Según el Informe sobre el Consumo Alimentario en España, elaborado por el Ministerio de Agricultura, los españoles tomamos 1,13 kilos de mejillones por año y persona. Una cantidad que se dispara durante las fiestas de Navidad.
Por otro lado, Galicia es uno de los productores de mejillones más potentes de la Unión Europea. Tanto es así, que se estima que esta región es el origen del 40% de estos moluscos. Por tanto, no es de extrañar que Galicia sea uno de los lugares donde más mejillones se ponen en la mesa.
¿Por qué es tan popular en Galicia este marisco? La respuesta no solo la encontramos en la proximidad del producto y en la elevada cantidad que se produce. Una parte muy importante de su éxito se debe a su extraordinaria calidad, que se puede apreciar en su sabor, textura y aroma.
Además, el mejillón es un alimento rico en proteínas, con muy pocas calorías que destaca por su contenido en vitamina A y vitaminas del grupo B. Ahora bien, además de sus bondades nutricionales, también es muy apreciado por su versatilidad en la cocina. Podemos prepararlo cocido, al vapor, en salsa, con tomate... Mil recetas distintas con la misma calidad nutricional.
Mejillones en casa
Una de las preparaciones favoritas de la mayoría de la gente son los mejillones al vapor. Una receta sencilla que puede ser espectacular si se hace de una manera determinada. Estas son las recomendaciones para cocer mejillones en casa y que queden tiernos y sabrosos:
- En primer lugar, limpia muy bien los mejillones bajo agua fría, eliminando las barbas (filamentos) y raspando la concha con un cuchillo para retirar impurezas.
- A continuación, descarta los que estén rotos o que no se cierren al tocarlos, pues pueden estar en mal estado.
- Luego, coloca los mejillones en una olla grande con una base de líquido. Este puede ser agua, vino blanco (Albariño) o una mezcla con un poco de laurel, que le aportará un aroma sutil sin "tapar" el sabor natural del marisco. No es necesario que añadas demasiado líquido, ya que los mejillones van soltando su propio jugo.
Un toque especial
Una vez tengas los mejillones preparados, el siguiente paso es cocerlos a fuego alto. Para ello:
- Tapa la olla y cocina a fuego fuerte. A los pocos minutos, las conchas comienzan a abrirse. Una vez que la mayoría se haya abierto (esto suele tardar entre 3 y 5 minutos), retíralos del fuego. Ten en cuenta que si los cueces durante demasiado tiempo, se pondrán duros y gomosos. Evítalo.
- Puedes añadir laurel, limón, o un ingrediente que aporta mucho más de lo que imaginas, vino blanco, si es Albariño, mejor. Un chorrito de Albariño potencia el sabor del marisco, dándole un toque cítrico que casa a la perfección con el marisco en general, y con los mejillones, en particular.
Añadir un chorrito de Albariño a la cocción del mejillón suma su aroma dando como resultado unos matices que de otra manera no tendría. El líquido resultante es tan rico que puede usarse después para otras preparaciones, como arroces o salsas. ¿Te imaginas el sabor de un arroz cocido con este líquido, o una salsa elaborada con él?
¿debería incluir mejillones en mi dieta?
En primer lugar, veamos cuál es la composición nutricional de los mejillones. Aunque destaca por ser un alimento proteico y escaso en calorías (172 kcal cada 100 g de mejillones cocidos), también merece la pena destacar su aporte en micronutrientes (vitaminas y minerales). Así, son ricos en vitamina A, vitaminas del grupo B, C, D, E y K; en cuanto a los minerales, destaca su contenido en calcio, cobre, fósforo, hierro, magnesio, manganeso, potasio, selenio, sodio, yodo y zinc.
Partiendo de este aporte nutricional, veamos qué beneficios para la salud están asociados a estos nutrientes:
- Por su alto contenido en proteínas (24 g cada 100 g), los mejillones ayudan a la recuperación muscular, además de cuidar del estado de las articulaciones y los huesos.
- Además, el calcio, el fosforo y la vitamina D, refuerzan el estado de los huesos y dientes. Una taza de mejillones contiene casi el 30% de la ingesta diaria requerida de fósforo. La función principal de este mineral es la formación de los huesos y los dientes.
- También se suma el poder antioxidantede las vitaminas C y E, sobre todo. Esto se traduce en una mejora del estado de la piel, los tejidos y los órganos. Además, se reduce el riesgo de desarrollar enfermedades vinculadas con el envejecimiento.
- Llama la atención el aporte de vitamina B12 de los mejillones. Para hacernos idea, la dosis recomendada de vitamina B-12 (llamada cobalamina) es de 2,4 microgramos por día. Se estima que 30 gramos de mejillones cocidos contienen 6,8 microgramos, lo que equivale a más del 280% de lo requerido. La vitamina B12 interviene en una gran variedad de funciones corporales y ofrece muchos beneficios para la salud. Se cree que algunos índices psicológicos o de comportamiento relacionados con la depresión pueden mejorar con la administración de suplementos de esta vitamina.
- Por último, cuentan con propiedades antiinflamatorias gracias a sus ácidos grasos omega 3.
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