El síndrome del trabajador quemado, o burn-out, es cada vez más común. Pese a que no se lo puede considerar una condición médica, está incluido en la famosa CIE-11 como fenómeno ocupacional, y la Organización Mundial de la Salud ya está desarrollando directrices basadas en la evidencia sobre el bienestar mental en el lugar de trabajo. Y es que, en los últimos años, la vida profesional ha ido ocupando cada vez un espacio y una relevancia mayor en nuestras vidas.
Quizá por eso muchas personas creen que la forma más sencilla (o, incluso, la única posible) es por medio del desarrollo profesional. Sin embargo, confiar en que un ascenso o un aumento de sueldo será todo lo que necesites para ser feliz es un gran error. Así es como lo explica Joseph Fuller, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard.
El éxito profesional
La definición de éxito profesional puede variar mucho de una persona a otros. Para algunos consiste en aportar su grano de arena para crear un mundo mejor, para otros el éxito se traduce en cifras. Y otros tantos creen que el éxito consiste en ascenso social. Todas las respuestas son válidas, suele explicar Fuller a sus alumnos. Lo importante es tener clara esta definición personal, para poder actuar en consecuencia.
Si pasamos la vida persiguiendo objetivos que, en teoría, deberían satisfacernos, sin preguntarnos si realmente son lo que queremos, podemos acabar en una espiral de infelicidad e insatisfacción que lleva al agotamiento laboral.
Es por eso que el gran error que muchos cometemos en nuestra vida profesional, desde el punto de vista de Joseph Fuller, es no ser honestos con nuestras prioridades y con aquello que estamos dispuestos a sacrificar.
Prioridades y sacrificios
El trabajo perfecto no existe, Fuller lo deja claro en sus entrevistas con los medios. Sin embargo, si eres capaz de ser sincera contigo misma, definiendo cuáles son tus prioridades y qué estás dispuesta a sacrificar para conseguirlo, puedes encontrar un trabajo que cumpla muchos de tus requisitos.
Esto significa, para empezar, definir de forma sincera, sin miedo a juicios externos, qué es lo más importante para ti. ¿Ganar una buena suma de dinero? ¿Trabajar en aquello que te apasiona? ¿Poder compatibilizar tu vida profesional con tu vida personal? Establecer una lista ordenada en la que poder visualizar claramente tus prioridades puede darte mucha claridad mental a la hora de tomar decisiones relacionadas con tu carrera profesional.
La segunda pregunta que debes hacerte es, ¿a qué puedes renunciar con comodidad? En todo trabajo hay que hacer algunos sacrificios, pero es importante que te sientas cómoda con ellos.
Por ejemplo, trabajar los fines de semana puede ser un sacrificio enorme para alguien que desea compatibilizar su vida familiar con la laboral, mientras que para otra persona renunciar al teletrabajo o la movilidad puede ser incluso más incómodo. Lo importante es que, al igual que en el caso anterior, seas capaz de elaborar una lista sincera en la que ordenes, de mayor a menor incomodidad, cuáles a que estás dispuesta a renunciar.
El lugar ideal para trabajar
Con todas estas ideas en mente, Fuller recomienda buscar un lugar de trabajo que coincida con tus prioridades. Afirma que, para tener una vida profesional satisfactoria, necesitas trabajar para una organización cuyos objetivos se alineen con tus propias metas y ambiciones, independientemente de si se tratan de ganar un sueldo generoso o cambiar el mundo.
Para conseguir trabajar para la empresa adecuada, Fuller recomienda hacer algunas preguntas claves en las entrevistas. Para empezar, te interesa averiguar cómo apoya la empresa que te entrevista al desarrollo profesional de sus empleados. También es conveniente hacer preguntas a cerca del feedback que ofrecen a sus trabajadores y de cómo hacen frente a los desafíos propios del sector.
Para acabar, el experto insiste en la importancia de sentir cierto control sobre tu carrera profesional, y también de estar entusiasmada con aquello a lo que te dediques. Estos dos puntos, afirma Fuller, son claves para no acabar agotado con tu vida laboral. No podemos tener la expectativa de que un aumento o un ascenso nos cambie la vida y nos haga felices. Debemos orientar nuestra vida profesional hacia aquello que realmente nos importa, sea lo que sea. Y para eso, hace falta vencer el miedo y ser honesto con uno mismo.