Ahora en verano es difícil resistirse a salir a la naturaleza para disfrutar de sus paisajes y respirar aire limpio. Una larga excursión, sobre todo para quien no esté muy acostumbrado o lleve ya un tiempo sin hacerlo, puede provocar molestias en forma de calambres o agujetas. 

La agujetas pueden afectar tanto a personas corrientes como a los deportistas y montañistas más experimentados. Solo pueden prevenirse con un precalentamiento y entrenamiento adecuados, así como con un buen masaje y estiramientos una vez realizado el ejercicio.

Antes se creía que se originaban por los cristales de ácido láctico que se depositan en el músculo. Hoy se tiende a verlas como microrroturas de fibras musculares no habituadas a una tarea tan intensa. 

Tan frecuentes o más que las agujetas son los golpes y magulladuras que el deportista o excursionista pueda sufrir. La contusión es un golpe que se recibe sobre los tejidos blandos, como los músculos; no provoca herida pero puede manifestarse con dolor constante, hinchazón y a veces hematomas. 

Para agujetas y contusiones, sobre todo si el dolor es intenso y persistente, el médico suele recetar un antiinflamatorio no esteroideo, en pastilla o pomada. Pero en una herboristería se puede elegir entre un abanico amplio de alternativas naturales. 

 

 

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