La chirivía (Pastinaca sativa) es una hortaliza a menudo desconocida, aunque todo el mundo la reconoce como esa raíz feúcha que no falta en las bandejas para preparar caldo. Tiene su origen en Europa Central y durante años se creyó que era una forma pálida de zanahoria, hasta que Linneo solucionó la controversia atribuyéndole un nuevo género botánico. Después pasó de ser muy valorada a caer durante mucho tiempo en olvido, excepto en el noroeste de Europa y en Inglaterra.

En las zonas donde la chirivía es más valorada, su uso va mucho más allá de ser una hortaliza de invierno que da al caldo y luego se desecha. Es una hortaliza con personalidad propia que se incluye en deliciosas cremas de verduras, se cocina al horno y se sirve como guarnición y se incluye en los guisos. Si la cultivas en tu huerto, puedes sacarle mucho partido.

Cultivar Chirivías

La chirivía es una apiácea bienal con una raíz primaria carnosa, aromática y alargada de color blanco cremoso y hojas grandes y opacas, similares a las del apio, de color verde claro.

Tiene un crecimiento erecto y alcanza una altura de 40 a 80 cm. Con flores verdes amarillentas dispuestas  en umbelas, cada flor produce dos semillas.

Chirivia
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Qué necesitan para crecer bien

  • Suelo. Les gustan los sueltos y profundos con buen drenaje, de pH neutro o ligeramente calcáreo.
  • Luz. Crecen bien a pleno sol, pero también prospera en zonas de semisombra.
  • Riego. Al comienzo del cultivo es más sensible a la falta de agua. Hay que regar  regularmente.
  • Asociaciones. Con ajos, cebollas, puerros, caléndulas, guisantes y judías.

Cómo es su crecimiento

Durante el primer año, crecen largas hojas y una raíz pivotante y carnosa. Con la llegada del invierno, desaparecen estas hojas y queda a la vista solo una roseta de pequeñas hojas.

Pero, bajo la superficie, el crecimiento continúa. La raíz seguirá engrosando llegando al tamaño determinado por la variedad de chirivía cultivada. Si no la cosechas para consumirla, ocurrirá esto: la raíz se engrosará y se volverá dura y muy resistente, el tallo crecerá aún más, llegando hasta 1,5  m. Florecerá de forma espectacular en el inicio del verano y en agosto podrás recoger las semillas para sembrar en el próximo ciclo.

 Cómo sembrar o plantar las chirivías

Plantas de chirivía en el huerto
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Puedes sembrar las chirivías desde febrero en semillero protegido hasta junio de forma escalonada para tener cosechas continuas. Para ello, sigue estos pasos:

  1. Siembra a una profundidad de 1cm, cubre con una fina capa de tierra y un ligero acolchado.
  2. Aprovecha para sembrar rabanitos o rábanos, ya que germinarán antes que las chirivías, que tardan de 10 días a 3 semanas. Mantén el suelo húmedo para mejorar la germinación.
  3. Cuando alcancen los 10 cm de altura, haz un aclareo para que la distancia entre plantas sea de 15-20 cm y entre las filas a 30-40 cm.
  4. Realiza escardas para retirar plantas competidoras y coloca un delgado acolchado de paja.

Protege a tus chirivías de las plagas

En condiciones de alta humedad, se vuelve susceptible al ataque de un hongo específico, el cancro de la chirivía (Itersohilia pastinacae), responsable de fisuras y manchas negras en la parte alta de la raíz.

Aplica preventivamente purín de ortiga en la planta y en el suelo cuando el tiempo esté seco.

Los pulgones negros en general aparecen en el segundo año cercanos a las flores. Verás en ese momento la frenética actividad de las jóvenes mariquitas realizando el control biológico de esta plaga.

cuándo COSECHAr y cómo hacerlo

La cosecha de las chirivías depende de la época en la que las siembres, que influye también en el ritmo de crecimiento:

  • Las chirivías sembradas en primavera podrás cosecharlas a los 4 meses
  • En cambio, si sembraste las chirivías en otoño, estarán en la tierra casi 8 meses.

La maniobra de cosecha es sencilla: cava por un lado y con la horca sácalas enteras.

Chirivías recién desenterradas en el huerto
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Las hojas son también comestibles, cocidas al vapor o hervidas; y las más tiernas, finamente picadas, se transforman en un aderezo combinadas con hierbas aromáticas.

Después de la cosecha es mejor cultivar los puerros, los ajos, las cebollas o las chalotas y dejar al menos 3 años para volver a cultivar una apiácea en el mismo bancal, por la demanda de nutrientes.

La función de las abejas

Las abejas son claves para una fecundación exitosa de la chiviría. Son las responsables de realizar la polinización.

La planta  florece generosamente al segundo ciclo en pleno verano, que es cuando el trabajo de las abejas se intensifica. Al ser una planta monoica, es decir, que en la misma planta hay dos sexos, primero florecen las flores masculinas y más tarde las femeninas. La autofecundación se ve limitada, y las abejas son de ayuda.