La violeta africana, conocida científicamente como Saintpaulia, es una planta de interior que cautiva con su belleza y su capacidad para florecer durante todo el año.

Originaria de las montañas de Usambara en Tanzania, esta encantadora planta se ha convertido en una favorita entre los amantes de la jardinería doméstica por su adaptabilidad, sus coloridas flores y llamativas hojas aterciopeladas.

Los híbridos son ligeramente más grandes que la forma silvestre. Sin embargo, la planta no está relacionada con las violetasEl nombre hace referencia al color de las flores de las primeras variedades, aunque hoy se encuentra también en otros tonos.

La violeta africana, una hermosa planta de de hojas aterciopeladas

Violeta africana de hojas aterciopeladas
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Las violetas africanas crecen robustas en recipientes bajos, pues las raíces son poco profundas. Forman rosetas de hasta 20 centímetros de diámetro de hojas perennes, en cuyo centro crece un tallo floral corto de hasta unos 15 centímetros de altura.  

Una característica de las violetas africanas son sus hojas redondeadas u ovaladas, aterciopeladas, carnosas y de color verde oscuro intenso.

Son muy sensibles al agua, por lo que debes intentar no mojarlas al regarlas.  

Flores abundantes y duraderas

Violeta africana
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La alegría de la floración de la violeta africana la ha convertido en una planta de interior popular durante décadas.

Están disponibles con flores blancas, rosas o moradas, que pueden ser simples, dobles de un solo color o multicolores.

Las anteras de color amarillo brillante en el centro de la flor son siempre llamativas. Algunos ejemplares tienen pétalos lisos, mientras que otros los presentan ondulados.

Las violetas africanas también florecen en los meses de invierno y ofrecen así un hermoso espectáculo durante todo el año.

Iluminación: la clave para una floración constante

Violeta africana en varios tonos junto a la ventana
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Las violetas africanas prefieren temperaturas ambientales entre 18 y 24 °C. No son resistentes al invierno y no toleran caídas de temperatura a corto plazo. En ningún caso debes sacar la planta al exterior, pues no soporta la luz solar directa ni las inclemencias del tiempo.

La ubicación debe ser muy luminosa todo el año, pero a resguardo de los rayos del sol. Los alféizares de las ventanas de la cocina y el baño son ideales, ya que en estos espacios suelen ser luminosos y más húmedos que el resto de la casa. 

Si quieres ponerla en una habitación donde el aire está habitualmente seco, puedes ponerle al lado un recipiente con agua. Nunca rocíes las violetas africanas directamente con agua, pues las hojas son muy sensibles y se manchan y pudren fácilmente.  

Si las hojas están polvorientas, límpialas cuidadosamente con un cepillo. No las laves.

Riego y fertilización

A las violetas africanas les gusta un suelo uniformemente húmedo. Utiliza agua con bajo contenido de cal y a temperatura ambiente, y riega solo cuando la capa superior del suelo se haya secado ligeramente.

 La fertilización regular con abono líquido -al menos cada tres semanas durante todo el año- es importante para que las plantas florezcan continuamente. 

¿Es necesario trasplantarla?

Violetas africanas en macetas pequeñas para trasplantar
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Como las violetas africanas no crecen mucho, no es necesario trasplantarlas con frecuencia.

Se sienten bastante cómodas en macetas pequeñas. Solo cuando las raíces ya hayan ocupado toda la maceta será el momento de pasarla a un recipiente un poco más grande.

Signos de que el tiesto se le ha quedado pequeño son que las hojas son pequeñas y crecen muy juntas. El mejor momento para trasplantar es en primavera. Al realizar el cambio de maceta, procura que las hojas no queden demasiado cerca de la tierra para evitar que se humedezcan. 

Las violetas africanas no necesitan poda. Arranca siempre las hojas dañadas o podridas con un tirón suave.

Propagación

Propagación Saintpaulia
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Las violetas africanas se pueden propagar fácilmente mediante esquejes de hojas en abril y mayo. Para ello, hay que arrancar peciolos de unos tres centímetros de largo de la planta madre, cortarlos en línea recta y anclarlos en una mezcla de tierra y arena pobre en nutrientes hasta el borde de la hoja.

Después de aproximadamente seis semanas, aparecen varios folíolos nuevos en la base del pecíolo. A continuación, se separan y se insertan individualmente.

También es posible enraizar esquejes en un vaso de agua, pero las superficies de las hojas no deben sumergirse. Después de dos o tres semanas aparecen las primeras raíces y las plantas se pueden trasplantar.

Enfermedades y plagas

Demasiada agua hace que las raíces se pudran y puede matar toda la planta. Como ocurre con todas las plantas no acuáticas, hay que evitar el encharcamiento.

Las manchas o bordes amarillos en las hojas generalmente son causados por la luz solar directa.

Las hojas pueden marchitarse y perder color tanto por exceso como por falta de agua.  

Si la planta no florece es por falta de nutrientes o de luz.

Los ácaros, pulgones, cochinillas y trips pueden atacar las plantas. Sus hojas sensibles y peludas no toleran los pesticidas. Si necesitas aplicar un tratamiento tendrá que ser a través de la tierra.  

Beneficios de tener una violeta africana en casa

Violeta africana o saintpaulia rosa
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Además de su belleza ornamental, las violetas africanas ofrecen varios beneficios:

  1. Purifican el aire: como muchas plantas de interior, ayudan a limpiar el aire de toxinas.
  2. Bajo mantenimiento: una vez que se comprenden sus necesidades básicas, son relativamente fáciles de cuidar.
  3. Floración continua: con los cuidados adecuados, pueden florecer durante todo el año, aportando color y vida a cualquier espacio.
  4. Versatilidad: Su tamaño compacto las hace ideales para espacios pequeños o como plantas de escritorio.

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