Ya sea en una ensalada de frutas, un batido o una pizza, las piñas se dan mucho juego en la cocina. Originaria de Sudamérica, hoy en día se cultiva en zonas tropicales de todo el mundo. Con el cuidado adecuado, las plantas de piña también pueden prosperar en tu hogar.
Sin embargo, debes ser paciente, porque las plantas tardan mucho en dar frutos. Cultivar piñas en casa no es tan difícil como podría pensarse, pero sí que requiere de una dosis importante de paciencia que se verá finalmente recompensada.
Cómo cultivar piñas en tu hogar
1. Elige la piña adecuada
Si deseas cultivar una piña, primero debes buscar una fruta adecuada en las tiendas. Busca un espécimen firme, de madurez media. Además, debes asegurarte de que las hojas se vea nfrescas y no tengan partes marchitas. La pulpa debe ser amarilla y firme.
En general, es mejor elegir una piña ecológica, que suelen ser de mejor calidad y su cultivo no ha contribuido a contaminar el medioambiente. También puedes hacer algo bueno comprando piñas con sello de comercio justo, porque apoyas a cooperativas de agricultores que trabajan en condiciones dignas.
2. Corta el tallo de la piña
Pon la piña sobre la mesa y corta con cuidado el tallo con un cuchillo afilado. Retira la pulpa restante y arranca las tres o cuatro filas inferiores de hojas. Esto permite que las raíces crezcan sin obstáculos más tarde.
También puedes "desenroscar" el tallo, pero esto requiere de un poco de fuerza. En caso de querer hacerlo así, luego debes cortar el exceso de pulpa y retirar igualmente las hojas inferiores.
3. Deja secar el tallo
Ahora debes secar el tallo. Ponlo sobre la calefacción durante dos o tres días para que se seque y no se pudra. Si tienes la impresión de que la corona de hojas se está secando, rocíala con agua.
Desinfecta el tallo empapando el corte en restos de carbón o ceniza antes de que se seque. Esto reduce el riesgo de pudrición y el posible crecimiento de moho.
4. Pon el tallo en el agua
Cuando el tallo esté bien seco, pónlo en un vaso de agua. Sólo la parte inferior debe estar en el agua. Las hojas no deben mojarse, de lo contrario se pudrirán. Coloca el vaso en un lugar cercano a una ventana en la que le dé la luz solar.
Procura que el tallo esté siempre en agua. Cámbialo cada dos o tres días; si se absorbe, rellénala.
Las primeras raíces deberían ser visibles después de algunas semanas. Te en cuenta que a las plantas de piña les gusta el agua blanda baja en calcio. Si te lleva demasiado tiempo, también puedes plantar el tallo inmediatamente después de que se haya secado. Sin embargo, en ese caso la tasa de éxito será menor.
5. Pon el tallo en la tierra
Cuando las raíces tienen de tres a cinco centímetros de largo, se puede plantar el tallo. Elige un sustrato pobre en nutrientes y permeable. La tierra para palmeras o una mezcla de arena también son adecuadas.
Las hojas crecen bastante, por lo que la maceta no debe ser pequeña, pero tampoco demasiado grande. Debe tener suficientes orificios de drenaje para evitar el encharcamiento y, por lo tanto, la pudrición de la raíz.
Una vez que hayas llenado la maceta con el sustrato adecuado, coloca el tallo en un hueco justo debajo de la base de la hoja y presiona ligeramente la tierra alrededor. Luego riega todo bien.
6. Dale tiempo
Si el tallo brota en el medio, la planta ha crecido con éxito. Ahora se requiere paciencia, porque se tarda de uno a cuatro años antes de ver la primera floración. Luego, la fruta tarda otros seis meses en madurar.
Se puede cosechar cuando la piña huele afrutada y dulce y tiene un color amarillento. Después de cosechar la piña, la "planta madre" muere gradualmente. Sin embargo, ha formado plantas hijas por todas partes, que puedes volver a plantar.
Es cierto que necesitas paciencia para cultivar piñas. Pero puede esperar una hermosa y exótica planta de interior, incluso mientras no te da frutos. Te damos algunos consejos más que debes tener en cuenta a la hora de cuidar la planta de la piña.
El lugar perfecto
Dado que la piña es originaria de áreas subtropicales, necesita altas temperaturas y mucha humedad. Prospera particularmente bien a una temperatura ambiente de 25 a 30 grados centígrados y una humedad de un 60 %.
Estas condiciones no son fáciles de crear. Sin embargo, hay algunas cosas que puedes hacer para que la planta se sienta bien en tu casa. El lugar donde crece la piña juega un papel importante. Sobre todo, necesita una habitación soleada. Un jardín de invierno climatizado, un baño luminoso o una ventana orientada al sur son ideales. La piña, por otro lado, no tolera tan bien el sol abrasador del mediodía.
Una lámpara LED especial para plantas o una lámpara de calor pueden ayudar en los días oscuros. Debes evitar temperaturas por debajo de los 16 grados, son fatales para la fruta. Además, la planta no debe colocarse directamente sobre un radiador.
Así se crea un clima húmedo
Puedes aportar un poco más de humedad colocando varios cuencos de agua al lado de la maceta y rociando la planta con agua tibia de vez en cuando.
La piña también necesita estar bien ventilada. Por lo tanto, debes colocarla en un lugar donde el aire siempre pueda circular bien. Sin embargo, las corrientes no le gustan en absoluto.
Si hace mucho frío, puedes cubrir la piña con una bolsa de plástico transparente hasta que la planta forme flores, esto acumulará calor y humedad. Sin embargo, debes quitar la bolsa de vez en cuando para que el aire pueda circular y no se desarrolle moho.
Riega y cuida la planta de piña adecuadamente
Debes regar tu piña una vez por semana, en invierno puede pasar con menos agua. El suelo siempre debe estar ligeramente húmedo, pero no mojado. Lo mejor es verter el agua directamente en el centro de las hojas.
Dado que la piña crece lentamente, rara vez es necesario trasplantarla. Esto es necesario, por ejemplo, si crece por encima del borde del balde. Lo mejor es empezar a trasplantar en primavera. Por cierto, la planta no suele necesitar fertilizante.