El está compuesto por un conjunto de disciplinas físico-mentales orientada a conseguir el equilibrio entre cuerpo y mente mediante rutinas de mayor o menor intensidad, dependiendo de la modalidad. Entre ellas, el power yoga es conocido por ser uno de los más exigentes a nivel físico, a la vez que uno de los más efectivos para conseguir esa conexión emocional con uno mismo.
Se trata de una de las variedades de yoga más modernas, que de hecho tiene un origen occidental, a diferencia de otras modalidades como el karma, el bhakti o el raja yoga, que se consideran hindúes.
De hecho, es un estilo que nació en Estados Unidos entre los 80 y 90, aunque bebe de otros tipos de yoga tradicionales, especialmente del ashtangavinyasa yoga, con un toque más creativo en su práctica. Y es que se trata de una especie de adaptación del yoga al estilo de vida occidental, con unas dinámicas más ingeniosas, amenas y menos rígidas.
Cómo es el power yoga
Esta modalidad se caracteriza por rutinas de mayor intensidad a base de asanas más fluidas y dinámicas que dan prioridad al ejercicio físico, aunque manteniendo esa base espiritual del yoga. Por tanto, se trata de una disciplina perfecta para quienes ya tienen cierta experiencia y quieren subir de nivel o salir de la rutina, aunque, al igual que sucede en el resto de modalidades, puede adaptarse también a un nivel principiante.
Y es que en power yoga son frecuentes las asanas de equilibrio y las series con transiciones difíciles que requieren fuerza física y gran concentración. Todo ello, con series mucho más dinámicas que las del yoga tradicional en las que sin embargo las posturas se mantienen durante más tiempo, logrando un trabajo más intenso a nivel corporal y buscando un trabajo de concentración profundo a nivel mental.
Rutina de power yoga
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Las clases de power yoga suelen comenzar con una serie de saludos al sol que van calentando el cuerpo, para ir incrementando poco a poco la intensidad de los movimientos con secuencias de asanas más dinámicas.
Posturas como la del guerrero II y III, perro cabeza abajo, la media luna, plancha lateral y el triángulo podrían formar parte de una de estas clases de power yoga en un nivel intermedio. Hacia el final de la sesión, las posturas irán disminuyendo en intensidad para terminar en la postura savasana y facilitar la relajación corporal y mental.
Además, al tratarse de un tipo de yoga vinyasa, se compone de una serie de ejercicios combinados con la respiración, en los que la inhalación por la nariz y la exhalación emitiendo un sonido con la garganta se convierten en la base del movimiento.
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Beneficios de practicar power yoga
Al tratarse de una disciplina de yoga en la que predominan las posturas de fuerza y equilibrio y se realizan transiciones más fluidas, el primer beneficio lógico es el aumento de la capacidad muscular y la tonificación de los músculos. Esto permite además reducir los niveles de grasa corporal.
Por otro lado, las asanas de esta disciplina permiten mejorar el equilibrio y la agilidad, potenciando la flexibilidad. Todo ello, a la vez que, a nivel mental, favorece la capacidad de concentración –imprescindible para ejecutar algunas de sus posturas más exigentes– y combate el estrés y la ansiedad, ayudando a liberar dopamina y endorfinas.
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