¿Qué necesitamos para ser felices? Rodearnos de las personas adecuadas, dicen algunos expertos, como Mario Alonso Puig. Cambiar la forma en la que vemos la vida, afirman otros, como Marian Rojas Estapé. Lo que es indiscutible es que para seguir todos estos consejos que los gurús de la felicidad nos ofrecen necesitamos una cosa: inteligencia emocional.
De este tema, pocas personas en el mundo saben más que Travis Bradberry, autor del superventas Inteligencia emocional 2.0: Estrategias para conocer y aumentar su coeficiente. En su nuevo libro, Emotional Inteligence Habits, el experto repasa aquellos hábitos que mantienen las personas con un mayor coeficiente de inteligencia emocional. Y uno de los más importantes, probablemente, es la brújula moral.
¿Qué es la brújula moral?
Aunque es probable que te hagas una idea sobre a qué nos referimos con brújula moral, lo primero es definir este concepto que el experto de la Universidad de California introduce en sus libros. La brújula moral es el conjunto de principios y valores éticos que guían tus decisiones y comportamientos.
Para Bradberry, esta brújula moral no solo orienta nuestras acciones en la dirección correcta, sino que también define nuestra integridad y empatía, elementos fundamentales para la inteligencia emocional.
Tener una brújula moral sólida, además, nos permite tomar decisiones alineadas con nuestros valores, incluso en situaciones complejas o de alta presión. Es una base firme que nos ayuda a mantener la coherencia entre nuestras acciones y creencias, algo esencial para tener una vida satisfactoria y mantener relaciones sanas.
La moral y la felicidad
Aristóteles, Epicuro, el estoico Séneca, Epicteto, Kant, Spinoza y John Stuart Mill son solo algunos de los muchos filósofos que creían que vivir con virtud, siguiendo esa brújula moral de las que nos habla Bradberry, era la única forma de alcanzar la felicidad.
El autor de Inteligencia emocional 2.0 lo explica de forma sencilla: “Cruzar los límites morales en nombre del éxito es un camino seguro hacia la infelicidad”. Y es que, como explica el experto, “violar tus normas personales genera sentimientos de arrepentimiento, insatisfacción y desmotivación.”
Es uno de los hábitos más fuertes de las personas emocionalmente inteligentes, aquellas que tienen más sencillo alcanzar aquello que todos llamamos felicidad. “Cuando te sientas confundido”, nos recomienda Bradberry, “tómate un tiempo para revisar tus valores y escribirlos. Te ayudará a localizar tu brújula moral”. Y eso, precisamente, es lo que queremos ayudarte a lograr hoy.
Cómo guiarte por tu brújula moral
Para muchos, la brújula moral es algo instintivo. Sabes, sin que nadie te lo diga, cuáles son esas líneas rojas que jamás cruzarías. Sin embargo, cuando nos encontramos en situaciones críticas, en momentos de estrés, o tenemos que tomar decisiones que pueden tener un fuerte impacto en nuestra vida, nuestra brújula moral puede debilitarse.
Es por eso por lo que te traemos una guía rápida de cómo guiarte por tu brújula moral en momentos de crisis, para que la fortalezcas y aprendas a vivir alineada a tus principios, feliz y satisfecha con tus acciones.
Lo primero que debes hacer para guiarte por tu brújula moral es tomarte unos minutos antes de actuar. Detente y respira. Esta pausa breve (no es necesario que dure más que un par de minutos) tiene como finalidad reducir el estrés, para que puedas evaluar la situación de forma objetiva. Una mente tranquila es clave para poder tomar decisiones éticas.
Una vez calmada, y siguiendo con el consejo de Bradberry, saca una libreta y apunta tus valores. Reflexiona sobre ellos. Para hacerlo, responde estas preguntas.
- ¿Qué principios dan sentido a mi vida? Pregúntate que valor es más importante en esta situación y establece marcos de acción que te permitan actuar en sintonía con él. Esta conexión te dará claridad y te permitirá actuar con coherencia.
- ¿Cómo afectará a los demás? Ahora que estás sentada frente al papel, profundiza más en las posibles consecuencias de tus acciones. Guiarte por la empatía en momentos críticos fortalece tu brújula moral, y asegura que tus decisiones no solo te beneficien a ti, sino también a quienes te rodean.
- ¿Qué pensaré de ello dentro de unos años? En situaciones complicadas, además, es fácil ceder a las soluciones rápidas o las tentaciones momentáneas. Es importante, por tanto, que te preguntes cómo te sentirás con respecto a tu decisión dentro de unos meses o años. Esto te permitirá ver más allá de la situación actual, asegurándote de estar en el camino correcto.
- ¿Qué me diría sobre esto? Si la situación es especialmente difícil, es hora de buscar consejo. ¿De quién? De esa persona que te inspira, cuyos valores están alineados con los tuyos. Puede, incluso, que sea tu modelo a seguir. Conversar sobre con alguien objetivo te ayudará a considerar nuevas perspectivas y te ayudará a confirmar que tu decisión encaja con tu brújula moral.
- ¿Cómo me siento con esta idea? A menudo, la respuesta a todas las preguntas está en nuestro interior. Cuando tengas que tomar una decisión complicada, cierra los ojos y respira. Sal del papel, sal de la mente, y concéntrate en lo que sientes. Di en voz alta una opción, y escucha a tu cuerpo. Pregúntate cómo te sientes con esa idea. Luego sigue con la siguiente opción, y así hasta que tengas claro qué te dice tu voz interior.
Para acabar, debes saber que ser fiel a tu brújula moral a veces implica asumir consecuencias incómodas. Sin embargo, la paz mental que obtienes al actuar con integridad y responsabilidad no tiene precio. Te fortalecerá y te ayudará a ser feliz, ahora y siempre.