La Luna llena de mayo tendrá lugar en el jueves 23, día en que asomará por el horizonte poco antes de las diez de la noche ya completamente iluminada, aunque también podremos disfrutar de la Luna en todo su esplendor en la noche del viernes 24. Será la última Luna llena de la primavera, porque la siguiente, la Luna llena de junio, llegará ya pasado el solsticio de verano. De las 12 lunas llenas que tendrá 2024, será la quinta.
Esta Luna llena tiene uno de los nombres más evocadores del calendario lunar. Popularmente se la conoce como Luna de flores, porque llega en plena primavera, el momento en que los campos se llenan de color. No es el único nombre por el que se la conoce y otros son igual de curiosos o más. Sin ir más lejos, el pueblo de los Osage, en Oklahoma, la llamaba la "Luna que mata a las flores" Te contamos por qué, además de muchos otros detalles y curiosidades.
Cuándo es la Luna llena de mayo de 2024
En España, la Luna llena de mayo de 2024 se produce el jueves 23 de mayo a las 15:55 hora peninsular española. En ese momento la Luna se situará justo en el lado opuesto al Sol respecto a la Tierra y la luz del Sol iluminará completamente la cara de la Luna que mira hacia la Tierra.
Por eso la veremos llena. La Luna aún no podrá verse en el horizonte a esa hora, pero cuando empiece a asomar, a las 21:52, lo hará mostrándonos su cara visible completamente iluminada.
De todas formas no hace falta limitarse a la noche del jueves para disfrutar de la luna llena. El miércoles 22 la Luna se verá al ojo humano completamente iluminada. Lo mismo la noche del viernes 24, en la que la Luna asomará más tarde, casi a las once.
La Luna llena de junio brillará cerca de la estrella rojiza Antares, de la constelación de Escorpio. Desde el punto de vista astrológico, sin embargo, se considera que la Luna habrá salido ya por la mañana del signo de Escorpio y que tendremos Luna llena en Sagitario.
Por qué se llama Luna de flores y otras curiosidades
El popular nombre de Luna de flores que recibe la Luna llena de mayo tiene su origen en la tradición norteamericana. Era uno de los nombres que le daban los pueblos nativos de Norteamérica y que desde hace unos años tanto ha contribuido a popularizar The Old Farmer's Almanac, el almanaque tradicional norteamericano del agricultor. Concretamente era el nombre que le daban los algonquinos, un pueblo nativo del este del Canadá, que la llamaban "Flower Moon".
Se cree que el nombre alude a la floración que tiene lugar en primavera, a medida que suben las temperaturas. Los algonquinos no son los únicos que hicieron referencia a los cambios que en la naturaleza se producen en primavera a la hora de elegir nombre para esta Luna. A la Luna llena de mayo también se la conoce en esta tradición como Luna de los brotes o Luna de la plantación o de la plantación del maíz .
Se acerca el solsticio de verano, los días se alargan y las temperaturas se suavizan. Los cambios en la naturaleza también se reflejan en el comportamiento de los animales. Nombres como la Luna de la puesta de huevos, la Luna de las ranas o la Luna de la muda de pelo en los ponies aluden a algunos de los comportamientos típicos de los animales en esta época.
Los asesinos de la Luna de las flores
El pasado mes de octubre de 2023 se estrenó la película Los asesinos de la Luna de flores, basada en el libro del mismo título Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI, del periodista David Gran.
El periodista David Grann eligió este título para su libro en homenaje al nombre que los Osage daban a la Luna de mayo, algo diferente del más popular "Luna de las flores". Lo cuenta en las primeras páginas del libro, que narra el asesinato en la década de 1920 de veinte miembros de la tribu Osage, de Oklahoma, y la posterior investigación de los crímenes por parte del FBI.
Curiosamente, los Osage se referían a la Luna de mayo como la "Luna que mata a las flores", ya que las plantas en esta época crecían tan rápido, altas y fuertes que "ahogaban" a las pequeñas flores que habían cubierto los campos a comienzos de primavera. Según se explica en el periódico The Oklahoman, esta imagen pretende ser una metáfora del racismo, la muerte y la injusticia que se cebaron con la nación Osage cuando se produjeron los asesinatos descritos en la novela y, recientemente, recogidos en la película de Martin Scorsese.
Otros nombres de la Luna llena de mayo
No todos los nombres de las lunas vienen de la tradición norteamericana. Para la cultura anglosajona europea el mes de mayo es el "mes de los tres ordeños", pues a las vacas se solía ordeñar en este momento del año unas tres veces al día. Por eso, a la Luna de mayo se le da el nombre de Luna de leche.
La Luna de las madres, la Luna brillante, la Luna de la Liebre y la Luna de la hierba son otros nombres de tradición europea, concretamente de las culturas celta e inglesa.
Una luna sagrada para los budistas
En la cultura budista la Luna llena de mayo se celebra el día de Vesak, el aniversario del nacimiento de Buddha, y también el de su iluminación y de su muerte. El aniversario no se celebra en un día fijo del mes, sino que se determina con el calendario lunar, coincidiendo con la Luna llena. Se considera el día más sagrado para los millones de budistas que viven en el mundo y un día muy propicio para la meditación.
Cómo influye la Luna llena en Sagitario
La Luna llena de mayo en Sagitario supone, según la astrología, nos invita a "cosechar" lo que sembramos con la Luna nueva en Sagitario del pasado 23 de diciembre. Según explica Marga Roldán, formada en astrología evolutiva, "es momento de dejarnos llevar por nuestra guía interior para que ilumine nuestro camino y nos permita descubrir nuevas creencias que favorezcan la expansión y el disfrute en la vida".
Tanto las noches previas como el mismo jueves esta Luna marca también, según esta experta, un momento propicio para la meditación, para bucear en nuestro interior con compasión y cariño para reconocer nuestra parte más envidiosa y manipuladora.
Por otro lado, el mismo día 23 la energía de Venus favorecerá la conexión con los demás, tanto desde el punto de vista afectivo como intelectual, apunta Marga Roldán.