El pomelo, tal vez por su sabor amargo, no es tan popular como otros cítricos, pero sus propiedades son tan saludables como las de la naranja, el limón o la mandarina. La vitamina C es el componente que más se suele destacar de estas frutas, pero el pomelo contiene muchos otros que le confieren propiedades beneficiosas para la salud, aunque hay que tener en cuenta que puede interferir con algunos medicamentos.
Pomelo: características y cultivo
El pomelo (Citrus x paradisi) es un árbol de unos 5 metros de altura (puede llegar hasta los 15 m), con copa frondosa y redondeada y flores blancas.
Se cree que es un cruce espontáneo entre el árbol del naranjo dulce y la pamplemusa o pomelo chino (un cítrico tropical) que se originó en la zona del mar del Caribe (concretamente en Barbados) en el siglo XVII.
Es una especia subtropical y actualmente se cultiva sobre todo en Estados Unidos, Argentina, Cuba, Chipre, Israel, México, Mozambique y Sudáfrica.
En España, Valencia, Murcia y Andalucía son las zonas donde más se cultiva el pomelo y la temporada va de diciembre a abril.
El fruto del pomelo, también llamado pomelo (o toronja), tiene un sabor amargo y algo ácido y es redondo, con la cáscara gruesa de color amarillo o rojizo y un tamaño algo más grande que la naranja, de unos 15 cm de diámetro.
Existen diversas variedades que se distinguen por el color de su pulpa: Duncan, White Marsh, Oroblanco, Ruby, Pink Marsh… Las más conocidas son las comunes (blancas o amarillas) y las de colores rosáceos, que se producen cuando en su zona de cultivo las temperaturas son elevadas.
Pomelo: propiedades y beneficios
El pomelo es rico en agua (casi el 90% de su peso) y muy bajo en calorías, solo aporta unas 42 calorías por 100 gramos, por lo que está indicado si quieres adelgazar. Incluso hay estudios que afirman que el consumo de pomelos puede ayudar a reducir el perímetro de la cintura.
Es muy rico en vitamina C (contiene 45 mg por 100 gramos) y con un zumo de pomelo ya puedes conseguir la cantidad diaria recomendada de esta vitamina, que:
- Favorece la formación de colágeno, proteína indispensable para el pelo, la piel, las uñas, las encías, los huesos, los ligamentos, los tendones, el cartílago y las arterias.
- Mejora la absorción de minerales como el hierro y el zinc.
- Contribuye a la reducción del cansancio.
El pomelo también es rico en flavonoides, que junto con la vitamina C y la A, le confieren una fuerte acción antioxidante que protege frente a los radicales libres, refuerza el sistema inmunitario y previene el riesgo de infecciones. Además, los pomelos rosados contienen licopeno, el mismo antioxidante presente en el tomate.
El sabor amargo del pomelo se lo da la naringenina, un tipo de flavonoide que estimula la función hepática, ayuda al hígado a descomponer las grasas y lo convierte en un excelente depurativo. También contiene limonoides, unas sustancias antioxidantes que ayudan a reducir el colesterol LDL y promueven la formación en el hígado de la enzima glutatión-s-transferasa, que facilita la eliminación de varios compuestos tóxicos.
El pomelo también tiene propiedades antisépticas y se ha visto que el consumo habitual de pomelos puede ayudar a reducir la tensión arterial.
Pomelo: cointraindicaciones
El pomelo interfiere con algunos medicamentos y puede aumentar sus efectos (también sus efectos secundarios), como los medicamentos para bajar el colesterol (estatinas), los que se usan para reducir la presión arterial (antagonistas del calcio) o los inmunosupresores. Es por ello que las personas que toman medicación deben evitar el consumo de pomelo en todas sus formas: entero, en zumo, congelado…
Esta interacción con los medicamentos se debe a que las furanocumarinas, una sustancia química presente en los pomelos, reduce la actividad de una enzima (CYP3A4) que participa en la metabolización de algunos medicamentos. Esto puede hacer que el medicamento pase del intestino al torrente sanguíneo más rápido de lo normal. En el prospecto del medicamento suele alertar de las interacciones, pero si tienes dudas consulta a tu médico.
Por otro lado, tampoco deberían comer pomelo de forma habitual las personas que tienen gastritis, esofagitis o úlceras pépticas puesto que estimula la producción de jugos gástricos.
Cómo tomar el pomelo
El pomelo es una fruta muy versátil y pude tomarse entero, en zumos, batidos, en forma de mermelada, o puede utilizarse para la preparación de muchos platos como salsas, vinagretas, marinados, ensaladas…
La cáscara del pomelo puede utilizarse también para preparar infusiones.