La autoestima, desde las medicinas energéticas, está muy relacionada con el elemento tierra. Nuestra tierra es nuestro centro, nuestro soporte, la zona desde donde nos enraizamos en la madurez y podemos caminar por la vida tomando aquellas decisiones que no nos lastiman y que dentro del sentido común más nos convienen para poder avanzar y mejorar en la vida.

La duda constante y  la preocupación son las principales emociones que bloquean la autoestima porque uno no se ve capaz, le falta fuerza, poder interno, es decir, centro.

Según la Medicina Tradicional China este centro energético está regido por el estómago, el bazo y el páncreas, tres de los principales órganos que trabajan para darnos energía. Estos tres órganos nos ayudan a digerir los alimentos y también a digerir la vida.

Cómo generar almidón resistente

Si fortalecemos este centro energético y el intestino se siente bien envía señales al cerebro de bienestar y equilibrio que se  traducen en una sensación de plenitud interna.

No podemos olvidar que en nuestro intestino y a través de lo que comemos nuestra microbiota genera los principales neurotransmisores del bienestar, la serotonina y el Gaba. Sabemos que  los alimentos que más ayudan a esto son los cereales, legumbres y verduras almidonadas.

Según la Medicina Tradicional China los alimentos que más nutren nuestra tierra, este centro de bienestar son la calabaza, los garbanzos, el mijo, el boniato y todos los cereales. Estos alimentos si se cocinan adecuadamente y se dejan reposar durante 24 horas en la nevera se convierten en almidón resistente, un manjar para nuestra microbiota que ayudará a que sinteticemos mejores neurotransmisores del bienestar y que haya más variedad y armonía de microorganismos en nuestro centro energético.

Una tierra armónica es signo de autoestima de enraizamiento, de seguridad y de confianza en la vida.

el plato que nutre la microbiota

Como el lema de la Nutrición energética es simple, sano y delicioso he elaborado una maravillosa receta que puede ser un plato único si se acompaña de un poco de verdura verde al vapor como unas flores de brócoli: un loncheado de calabaza con humus cremoso y gratén de frutos secos.

La calabaza es de sabor dulce y naturaleza neutra adecuada para dar centro y una enorme sensación de bienestar, usamos para esta elaboración una cocción yang, el horno para que saque su máximo dulzor y nos fortalezca.

Los garbanzos son de naturaleza neutra y sabor dulce también, una proteína completa de excelente calidad que combinada con las especias y el yogur da una textura cremosa que nutre y da comfort emocional.

Añadimos dos probióticos: el yogur y el miso para dar más comfort digestivo y hacer el plato más completo. El yogur es un alimento de naturaleza fresca y sabor ácido. El sabor ácido ayuda a recoger la energía cuando estamos en una situación de darle muchas vueltas a las cosas.

La granada es un alimento dulce y fresco muy rica en polifenoles, un antioxidante que le encanta a nuestra microbiota o centro energético que además le da un punto de color y jugosidad al plato.

Para completar la armonía del plato te propongo un topping de frutos secos con contraste de salado. El crujiente siempre libera mucha tensión emocional y la sal tonifica la energía y hace realzar todos los sabores.
Esta combinación es un plato delicioso que acomoda nuestras emociones, nutre nuestro centro energético y nos da serenidad y fortaleza.

La receta más equilibrada con calabaza y hummus

Te explico el paso a paso para hacer un delicioso loncheado de calabaza asada con hummus cremoso y gratén de frutos secos.

 

Receta calabaza y hummus
Cuerpomente

Ingredientes (4 personas):

  • Media calabaza cacahuete cortada a lo largo
  • 250 g de garbanzos cocinados
  • El zumo de medio limón
  • 1/2 cucharada de postre de comino molido
  • 1 cucharada sopera de tahin tostado
  • 1 cucharada de postre de miso de arroz
  • 50 g de  yogur natural
  • 20 g de cacahuetes tostados
  • 10 g de semillas de calabaza
  • 1 cucharada de sésamo negro
  • Media granada pequeña desgranada para decorar
  • Escamas de sal marina

Preparación:

  1. Enciende el horno a 170 º para que se vaya calentando.
  2. Pela la calabaza, saca todas sus pepitas y corta desde la parte de la piel hacia abajo a tiras muy finas con ayuda de un buen cuchillo para que quede como las hojas de un libro y sin que los cortes lleguen al final. Para lograrlo te puedes ayudar de dos palillos colocados en el lateral que evitaran que el corte llegue al final y la calabaza quede cortada pero de una pieza.
  3. Colócala en una bandeja de horno, unta de aceite y hornea a 170º una hora o hasta que esté bien blandita y caramelizada. Tapa con papel de horno y deja enfriar a temperatura ambiente.
  4. Para elaborar el hummus, escurre los garbanzos y lávalos bien. Coloca en una batidora junto con el zumo de limón, el tahín, el miso, el comino y el yogur natural y batir todo muy bien. Colocar en un recipiente de cristal y dejar enfriar al menos un par de horas en la nevera para que coja consistencia.
  5. Para el emplatado, pon en una bandeja una buena base de hummus en el fondo, la calabaza en bloque encima y decora con escamas de sal, cacahuetes fritos troceados, semillas de calabaza, granada y sésamo negro.
  6. Puedes acompañar con tostadas de trigo sarraceno o nachos de maíz crujientes y unas flores de brócoli escaldadas.