Incluso en los meses más fríos, puedes llenar tu hogar de color y fragancia cultivando bulbos de jacinto en agua. Con solo un vaso de agua o un recipiente especial para jacintos, estas flores desarrollan raíces en 6 a 8 semanas y abren sus espectaculares flores poco después.

Aunque todos los bulbos de flores, como tulipanes, narcisos y azafranes, pueden cultivarse en agua, los jacintos destacan por la fortaleza y elegancia de sus raíces y la belleza de las flores. 

Una tradición con historia

El cultivo de jacintos (Hyacinthus orientalis) en agua tiene una larga tradición que se remonta al siglo XVIII. En esa época, los jacintos eran flores de moda, y su popularidad llevó incluso a que se especulara económicamente con sus bulbos, algo similar a la famosa "tulipomanía" del siglo XVII. Este interés por los jacintos continuó hasta bien entrado el siglo XIX, consolidando su lugar en la jardinería decorativa.

Hoy sigue siendo una técnica que puedes aplicar fácilmente en casa. Es ideal para decorar con tus jacintos el alféizar de tus ventanas.

Cómo forzar bulbos de jacinto en agua paso a paso

Primero hay que forzar el crecimiento de las raíces de los bulbos. 

1. Elige los bulbos adecuados

Para obtener mejores resultados, utiliza bulbos preparados específicamente para el cultivo en agua. Estos bulbos han sido sometidos a un tratamiento térmico que les permite florecer más rápidamente que los no tratados.

El momento ideal para comenzar el proceso es en las semanas previas a Navidad, ya que después es difícil encontrar estos bulbos en tiendas.

2. Prepara el recipiente

  • Recipientes especiales: los vasos de vidrio para jacintos están diseñados para sostener el bulbo en la parte superior, donde se mantiene seco, y permitir que las raíces crezcan en el agua. Están disponibles en una amplia variedad de colores en las tiendas de jardinería.
  • Alternativas caseras: si no tienes un recipiente especial, puedes improvisar una cesta con alambre o ramitas para sostener el bulbo y colocarlo sobre el frasco con agua. Otra opción es llenar el vaso con canicas o guijarros, que se encargarán de sostener el bulbo y mantenerlo separado del agua.
  • También existen vasos con tapa que puede sujetar el bulbo, impidiendo que se sumerja. 

3. Llena el recipiente con agua

 El agua debe haber sido previamente hervida y enfriada. Echa en el agua unos centímetros cúbicos de fertilizante líquido orgánico. 

4. Ubica los frascos en un lugar fresco y oscuro

Lleva los recipientes con los bulbos preparados a un lugar oscuro y fresco, como un sótano o una galería sin luz directa. La temperatura ideal es de entre 5 y 9 °C. Para asegurarte de que no les da la luz, puedes cubrirlos con una caja de cartón.

Coloca los frascos sobre una tabla de madera o cartón, nunca directamente sobre superficies frías como piedra o cemento, para evitar que el frío dañe las raíces.

Cuando los jacintos están listos para la luz

Solo tras desarrollar raíces fuertes puedes exponer los jacintos a la luz. Sin embargo, es preferible mantenerlos en un sitio fresco hasta que aparezcan pequeños brotes verdes.

Vasos especiales para jacintos

Jacintos en vasos especiales para el cultivo en agua junto a la ventana.

iStock. Urilux

1. Protégelos al inicio

Para ayudar a las plantas a adaptarse gradualmente a la luz, cúbrelas con pequeños sombreros de papel enrollado o comprados en tiendas. Estos sombreros protegen los brotes del sol directo y favorecen su crecimiento saludable.

Quítalos cuando los brotes crezcan lo suficiente como para levantarlos por sí mismos.

2. Cuida el riego

Es necesario rellenar ocasionalmente el agua evaporada, especialmente cuando los brotes comienzan a crecer hacia arriba. Utiliza agua hervida y enfriada para evitar problemas.

3. Prolonga la floración

Las flores abiertas duran más si mantienes los frascos en un lugar fresco por la noche. De esta forma, disfrutarás más tiempo de su fragancia y belleza.

Después de la floración

Una vez que los jacintos terminan de florecer, puedes plantarlos en el jardín o en el balcón para que sigan creciendo. Es importante no quitar las hojas, ya que estas ayudan a la planta a almacenar energía para futuras floraciones.

¡Con esta técnica disfrutarás de flores deslumbrantes en pleno invierno!