La falta de vitalidad o energía es una de las principales enfermedades silenciosas del siglo XXI. El cansancio crónico puede gestionarse conociendo qué tipo de energía tienes y aprendiendo a mejorarla a través de la nutrición energética.

La nutrición energética se basa en que los alimentos, además de nutrientes, contienen un tipo de energía que les proporciona unas cualidades especiales, conferidas por el lugar donde han crecido, la luz solar que han recibido, su tipo de crecimiento, etc. A partir de este conocimiento, es posible utilizar los alimentos para conseguir un efecto concreto e individualizado en cada persona.

nutrición energética según la medicina china

En realidad, hay muchas nutriciones energéticas: la china, la japonesa, la tibetana, la india o ayurvédica... Cualquier propuesta que tenga en cuenta, además de los nutrientes bioquímicos, el efecto energético que producen los alimentos en nuestro organismo es una «nutrición energética», pero nos vamos a centrar en la basada en la medicina tradicional china (MTC). Esta tiene su base en la filosofía taoísta, una concepción del mundo fundamentada en el equilibrio de dos principales energías complementarias: el yin y el yang.

  • La energía yin es fresca, lenta, introspectiva, nocturna y calmante.
  • La energía yang es caliente, rápida, extrovertida, diurna y activante.

En cada alimento, el juego entre estas energías le proporciona unas propiedades determinadas que pueden utilizarse para conseguir un mayor equilibrio en todos los planos: el físico, el mental y el emocional.

Por otra parte, en los textos de la medicina tradicional china se insiste en explicar que, además de los factores externos que puedan ser causa de enfermedad, nuestras emociones son las principales responsables de que enfermemos y perdamos vitalidad. O, mejor dicho, de que se produzcan desajustes de la energía en los principales órganos y sistemas, a los que les puede faltar o sobrar un determinado tipo de energía.

¿Tu energía es más yin o más yang?

Para realizar los ajustes necesarios y recuperar la vitalidad, es esencial conocer la propia constitución energética. Solo así se pueden elegir los alimentos que resultarán beneficiosos.

Las personas también podemos ser más yin o más yang. Conviene aclarar que una energía no es peor que la otra y que ambas están siempre presentes.

Lo importante es identificar cuál es la tendencia dominante para aprender a armonizarla y así disfrutar de más bienestar durante los años que toque vivir: sumar más vida a los años.

  • Cómo saber si eres una persona yin: Tus digestiones pueden ser lentas, pesadas y largas. Tiendes al estreñimiento o a producir heces pastosas. El alcohol y otros tóxicos te hacen más daño que a otras personas. Te recuperas con lentitud, necesitas dormir e ir despacio para no agotarte. Eres una persona hipersensible, friolera y te sientes mejor cuando disfrutas del sol.
  • Cómo saber si eres una persona yang: Digieres muy rápido, comes en exceso y tienes mucha hambre. Eres caluroso. Eliminas muy rápido las toxinas (heces, orina, sudor…). Aguantas mucho el malestar físico, pero tiendes a las adicciones y a la ansiedad. Puedes dormir poco y funcionas mejor por la tarde y la noche.

Equilibra tus niveles de energía con la alimentación

El arte de disfrutar de más vitalidad consiste, por tanto, en equilibrar tu constitución a través de la alimentación y los hábitos de vida. La clave para hacerlo está en los sabores de los alimentos

Según la MTC, existen cinco sabores que se corresponden con cinco movimientos energéticos y pueden utilizarse para armonizar el funcionamiento de nuestro organismo. 

Esto es posible porque cada sabor está asociado a uno de los principales órganos o sistemas energéticos y a un estado emocional. Un poco del sabor correspondiente a un órgano le ayuda a funcionar mejor y a equilibrar la emoción relacionada, pero en exceso lo satura y puede causarle una disfunción.

Cómo actúan los alimentos según su sabor

La mesura y el equilibrio son esenciales para la nutrición energética china. Veamos las cualidades de los sabores:

  • Salado: Posee tendencia refrescante y ayuda a tonificar la energía en general, la mueve hacia abajo y hacia dentro. Es útil para tratar la falta de fortaleza interna, el miedo y la debilidad. Ideal en convalecientes y personas con cansancio por estrés. Un poco de sabor salado estimula la digestión y refresca el fuego interno (ansiedad). Este sabor es muy importante para la MTC porque armoniza el riñón, órgano que recoge la energía innata que nos va a acompañar hasta que nuestro cuerpo físico deje este mundo. Además de la sal, lo aportan las algas, los huevos, las ciruelas umeboshi o la salsa tamari.
  • Ácido: Recoge la energía para que no se escape y no se pierda. El sabor del limón, la fresa, el vinagre o la frambuesa es útil ante alteraciones emocionales como la ira o el resentimiento porque recoge y encauza esas emociones. Se usa en alteraciones orgánicas que cursan con pérdida de líquidos: vómitos, diarrea, sudor y hemorragias. Un poco de ácido también activa la circulación de la sangre, estimula la producción de bilis y mejora las molestias digestivas. Las personas de constitución yang tienen que tener muy presente este sabor, ya que les ayuda a refrescar el calor interno y a reducir la tendencia a experimentar explosiones emocionales de manera imprevista.
  • Amargo: Ayuda a disminuir el calor, a regular la ansiedad, a calmar el fuego interno. A nivel emocional, se usa para equilibrar el nerviosismo, la ansiedad y la impaciencia. Es útil para drenar líquidos y grasa del cuerpo, para estimular el metabolismo digestivo y la eliminación. Un poco de sabor amargo, como el que ofrecen los espárragos, las espinacas, las endibias o la escarola, estimula los jugos gástricos y ayuda a digerir las comidas copiosas.
  • Dulce: Está presente en casi todos los alimentos y ayuda a armonizar todos los órganos y emociones. Es un sabor comodín, que siempre resulta útil para tonificar y reforzar sin refrescar ni calentar el organismo, pues su temperatura es neutra. Un poco de este sabor en cada comida lubrica todos los órganos y mejora su funcionamiento. A la vez, proporciona paz, calma y sensación de enraizamiento en nuestros pensamientos y emociones. Según la MTC, este sabor es tan nutritivo que ha de encontrarse en proporciones abundantes en los platos de aquellas personas que necesiten recuperarse de una enfermedad, o que tengan debilidad o bajo peso. Su energía es muy importante para dar estabilidad física y mental, pues el sabor dulce nutre el centro energético para que desde él se pueda expandir la energía a través de una buena descomposición de los alimentos. También es el sabor estrella en los menús de los niños para ayudarles en un crecimiento sano, fuerte y equilibrado. Pero esto no quiere decir que cualquier cosa dulce, como el azúcar refinado, produzca estos efectos. Siempre hablamos de alimentos naturales y enteros, como, en este caso, la calabaza, la zanahoria, la patata o el boniato.
  • Picante: Ayuda a mover la energía y tiene una naturaleza muy yang que promueve la transpiración, calienta el cuerpo y aumenta el ritmo respiratorio. Un poco de picante, como el que caracteriza al jengibre, el nabo, el puerro o la cebolla, estimula la digestión y resulta ideal para sistemas digestivos débiles. También activa la inmunidad y ayuda en los procesos de detoxificación. A nivel emocional, favorece la liberación de emociones enquistadas, como la melancolía o la tristeza, y activa la motivación.

El arte de estimular tu vitalidad

A partir del conocimiento de tu propia naturaleza, del momento físico y emocional en que te encuentras, puedes confeccionar los menús que contribuirán a una mayor vitalidad y bienestar.

Se puede aprender a conservar y regenerar la energía con cada una de las comidas del día. Puedes estar atento al efecto físico y anímico de cada alimento. Antes, puedes preguntarte qué necesitas o por qué te apetece un alimento u otro en un momento determinado.

La alimentación energética es holística y consciente, y puede transformar tu manera de relacionarte con los alimentos.

La alimentación energética también tiene en cuenta la estacionalidad. Las propiedades de un alimento están relacionadas con el momento del año en que puede cosecharse, que es el más oportuno para consumirlo.

Y ten en cuenta todos los detalles que rodean el acto de comer para que el efecto sea el más positivo posible: come de día y duerme de noche, cena pronto y poco, muévete a diario, toma el sol cada día por la mañana, descansa la mente de vez en cuando y agradece por todo lo que tienes.

Menú para tener energía según si eres yin o yang

Los siguientes menús de temporada otoño-invierno están pensados para promover la vitalidad de las personas según su energía.

Para personas yin

A las personas con una tendencia energética yin les convienen los desayunos abundantes, cenar pronto y poco, priorizar las cocciones largas e incluir a menudo en las recetas raíces y tubérculos.

En cambio, no les convienen los alimentos muy fríos ni un exceso de hortalizas y frutas crudas.

Desayuno:

Comida:

  • Brócoli al vapor.
  • Boniato al horno con canela en polvo.
  • Curry de garbanzos con arroz integral.

Cena:

  • Crema de zanahoria y cebolla con cúrcuma.

Bueno para todos

La dietética china realiza recomendaciones que benefician a todos, sea cual sea la tendencia energética. Es aconsejable, por ejemplo, evitar las preparaciones muy calientes o muy frías, o los platos con un solo sabor.

Además, es importante comer relajados y masticar bien cada bocado.

Para personas yang

A estas personas les conviene realizar un desayuno temprano y un segundo desayuno a media mañana. Les resulta beneficioso también combinar las proteínas vegetales y las verduras.

Dada la naturaleza caliente de las personas con dominio de yang, puede sentarles bien refrescarse aumentando las raciones de fruta y de ensaladas frescas.

Desayuno:

  • Una naranja y un té verde con limón.
  • Pan de centeno integral con aguacate y anchoas o puding de chía con pipas de calabaza y kiwi.

Comida:

  • Ensalada de rúcula, rabanitos, queso fresco, cebolla y zanahoria rallada.
  • Lentejas con zanahoria, nabo y alcachofas.
  • Un par de mandarinas.

Cena:

5 alimentos para recuperar el equilibrio energético

Las propiedades energéticas de algunos alimentos están indicadas para salir de los baches físicos y mentales, para dejar atrás el cansancio y aumentar el bienestar.

  • Nabo: De matices dulces, picantes y amargos, tiene una energía que ayuda a depurar el organismo. Indicado en caso de mucosidad, edema y sobrepeso.
  • Genmai miso: Esta pasta fermentada de soja y arroz tiene un sabor dulce y suave. Es desintoxicante y estimula la inmunidad. Se recomienda en gripes y resfriados.
  • Calabaza: Su energía es neutra y su sabor dulce. Proporciona confort digestivo y calma. Recomendable para satisfacer el deseo de comer algo dulce.
  • Kombu: Aumenta el vigor, proporciona fortaleza si estás muy yin y favorece la inmunidad. Ayuda a recuperar las energías después de una enfermedad.
  • Shiitakes: Es un remedio básico de la medicina tradicional china. Refuerza el sistema inmunitario, mejora la circulación y ayuda a reducir la temperatura corporal.