Enclavado en el corazón de la provincia de Tarragona, en el municipio de Gandesa, en la comarca de Terres de l'Ebre, se encuentra un tesoro natural que aún permanece relativamente desconocido para el turismo masivo: las piscinas naturales de La Fontcalda.
Se trata de un verdadero oasis termal entre las sierras de la Mola y el Crestall. El río Canaletas, que atraviesa la zona, ha esculpido a lo largo de milenios un impresionante cañón de roca caliza, creando un paisaje de ensueño, casi único en el mundo, que sirve de marco a este balneario natural y... gratuito.
Cómo llegar a La Fontcalda
El recorrido hasta llegar a La Fontcalda o Fuente de los Chorros, como también se la conoce popularmente, es parte de la experiencia. Una sinuosa carretera de montaña conduce a los visitantes a través de un entorno natural sorprendente por su belleza.

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Para llegar a La Fontcalda desde Gandesa, se debe tomar la carretera C-43 en dirección a Pinell de Brai-Tortosa. Tras un trayecto de unos 30 minutos por una carretera de montaña, se llega al balneario, que cuenta con un amplio aparcamiento junto al santuario.
También puedes llegar a pie o en bici por la Vía Verde saliendo de la estación de Prat de Comte, por ejemplo. Es un trayecto corto, de menos de 1 km, llano, bien pavimentado y encantador.
Una piscina natural de aguas termales
Lo que hace verdaderamente especial a La Fontcalda son sus aguas termales, de ahí que podamos incluirla entre los bonitos y prácticos balnearios gratuitos al aire libre más recomendables que podemos encontrar en España.

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Las aguas termales de la Fontcalda emergen a una temperatura constante de alrededor de 28 °C. Estas aguas cálidas se mezclan con el agua de las pozas donde el agua está más fresca, pero bañarse continúa siendo un placer.

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La temperatura no es la única característica destacable de estas aguas. Su composición mineral les confiere propiedades medicinales que han sido apreciadas desde tiempos antiguos. Ricas en cloruro, carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico, estas aguas son conocidas por sus efectos terapéuticos.
Un balneario natural único
La Fontcalda no es un balneario convencional. La naturaleza ha creado aquí una serie de piscinas naturales que se extienden a lo largo del cauce del río Canaletas.
Estas formaciones, erosionadas durante siglos por la acción del agua, ofrecen a los visitantes la oportunidad de disfrutar de un baño termal en un entorno completamente natural.
El Santuario de la Virgen de la Fontcalda
Junto a las piscinas naturales se alza el Santuario de la Virgen de la Fontcalda, una construcción del siglo XIV que continúa siendo hoy en día un lugar de peregrinación y devoción donde se celebran misas y romerías.

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La leyenda explica que un pastor encontró una imagen de la Virgen y se la llevó a su casa, pero esa imagen desaparecía y volvía al lugar inicial, por lo que se concluyó que la Virgen no quería abandonar su sitio y se decidió construir allí una capilla.
Actividades y experiencias
Para los amantes del ciclismo, La Fontcalda es una parada obligada en la Vía Verde de la Terra Alta.

Vía Verde de la Terra Alta
@terraaltaturisme
Esta ruta cicloturista, que aprovecha el trazado de una antigua vía férrea, conecta Tortosa con la Puebla de Híjar en Aragón, ofreciendo un recorrido lleno de atractivos paisajísticos.
Cuándo ir
Aunque La Fontcalda puede visitarse durante todo el año, la mejor época para disfrutar plenamente de sus aguas es entre la primavera y el otoño. Durante el verano, el lugar cuenta con servicios adicionales como un bar y duchas.
Es importante tener en cuenta que La Fontcalda puede estar bastante concurrida durante los fines de semana de verano. Para una experiencia más tranquila de conexión con la naturaleza, se recomienda visitar el lugar entre semana o fuera de la temporada alta.