En general, los caldos suelen aportar pocas calorías. Eso sí, para ello, la condición imprescindible es que sus ingredientes sean poco grasos. Dentro de este grupo de recetas, hay una que resulta especialmente recomendable para bajar de peso: el caldo de huesos de pollo.

Esta receta no solo es saciante, depurativa, diurética y antiinflamatoria. También es fuente de proteínas, un nutriente que activa el metabolismo porque requiere un mayor gasto energético para su procesamiento.

Fuente de colágeno

El colágeno es una proteína crucial en nuestro cuerpo. Es el componente principal de tejidos como la piel, los huesos, los tendones y los músculos. Imagina el colágeno como un pegamento que mantiene unidas estas estructuras. En la juventud, el cuerpo produce abundante colágeno, lo que contribuye a la elasticidad de la piel y la flexibilidad de las articulaciones. Con el tiempo, la producción tiende a disminuir, por eso la piel pierde firmeza. Para compensarlo, es muy importante incluir en la dieta alimentos ricos en colágeno y el caldo de huesos proporciona este nutriente en grandes cantidades.

Los huesos de animales, además de ricos en calcio, también son una fuente particularmente rica de colágeno.  

El lento proceso de cocción a fuego lento de los huesos y los tejidos conectivos en agua permite que el colágeno de los huesos se descomponga en gelatina, que el cuerpo puede absorber más fácilmente. Además del colágeno, el caldo de huesos también proporciona aminoácidos y minerales esenciales, lo que le convierte en un complemento nutritivo para cualquier dieta que busque aumentar los niveles de colágeno.

¿CÓMO SE PREPARA UN CALDO DE HUESOS DE POLLO?

La receta de caldo de huesos de pollo es muy sencilla. Eso sí, necesita bastante tiempo de preparación. De hecho, cuantas más horas le dediques, más sabroso estará. 

El caldo de pollo suele ser una de las opciones preferidas de mucha gente para hacer de entrante en la comida de Navidad, pero sin duda, encaja perfectamente en el menú de cualquier comida o cena ligera. 

A continuación, encontrarás la lista de ingredientes, así como el modo de preparación de esta deliciosa y nutritiva sopa de huesos de pollo:

Ingredientes:

  • Huesos de pollo
  • Agua
  • Verduras aromáticas
  • Hojas de laurel, pimienta negra en grano y sal al gusto
  • Vinagre (opcional): Puedes añadir un poco de vinagre (aproximadamente 1-2 cucharadas) para ayudar a extraer los minerales de los huesos

Modo de preparación:

  • Lava los huesos de pollo y las verduras aromáticas.
  • Coloca los huesos de pollo en una olla grande y cúbrelos con agua fría. Si estás utilizando restos de pollo asado, asegúrate de que los huesos estén limpios de carne.
  • Lleva el agua a ebullición a fuego alto. Cuando comience a hervir, reduce el fuego a bajo y retira cualquier espuma o impurezas que se formen en la superficie con una cuchara.
  • Agrega las verduras aromáticas, hierbas, especias y el vinagre (si lo estás utilizando).
Caldo de pollo

Preparación del caldo de pollo.

ISTOCK
  • Cocina a fuego lento durante varias horas. Cuanto más tiempo cocines, más rico y concentrado será el caldo. Puedes cocinarlo durante 4-6 horas o incluso más si lo deseas.
  • Asegúrate de que el caldo no hierva en exceso y añade agua si es necesario para mantener los ingredientes cubiertos.
  • Una vez que el caldo esté listo, retira los huesos y las verduras con una espumadera. Puedes desecharlos o aprovechar las verduras cocidas para otro propósito si lo prefieres.
  • Pasa el caldo por un colador fino o una gasa para eliminar cualquier partícula sólida restante.
  • Ajusta el sazón con sal al gusto.

Si prefieres prescindir del pollo, puedes prepararte una versión vegetariana del caldo de huesos enriqueciéndolo con setas shiitake y algas.

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