Si eres amante de las plantas y buscas una especie que no solo aporte un toque de color a tu jardín, sino que también tenga un crecimiento imponente y una belleza deslumbrante, ¡estás en el lugar indicado!
Se trata de una planta que, cuando florece, se convierte en un centro de atención. Con su capacidad para crecer rápidamente, es un placer para la vista y, además, atrae una variedad de polinizadores que llenan de vida tu jardín.
Es sorprendentemente resistente y se adapta bien a diferentes climas y tipos de suelo. De hecho, es conocida por su habilidad para crecer en condiciones que otras plantas encontrarían difíciles, lo que la convierte en una opción ideal tanto para jardineros novatos como para expertos.
Una planta gigante llena de flores en tu jardín: la malva real
Originaria del Mediterráneo oriental, la malva real (Alcea rosea) es famosa entre los jardineros por sus flores grandes y de colores llamativos. También se conoce como malvarrosa, malva loca o altea.
Posee tallos que se mantienen erguidos y pueden alcanzar los dos metros de altura. En la parte inferior crecen hojas y peludas. A lo largo de los tallos se disponen sus flores grandes, con pétalos de unos 4 cm de longitud.
Cultivar malvas reales
Las malvas reales se siembran en primeras, pero las plantas ya cultivadas que puedes encontrar en un garden center se pueden plantar de mayo a septiembre.
Se pueden cultivar tanto en parterres como en macetas en el balcón o la terraza. Sin embargo, con esta última opción debes asegurarte de elegir un contenedor que ofrezca suficiente profundidad, unos 40 cm, y unos 20-30 cm de diámetros por lo menos.
Ubicación y tierra
Lo mejor es elegir un lugar soleado o de semisombra en el jardín. El suelo no debe ser demasiado firme. Si en tu jardín la tierra es densa, arcillosa, puedes aflojarla con un poco de arena.
En maceta, le gusta un sustrato bien drenado, rico en materia orgánica y ligeramente alcalino. Puedes mezclar tierra con compost y un poco de arena para mejorar el drenaje.
Para fertilizarla, es suficiente con añadir una capa de compost una vez al año, en primavera.
Riego
Después de la siembra o el trasplante, es importante asegurarse de mantener la tierra uniformemente húmeda. Una vez que la planta se haya asentado, debes evitar que el sustrato se seque.
Una capa de mantillo ayuda a que la humedad no se evapore. Es importante no regar las malvas reales sobre las hojas para evitar enfermedades.
La frecuencia ideal de riego depende del clima y del lugar donde la tengas, pero en otoño e invierno es suficiente con regarla cada diez días. En primavera y verano se riega dos veces por semana.
Al regar, asegúrate de que el agua llegue a las raíces, pero evita que se acumule en la base para prevenir la pudrición de raíces.
Poda
Después de la floración, las plantas se pueden podar a diez centímetros del suelo. Si deseas que las plantas vuelvan a producir magníficas flores el próximo año, la poda debe realizarse inmediatamente después de la floración.
Si dejas las inflorescencias por mucho tiempo, se formarán semillas, lo que inhibe el potencial de floración de la planta.
Propagación
Como regla general, la planta perenne se reproduce por sí sola. Para ello no cortes las cabezas de las semillas durante el invierno.
Si deseas plantar las semillas en un lugar diferente, puedes recolectarlas a finales del verano y sembrarlas en el lugar deseado.
El final de la primavera también es el momento adecuado para el trasplante.
Hibernación
Si cultivas las plantas en macetas y el clima es muy frío, es una idea envolver las macetas con yute.
Enfermedades y plagas
Una enfermedad común que afecta a las malvas reales es el hongo de la roya.La enfermedad puede reconocerse por las manchas anaranjadas en los pétalos. Las hojas y flores infectadas deben retirarse y desecharse inmediatamente.
En general, las malvas reales enfermas no se recuperan fácilmente. Es mejor que te esfuerces por mantener las plantas sanas.
Una planta Amiga de las abejas
Tanto a las abejas como a otros insectos polinizadores les gusta volar hacia las flores de las malvas reales. El polen de la planta es una valiosa fuente de alimento para los insectos.
La situación es diferente con las variedades con varias capas de pétalos. Estas no se consideran aptas para las abejas. Las flores gruesas tienen un aspecto impresionante, pero los estambres están atrofiados y también quedan ocultos por los numerosos pétalos.
Son, por tanto, recomendables las variedades simples:
- ‘Nigra’: Conocida por sus flores de color púrpura oscuro casi negro, lo que la hace una de las variedades más llamativas.
- ‘Halo’: Estas malvas tienen flores simples con centros contrastantes en colores como rosa, blanco, amarillo y rojo.
- ‘Creme de Cassis’: Tiene flores bicolor con tonos púrpuras y crema que le dan un aspecto delicado.
- ‘Happy Lights’: Una variedad que produce flores de colores variados, como blanco, rosa, rojo, y amarillo, todas con una sola capa de pétalos.