En general, los niños pequeños tienen el estómago como ellos, muy pequeño, y les conviene comer cada 2-3 horas para mantener la energía. Pero muchos padres tienen dudas a la hora de preparar snacks y meriendas saludables para niños. ¿Se lo ofrezco o no? ¿Y qué le ofrezco?
La respuesta es que depende a niño, nuestro estilo de vida, la forma de alimentarse…
En este vídeo tienes una receta para niños saludable y deliciosa.
Los niños pequeños no siempre tienen hambre a la hora de comer, con lo que hacer snacks saludables y nutritivos es todavía más importante. También puede pasar que, en el momento en que tienen hambre, estemos todavía en la calle o en el coche llegando a casa, y tengamos que improvisar algo rápido para calmarlos. Al mismo tiempo hay niños que comen mucho mejor fuera, o tal vez es que nosotros como padres estamos más tranquilos cuando estamos fuera porque no estamos intentando atender a mil cosas a la vez.
Por eso ofrecer a los niños pequeños tentempiés o snacks sanos puede ser una opción para mantener su energía y prevenir las temidas rabietas, así como una magnífica oportunidad para ofrecerles alimentos saludables. Lo único es que tenemos que encontrar el equilibrio, para que los snacks no se conviertan en los platos principales.
Snacks saludables para niños de 1 a 3 años
Los snacks para niños de 1-3 años no tienen por qué ser complicados. Al revés, los mejores son los snacks simples y saludables. En lugar de un par de galletas o un yogur especialmente diseñados para niños, les podemos ofrecer alimentos de verdad, naturales y sin procesar, que no solo les quitan el hambre sino que también realmente les nutren.
Para preparar snacks rápidos conviene tener la nevera, la despensa y el congelador bien preparados con:
- fruta
- verdura
- proteínas de buena calidad
- hidratos de carbono
Pero además podemos ser creativos y usar sobras: cualquier alimento que nos sobre, como por ejemplo restos de porridge de desayuno, una hamburguesa o albóndiga vegetal o un par trocitos de pasta cocida o verduras al horno, nos lo podemos llevar para picar entre horas.
A la hora de elegir los snacks, conviene tener en mente el resto de las comidas del día, para tener una dieta equilibrada que contenga todos los macronutrientes –proteína, hidratos de carbono y grasas buenas–, además de fruta y verdura. Por ejemplo, si un niño ha desayunado una tostada y fruta, ha comido pasta y tenemos puré de verdura para cenar, conviene merendar algún alimento rico en proteína.
Como a los niños pequeños les gusta comer con las manos, la mejor manera es llevar los snacks cortados en trocitos pequeños en tuppers junto con una buena cantidad de papel o un trapo de cocina húmedo para limpiarles las manos, así como alguna ropa de repuesto por si acaso.
Aquí tenéis 15 ideas de snacks equilibrados para los más pequeños de la casa: