Cómo ver animales en su hábitat cuando viajas y qué tener en cuenta

En verano, son muchas las personas que aprovechan las vacaciones para ir a ver animales. Aunque el objetivo y la motivación para hacerlo en la mayoría de los casos nace del amor a los animales y la voluntad de conocerlos mejor, conviene informarse bien antes de hacerlo y respetar algunas normas importantes para decidir si realmente conviene y, en todo caso, para no impactar en su salud y bienestar.

Por un turismo responsable con los animales

La oferta de actividades de turismo para ver animales es enorme y, en algunos países es muy fácil caer en experiencias que ofrecen la oportunidad de interactuar con animales salvajes (como alimentar un cocodrilo, hacerse un selfie con un oso perezoso, montar encima de un elefante…) que ponen en riesgo la salud y el bienestar del animal.

Aunque cada vez hay más comprensión y consideración por el bienestar animal, conviene estar con los ojos bien abiertos para detectar posibles actividades poco éticas y no contribuir al sufrimiento animal y a situaciones que implican la explotación y el maltrato de los animales, algunos de ellos en peligro de extinción.

Antes de visitar cualquier sitio para ver animales en libertad o de participar en cualquier actividad que tenga relación con otros seres vivos, recuerda las 5 libertades esenciales del bienestar animal. ¿Las cumplen los animales que vas a visitar?

Libres de hambre y sed.
Libres de miedos y angustia.
Libres de incomodidades físicas o térmicas.
Libres de dolor, lesiones o enfermedades.
Libres para expresar su comportamiento natural.

Qué tener en cuenta para ver animales cuando viajas

Tener en cuenta algunas claves te ayudará a hacer un turismo responsable y a asegurarte de que no contribuyes a la crueldad hacia los animales:

Elige actividades éticas y ecológicas e iniciativas promovidas por organizaciones locales de dedicadas a la conservación y al bienestar animal. Conviene investigar bien quién está al cargo de los sitios que vayas a visitar u organiza las actividades en las que vayas a participar para asegurarte de cuáles son las condiciones de los animales y qué impacto tendrá en ellos tu visita. No dudes en preguntar directamente todas tus dudas.
Opta solo por aquellas experiencias en las que puedas ver a los animales salvajes llevando a cabo sus comportamientos normales y naturales y conserva siempre una distancia respetuosa para no molestarlos.
Cuida el entorno: para su supervivencia, los animales dependen de la conservación de los ecosistemas que habitan.
Apoya santuarios y proyectos de conservación de vida silvestre: infórmate antes de las condiciones de los animales porque no todos los santuarios son iguales (algunos pueden pecar de falta de experiencia o de tener demasiados animales). Colaborar como voluntario con alguno de ellos puede ser una buena idea para el verano.
No es necesario ir lejos para ver animales. En España hay proyectos de conservación de animales muy interesantes que puedes visitar y en los que puedes contribuir (del lince, de osos, de lobos). De este modo, además, reducirás tu huella de carbono y tu impacto medioambiental.
Además de ser silencioso para no molestarlos, no hacer ruido es fundamental si se quieren ver animales salvajes. Para muchos de ellos será, además, importante madrugar.

Qué actividades con animales conviene evitar

Tan importante como lo que haces es lo que evitas. Aquí tienes unos consejos que te evitarán molestar a los animales o participar en actividades poco respetuosas.

Antes de hacer una foto de un animal en libertad, considera si vas a asustarlo o molestarlo. La dictadura de Instagram a veces nos lleva a actuar de forma impulsiva para tomar la mejor foto para compartir en redes, pero si estás en un entorno natural debes tener siempre presente que no debes perturbar la tranquilidad de los animales. No trates de captar su atención aplaudiendo, moviendo los brazos o lanzándoles objetos.
Evita a toda costa los espectáculos en los que participan animales, ya sean de tipo circo, de hacerse fotos con ellos, en zoológicos o parques marinos... En general son actividades nada respetuosas con el bienestar animal y que implican mucho sufrimiento para ellos, ya desde el mismo momento del adiestramiento.
No compres productos hechos de animales, ya sean conchas, dientes de animales, pieles, huesos… piensa en cómo se han obtenido estos souvenirs.
El tráfico de animales es responsable de la extinción de miles de especies salvajes en todo el mundo y, si lo detectas en algún lugar, conviene ponerlo en conocimiento de las autoridades o de organizaciones que abogan por la protección de los animales.

Delfines frente a la costa de Jávea — iStock

Ver animales salvajes en España

No hace falta irse lejos para ver animales en su hábitat. España es un país privilegiado para este tipo de turismo ecológico, porque cuenta con el mayor número de espacios declarados Reserva de la Biosfera por la UNESCO, con 16 Parques Nacionales y hábitats muy diferentes entre sí.

A la hora de buscar un destino, da preferencia a los proyectos de agencias ambientales estatales y oficiales, y muy especialmente a los de las ONG conservacionistas comarcales, como las diferentes ramas de Ecologistas en Acción o Seo BirdLife.

Algunos ejemplos de destinos para ver animales en España, para empezar a investigar:

En las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas puedes ver ciervos.
Los osos se esconden en la Cordillera Cantábrica.
El lobo vive en la sierra de Culebra (Zamora).
Para avistar delfines y calderones, un buen destino es Mazarrón (Murcia).
En el estrecho de Gibraltar, además verás orcas, y en Canarias, cachalotes.
En Bizkaia, ballenas picudas y rorcuales.