Las personas que aman trabajar en el huerto y el jardín acaban conociendo secretos que te dejan asombrado. Por ejemplo, algunos saben que existe una planta que si la siembras entre los rosales puede hacer que las flores huelan aún mejor.

Por fortuna, en este caso, además, no se trata de ninguna planta extraña, sino una que conoces muy bien y a la que puedes sacar muchísimo provecho si  la siembras en tu huerto o tu jardín. 

El ajo puede mejorar el olor de tus rosas

Plantar ajos entre rosales realzará la fragancia de las rosas. Esta práctica tradicional se basa en las propiedades naturales del ajo, que no solo actúa como insecticida y fungicida, sino que también realza el aroma de las flores circundantes.

Para obtener mejores resultados,  Antonio Busquets, horticultor ecológico y creador de contenidos (@lahortetadebussy) recomienda plantar los ajos a 10-15 cm de distancia del rosal para evitar la competencia por los nutrientes y asegurar que ambas plantas crezcan perfectamente.

¿Cómo consigue el ajo mejorar el aroma de las flores?

Si plantas ajo entre rosales, los principios bioactivos del ajo harán que las rosas sean más fragantes. Los compuestos azufrados, como la aliina, tienen efectos positivos en el suelo y las plantas circundantes mediante varias acciones:

1. MejoraN la calidad del suelo

El ajo libera sustancias en el suelo  que equilibran la vida microbiana y reducen la presencia de patógenos dañinos.

Un suelo más sano permite que las raíces de las rosas absorban mejor los nutrientes esenciales, lo que da como resultado flores más fuertes y fragantes.

2. Favorecen la producción de aceites esenciales

Los rosales están rodeados de un ambiente más saludable, que optimiza la producción de aceites esenciales. Estos aceites son los responsables del aroma característico  de la rosa, por lo que la planta tiene un aroma más intenso y agradable en condiciones óptimas.

3. Protegen las raíces

Las propiedades fungicidas y bactericidas del ajo protegen las raíces del rosal de  infecciones y otras causas de estrés. Las plantas que son menos susceptibles a las enfermedades utilizan más energía para florecer, lo que aumenta su fragancia.

4. Repelen las plagas

Repelente natural, el ajo mantiene alejados a los insectos y plagas que pueden dañar tus rosales. Esto permite que la planta crezca ininterrumpidamente y mantenga su vigor y  capacidad para producir flores fragantes.

Además de todos estos efectos beneficiosos del ajo sobre los rosales, también son beneficiosos para otros cultivos, especialmente para tomates, zanahorias y fresas, apunta Antonio Busquets en su cuenta de Instagram. Combinar los ajos con estas plantas mejora el sabor y la calidad de la fruta.

Preparaciones caseras con ajo para el huerto

Además de plantar ajos en tu huerto o jardín, también puedes utilizar la cosecha para elaborar soluciones naturales que protegen tu jardín:

  • Fungicida casero: tritura unos cuanto dientes de ajo, mezcla la pasta con agua y aplícala directamente sobre las zonas infestadas de hongos. También puedes preparar una infusión con el mismo objetivo.
  • Repelente de insectos: mezcla ajo machacado con agua y jabón biodegradable. Rocía las hojas con esta solución  para disuadir a los insectos.

Cómo cultivar ajo en el jardín o el huerto

Al ajo le gusta un lugar soleado con un suelo bien drenado. El suelo húmedo puede hacer que el ajo sea más propenso a las enfermedades, especialmente si se planta en otoño.

Al ajo no le gusta el suelo ácido (por debajo del pH 6,5), pero se puede reducir la acidez aplicando cal en otoño o invierno.

Antes de plantar, elimina las hierbas oportunistas y luego mejora la estructura del suelo, la retención de humedad y los niveles de nutrientes cavando para incorporar algo de compost.

El ajo se suele plantar a finales de otoño o principios de invierno, ya que necesita un período de frío para que los bulbos se desarrollen bien. Sin embargo, algunas variedades son adecuadas para plantar a principios de la primavera.

Separa los dientes del bulbo y plántalos con el extremo plano hacia abajo y el extremo puntiagudo hacia arriba. Deje un espacio entre los dientes de 15 cm con la punta a 2,5 cm por debajo de la superficie del suelo.

Cómo cuidar la planta de ajo

El ajo necesita poco mantenimiento, aparte de regarlo en períodos secos, desmalezarlo y cortar las flores. 

  • Riega el ajo durante los períodos secos de primavera y principios de verano. Sin embargo, no riegues una vez que los bulbos sean grandes y estén bien formados, ya que esto podría favorecer la pudrición. El follaje amarillento es una señal de que los bulbos están llegando a esta etapa de madurez. Evita el riego por aspersión, ya que puede fomentar problemas de hongos.
  • El ajo necesita pleno sol, así que desmaleza a mano con regularidad para asegurarte de que las plantas no queden a la sombra.  
  • Elimina los tallos de las flores tan pronto como empiecen a formarse; de lo contrario, la energía de la planta se destinará a producir la flor (espigado) en lugar de hinchar el bulbo.
  • Cosecha el ajo tan pronto como las hojas se hayan vuelto amarillas. El ajo plantado en otoño está listo a principios del verano y el plantado en primavera desde mediados del verano hasta principios del otoño. Desentierra con cuidado los bulbos con un tenedor y almacénalos en un lugar fresco o seco.

 

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