Las calabazas, cuando están en temporada, son un recurso incomparable en la cocina por la cantidad de preparaciones, tanto dulces como saladas, que permiten llevar a cabo. Con ellas puedes preparar desde sopas y la tradicional crema de calabaza hasta deliciosos risottos de otoño o gnocchis, y también dar dulzor a pasteles o bizcochos facilísimos, muffins, flanes o incluso, por qué no, un pan de calabaza.
En esta ocasión, te proponemos una receta novedosa que te va a sorprender y que podrás aprovechar de muchas formas diferentes.
En la tradición culinaria de los judíos asentados existe un paté o crema untable de calabaza denominada tershi o chershi, ideal para aprovechar la calabaza en temporada. Este paté, con ajo y otros condimentos como protagonistas, tiene una textura suave y un sabor intenso, y se sirve como dip con pan plano, como pita, o para acompañar el cuscús y otros platos. La receta se ha popularizado en el norte y el medio oriente de África, y suele incluirse en las selecciones de mezze (aperitivos o entrantes).
Si quieres suavizar el sabor del ajo, siempre puedes sustituir su uso en crudo por dientes de ajo confitados o asados, o por chalotas, para una versión todavía más suave. En nuestra versión le añadimos un poco de mostaza, que aporta un toque muy interesante. Quedará delicioso en tus canapés navideños, en tus aperitivos para ocasiones especiales e incluso, por qué no, en tus tostadas de desayuno.
Receta de paté de calabaza con mostaza
Para elaborar el paté de calabaza al estilo del tershi o chershi, primero se ha de preparar un puré de calabaza asada. No te preocupes: es sencillísimo de hacer. Después se prepara el paté propiamente dicho.
Ingredientes (para unos 680 gramos o dos frascos medianos):
- 2 ½ tazas (aproximadamente 650 g) de puré de calabaza (preparado con una calabaza Hokkaido horneada)
- 3 chalotas o cebollas o 3 o 4 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra u otro aceite vegetal
- 2-3 cucharadas de jugo de limón
- 2 cucharadas de mostaza (opcional)
- 2 cucharadas de perejil finamente picado
- ½ cucharadita de pimentón dulce
- ½ cucharadita de pimentón picante
- 1 cucharadita de pimentón ahumado en polvo
- ¼ cucharadita de hojuelas de chile (también puedes usar 10 ml pasta de harissa)
- pimienta negra
- sal
Primer paso: hacer el puré de base
El puré al horno es ideal como base para el paté o crema untable de calabaza, ya que contiene deliciosos aromas tostados. Aunque se puede hacer con diferentes variedades de calabaza, la calabaza Hokkaido es la más adecuada para hacerlo, ya que la pulpa de otras variedades de calabaza suele ser demasiado acuosa.
Para prepararlo solo tienes que seguir estos sencillos pasos:
- Corta una calabaza en octavos y retira las semillas.
- Hornea los trozos en el horno precalentado a 200 °C (calor superior e inferior) durante unos 35 minutos, hasta que estén blandos.
- Haz puré con la pulpa de la calabaza hasta obtener una mezcla cremosa, usando una procesadora de alimentos o una batidora de mano.
Si obtienes más puré de calabaza del necesario para la receta, puedes disfrutarlo con algunas especias y un poco de aceite en el centro, o utilizarlo en un curry de verduras, un guiso o un pastel de calabaza casero. Además, puedes convertir las semillas de calabaza en deliciosos tentempiés, como semillas de calabaza dulces y tostadas.
Segundo paso: hacer el paté
A continuación, prepara el paté de calabaza propiamente dicho:
- Pela y trocea las chalotas, y sofríelas en una sartén con unas cucharadas de aceite durante unos tres minutos, hasta que estén translúcidas.
- Coloca las chalotas en un bol junto con el puré de calabaza y el resto de los ingredientes, excepto el perejil, y mezcla bien.
- Si prefieres una consistencia más suave sin trozos de cebolla, vuelve a hacer puré la mezcla.
- Finalmente, agrega el perejil finamente picado.
- Vierte el paté en frascos con tapa de rosca esterilizados.
Si no tienes pimentón ahumado en polvo, puedes sustituir la sal regular por sal ahumada para darle un toque similar.
Este paté de mostaza y calabaza combina muy bien con diferentes tipos de pan, pero especialmente con panes de miga densa o panecillos esponjosos.
Se conserva perfectamente en el refrigerador durante unos diez días y también puede congelarse en un frasco con tapa de rosca.
Atrévete a experimentar variando la receta
En lugar de calabaza, puedes experimentar con boniatos o zanahorias, o una mezcla de ambas, y luego añadir un poco más de mostaza y jugo de limón.
La cantidad de mostaza determinará el grado de picante del paté. Para un sabor más intenso, elige mostaza de Dijon o alguna otra variedad picante. Para un resultado más suave, opta por una mostaza medianamente picante.
Propiedades saludables de la calabaza
Si la calabaza es un regalo en la cocina, también lo es para el cuerpo por sus efectos saludables, gracias a su composición rica en vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra.
- La calabaza es rica en betacaroteno, un antioxidante que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la visión, la salud de la piel y la inmunidad.
- La calabaza es baja en sodio y rica en potasio, un mineral que ayuda a regular la presión arterial. Además, contiene antioxidantes y fibra que pueden reducir el colesterol LDL (el "malo") y, por lo tanto, disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Su alto contenido de fibra promueve la salud digestiva al mejorar el tránsito intestinal y el estado de la microbiota (la comunidad beneficiosa de bacterias intestinales).
- La calabaza es baja en calorías y rica en fibra, lo que contribuye a una sensación de saciedad sin un alto aporte calórico. Esto la convierte en un alimento ideal para personas que buscan mantener o reducir su peso.
- La fibra de la calabaza ayuda a controlar los picos de azúcar en sangre al ralentizar la digestión de los carbohidratos, lo cual puede ser beneficioso para personas con diabetes o que buscan mantener estables sus niveles de glucosa.