Cataluña cuenta con multitud de paisajes preciosos donde perderse: desde las montañas y picos escarpados de los Pirineos hasta 580 km de costa en las que hay hermosas calas rocosas, playas de arena y hasta dunas, pasando por bosques frondosos, prados verdes e incluso zonas volcánicas.

Una de las zonas que más me gustan del territorio catalán, tanto por sus bonitos pueblos medievales como por los paisajes que los rodean, es lo que se conoce como la Toscana catalana. Te propongo un recorrido para disfrutar de su historia y su naturaleza. 

La Toscana catalana

La Toscana es una región del centro de Italia famosa por sus paisajes de postal y sus localidades llenas de arte e historia: Florencia, Siena, Pisa, San Gimignano… Su belleza ha sido retratada en infinidad de películas y cada año recibe miles de visitantes. 

En Cataluña existe una zona, también con bonitos paisajes verdes y pequeños pueblos medievales que desbordan historia y que a muchos les recuerda al idílico lugar de Italia. No ha de extrañar que haya sido bautizada como la Toscana catalana

Campo Baix Empordà entre Palau Sator y Peratallada

Campos del Baix Empordà entre Palau Sator y Peratallada.

iStock

Se trata de la comarca del Baix Empordà, en Girona. Además de poseer una de las costas más bonitas de la península, la Costa Brava, esta comarca oculta en su interior un territorio plagado de pintorescos pueblos en medio de viñedos y suaves colinas que cambian hermosamente de color con las estaciones. 

Un paseo por los pueblos medievales

El Baix Empordà es el sitio ideal para hacer un viaje al pasado y perderse por pueblitos medievales muy bien conservados, rodeados de un entorno natural que invita a la calma y a la vida tranquila. 

Los pueblos que conforman la ruta que verás a continuación están muy cerca entre sí, con lo que puedes visitarlos yendo de uno a otro incluso en bicicleta, una manera perfecta para disfrutar también de la naturaleza de la zona.  

Pals

El recorrido por sus pueblos medievales puede empezar en Pals, uno de los más bien conservados de Cataluña, con calles estrechas y adoquinadas.

Pueblo medieval de Pals

En el pueblo medieval de Pals, en la Costa Brava, se respira el estilo de vida slow.

Shutterstock

En Pals abundan los edificios históricos, entre ellas la icónica Torre de les Hores, una torre románica construida entre los siglos XI y XIII. Su mirador de Josep Pla ofrece espectaculares vistas que llegan hasta la playa. 

Calle de Pals, Girona
iStock

Si te quedas a comer en la zona, no puedes dejar de probar el arroz de Pals, su producto estrella, cultivado en esta región desde el siglo XV.

Palau-Sator

A solo 7 km de Pals se encuentra Palau-Sator, un pequeño municipio de no más de 300 habitantes situado en medio de una llanura aluvial. 

Palau Sator, Girona
iStock

Dominado por un antiguo castillo medieval (declarado Bien Cultural de Interés Nacional), su núcleo tiene un enorme valor histórico en el que aun pueden verse restos de las antiguas murallas y torres defensivas. 

Camino de pista que une Palau Sator con Peratallada (Girona)

Camino de pista que une Palau Sator con Peratallada

iStock

Peratallada

Solo 3 kilómetros separan Palau-Sator de Peratallada, un pintoresco pueblo famoso también por su arquitectura medieval bien conservada, que le ha valido el estatus de Conjunto Histórico-Artístico

Peratallada

Peratallada es una ciudad medieval de Cataluña.

iStock

El nombre de la ciudad, que significa "piedra cortada", refleja su construcción sobre una roca arenisca cortada para crear un sitio fortificado.

Peratallada, Girona
iStock

El Castillo de Peratallada, la Iglesia de Sant Esteve, las murallas y torres medievales, sus estrechas calles adoquinadas y sus encantadoras plazas son sus principales atractivos. 

Ullastret 

Terminamos la ruta por los pueblos medievales en Ullastret, a unos 5,5 kilómetros de Peratallada.

Patio interior de Ullastret, Girona

Patio interior de Ullastret

Shutterstock

Este bonito pueblo es famoso por su rico patrimonio histórico. Cuenta con el asentamiento ibérico más grande de Cataluña, situado en el Puig de Sant Andreu, que incluye murallas, templos y casas. 

Asentamiento ibérico en Ullastret, Girona

Muralla del asentamiento ibérico de Ullastret.

iStock

Ullastret posee también un gran encanto medieval con sus estrechas calles adoquinadas, casas de piedra y la iglesia románica de Sant Pere. 

Si quieres seguir la ruta, en el Baix Empordà hay muchos otros pueblos que merecen una visita, empezando por Púbol (a unos 10 kilómetros de Ullastret), con su famoso castillo (la casa-museo Castillo Gala Dalí), que el famoso pintor compró y reformó para su musa y esposa, Gala. También Gualta, Monells, Vulpellac, Cruïlles, Torroella de Montgrí, Rupià o Corçà son bonitos municipios donde hacer una parada.

 

Si te ha interesado este artículo y te gustaría recibir más sobre estilo de vida saludable, únete al canal de WhatsApp de Cuerpomente.