La ensalada siempre ha sido un recurso fácil y rápido para tomar una comida completa en las estaciones más calurosas. Las principales características nutricionales de una ensalada pueden variar mucho dependiendo de los alimentos que la compongan, pero, en general, destacan por su gran aporte en micronutrientes (vitaminas y minerales), antioxidantes y enzimas.
Son muy valiosos para nuestro organismo, ya que las vitaminas, junto con los minerales, sirven de coenzimas para cualquier proceso de anabolismo o catabolismo energético en nuestro cuerpo, que puede conseguir lo que necesita en cada momento.
Los 6 ingredientes básicos de una buena ensalada
Las principales cualidades de una ensalada son su gran capacidad para refrescar el cuerpo, hidratarlo y limpiarlo gracias al aporte de fibra y al ligero sabor amargo de las hojas verdes u otros de sus ingredientes típicos, que revela sus propiedades digestivas y depurativas.
¿Qué podemos o debemos incluir en una ensalada para que sea completa, digestiva y atractiva?
- Las hojas verdes u otras verduras verdes son un básico: vegetales de hoja verde ricos en folatos y vitamina K: rúcula, canónigos, escarola, lechuga romana; o combinaciones con alguna verdura verde cocinada, como el brócoli, la judía verde o los espárragos verdes.
- Que no falten los vegetales ricos en almidones: tu ensalada resultará más saciante si le añades remolacha, zanahoria, calabaza, maíz tierno; o cereales integrales ricos en azúcares complejos.
- Añádele su dosis de proteínas: incluir alimentos ricos en proteínas, como legumbres, tofu, tempeh, huevo o queso, hará la ensalada mucho más completa y equilibrada, sobre todo si no la vamos a comer como guarnición sino como plato principal.
- Salpícala de alimentos ricos en grasas de calidad: pueden ser frutos secos, semillas, aguacate o aceites saludables.
- No te olvides de los superalimentos: con algas, germinados, frutos rojos o levadura nutricional aportarás una dosis extra de vitaminas y minerales.
- Aliños reconfortantes y deliciosos: aceite de oliva virgen extra, vinagre de manzana, limón, umeboshi, tamari, tahini, etc, ayudan a digerir mejor la ensalada y las enriquecen con nutrientes y antioxidantes.
Cómo hacer ensaladas muy digestivas
Los ingredientes que suelen componer una buena ensalada ya suelen ser muy digestivos, aunque hay personas a las que las hortalizas crudas en gran cantidad, sobre todo si no están muy acostumbradas a un elevado consumo de fibra, pueden provocar gases o molestias. Algunos trucos ayudan a aumentar la digestibilidad de la ensalada.
- El limón ofrece un toque ácido, evita que se oxiden los ingredientes y estimula el hígado.
- Especias como la canela, el jengibre, la pimienta, el romero y la mostaza desinflaman y mejoran la digestión.
- El vinagre de manzana no pasteurizado aporta probióticos que enriquecen la microbiota intestinal.
- Son probióticos también el miso, el tamari, el chucrut o el vinagre de umeboshi (siempre que no se hayan pasteurizado).
Recetas de ensaladas mediterráneas con toque oriental
Aquí tienes cinco ensaladas que tienen en cuenta los consejos anteriores y que sientan de maravilla.