El árbol del mango es una planta tropical originaria de Asia, en concreto de una región conocida como Hindo-Berma, que se extiende desde el este de la India y el sur de China a través del sudeste asiático. Es un árbol que prospera en climas tropicales y subtropicales cálidos, con temperaturas diurnas de entre los 20 °C y los 29 °C y mínimas de 4 °C (no soporta las heladas) y una elevada humedad.
Algunas zonas de España ofrecen unas condiciones favorables para cultivar árboles de mango, en especial las Islas Canarias (por su clima subtropical), o Andalucía, Murcia y las Islas Baleares, que gozan de un clima cálido con muchos días de sol al año e inviernos moderados. No obstante, es probable que les falte humedad, por lo que es necesario controlar el riego.
Paso a paso para germinar una semilla de mango
Si sueles consumir mangos, no tires la semilla (o más bien, la cáscara de la semilla). Puedes aprovecharla para cultivar tu propio árbol de mango.
Desde el perfil de Tik Tok Las Plantas Del Abello (@lasplantasdelabello), dedicado a dar consejos sobre cómo cultivar y cuidar las plantas, explican paso a paso cómo germinar una semilla de mango para después poder sembrarla en el jardín.
Lo primero que necesitas es una semilla de mango limpia. A continuación, sigue estos pasos para conseguir que germine:
- Haz un corte en la cáscara de la semilla con la ayuda de un cuchillo limpio para liberar la semilla. Luego saca la semilla con cuidado de no estropearla y comprueba que está en buen estado.
- Envuelve la semilla con un papel de cocina y colócala dentro de un recipiente con tapa (puede ser un túper).
- Humedece bien el papel que contiene la semilla por ambos lados y cierra el recipiente.
- Coloca el recipiente con la semilla en un lugar donde le toque mucho sol y reciba calor.
- Pasados 10 días, revisa el estado de la semilla para ver si ya tiene raíces. Si es así, es el momento de plantarla.
- Coloca la semilla en una maceta, tapando las raíces con la tierra, pero sin hundir por completo la semilla, y riégalo abundantemente.
- Coloca encima la servilleta donde germinó la semilla y vuelve a regar.
Pasadas unas semanas, deberías ver como ha salido una pequeña planta de mango, que seguirá creciendo y desarrollándose en las próximas semanas y meses.
Debes tener en cuenta, eso sí, que el mejor momento para plantar los mangos es a inicios de la primavera (idealmente entre marzo y mayo), para que las plantas jóvenes establezcan unas buenas raíces antes del calor del verano y puedan aprovecharse del calor para crecer bien.
Cómo cuidar la planta de mango para que crezca bien
Las primeras semanas tras plantar la semilla de mango son cruciales para que la planta sobreviva y crezca sana. Debes vigilar la planta para detectar cualquier signo de estrés o enfermedad, como hojas marchitas o decoly poder tomar medidas a tiempo.
Estos son los cuidados esenciales que requiere:
- Ubicación: el árbol de mango necesita mucha luz, por lo que debes colocar la planta en un lugar en el que tenga entre 6 y 10 horas de luz solar al día. Es importante también resguardarlo del viento fuerte.
- Riego: riega la plantita de mango cada dos días durante las primeras semanas para ayudar a que las raíces se establezcan. Después de este período, puedes reducir el riego a una o dos veces por semana, en función de cómo sean las condiciones climáticas.
- Suelo: debe tener buen drenaje y un pH de entre 5,5 a 7,5. Aplica una capa de mantillo alrededor de la base de la planta (evitando el contacto directo con el tronco) para retener la humedad y evitar las malezas.
- Fertilización: pasadas unas cuantas semanas, puedes aplicar un poco de fertilizante equilibrado cada dos meses para favorecer el crecimiento.
- Entutorado: si el árbol de mango es frágil o hay mucho viento en tu zona, puede ser necesario entutorarlo para que se sostenga bien hasta que el árbol se establezca más firmemente.
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