La acedera (Rumex acetosa) es una de las plantas silvestres más extendidas. En primavera, es fácil encontrar en el campo sus hojas de color verde brillante, que están llenas de vitamina C y de hierro. Pero también la puedes cultivar en tu casa o jardín y usarla como planta culinaria fresca.
La planta de la acedera es robusta y sencilla de cuidar. Puedes sembrar sus semillas directamente en el huerto o en el jardín o cultivarlas en macetas en el balcón. Cuando coseches sus hojas, de sabor agrio y fresco, comprobarás lo bien que combinan con plantas aromáticas y otras hojas u hortalizas de ensalada en numerosos platos .
Plantar acedera: ubicación y suelo
La acedera es una planta perenne. Con el cuidado y la ubicación adecuados, podrás disfrutar de ella durante mucho tiempo.
La acedera se desarrolla mejor en lugares soleados o parcialmente sombreados. Cuanto más sol recibe, más grandes se vuelven las hojas y menos ácido oxálico desarrollan (que es el responsable del característico sabor agrio). Si la plantas en una maceta, suele ser mejor una ubicación parcialmente sombreada.
En el jardín de aromáticas, lo ideal es combinar la acedera con otras plantas. Combina bien con ortigas, diente de león o borraja.
Un suelo rico en nutrientes y húmedo es ideal para que prospere.
¿Cuándo plantar la acedera?
Debes sembrar la acedera entre marzo y abril:
- Airea bien la tierra y luego esparce las semillas pequeñas a una distancia de 20 a 30 centímetros. Solo es necesario empujar ligeramente las semillas en la tierra, no enterrarlas completamente, ya que necesitan luz para germinar.
- Si deseas cultivar tu planta en el balcón, siembra algunas semillas en una maceta lo suficientemente grande.
- También es posible el precultivo en semilleros para luego plantarlas en el jardín o el huerto. Si lo deseas, puedes hacer tus propios semileros caseros.
¿Qué cuidados necesita la acedera?
Lo más importante para tu acedera es mantener sus raíces continuamente húmedas. Por lo tanto, es mejor colocar las plantas en macetas en un platillo del que la planta pueda extraer agua.
Por otro lado, cortar las hojas estimulará un crecimiento exuberante y fortalecerá la planta. Siempre cosecha las hojas para que queden los brotes jóvenes internos. La acedera puede soportar fácilmente una cosecha tres o cuatro veces al año.
La acedera no necesariamente tiene que ser fertilizada si está plantada en suelos ricos en nutrientes. Sin embargo, un poco de compost casero promueve el crecimiento.
Propiedades de la acedera
En momentos en que los alimentos que contienen vitamina C eran difíciles de encontrar, la gente comía acedera para evitar el déficit. Por la mismo razón, ha sido una planta medicinal para curar el escorbuto, causado por la deficiencia grave de esta vitamina.
La acedera contiene de 50 a 100 miligramos de vitamina C por 100 gramos, por lo que el contenido de vitamina C es significativamente más alto que el de otras plantas culinarias.
Además de la vitamina C, también tiene vitamina B1, vitamina B2, vitamina B6 y vitamina E.
La acedera aporta sustancias amargas y taninos con efectos positivos sobre la digestión. Combate la diarrea y posee propiedades antibacterianas y antivíricas.
Cómo utilizar la acedera en la cocina
Debes utilizar siempre hojas tiernas y frescas. Las hojas viejas que ya están colgando son difíciles de digerir y pueden provocar problemas estomacales.
Estos son algunos usos que puedes darle a la acedera en la cocina:
- La receta más famosa realizada con esta planta es la sopa de acedera.
- Gracias a su sabor agrio y fresco, esta planta silvestre tan extendida también se puede utilizar muy bien en ensaladas de verano y en otros platos frescos.
- También puedes cocinar al vapor las hojas, de forma similar a como lo haces con las espinacas, y usarla como guarnición.
- La nota ácida de la acedera combina bien con otras plantas aromáticas para elaborar mantequillas y quesos frescos con hierbas frescas. Para ello corta las hojas en trozos muy pequeños.
Precaución: evita el consumo continuado o en grandes dosis
La acedera es una planta que solo se debe consumir en cantidades moderadas y ocasionalmente por su riqueza en ácido oxálico, que puede favorecer la formación de cálculos renales o dañar los riñones. Esto hace que su consumo esté totalmente contraindicado en las personas que han sufrido cálculos o algún problema renal.