ni otras sustancias nocivas. Además, el acero inoxidable es ligero y se puede reciclar.