Este tercer fin de semana de julio la Luna llena ilumina el cielo regalándonos el segundo plenilunio del verano. Llega para ser exactos el domingo 21 de julio a las 12:17h del mediodía, hora peninsular española, según datos del Observatorio Astronómico Nacional. En ese momento la Tierra, el Sol y la Luna se alinean, con la Tierra en medio, de modo que la cara visible de la Luna, la que mira hacia la Tierra, queda completamente bañada por los rayos del sol.
Tanto la noche del sábado al domingo como la noche del domingo al lunes si miras al cielo podrás disfrutar de la Luna completamente iluminada. El sábado asomará por el horizonte hacia las 21:30 y el domingo cuarenta minutos más tarde, pasadas las diez. Ambas noches lo hará con más de un 99,5% de iluminación.
Si estás acostumbrado a contemplar la Luna llena, quizá te des cuenta de que la Luna parece más grande y brillante de lo habitual, aunque no tanto como cuando se produce una superluna. Y es que el perigeo, el momento de la órbita lunar en que nuestro satélite se encuentra más cerca de la Tierra, se produce cerca de este plenilunio, pero no lo suficientemente cerca como para que se considere superluna. Tendrá lugar, concretamente, el miércoles 24 de julio.
A esta Luna llena de julio se la conoce como Luna llena de Ciervo, aunque también por otros nombres como Luna de Trueno o, en la tradición budista, Luna del Gurú. Te contamos por qué y otros detalles para que la disfrutes al máximo.
Si quieres meditar en Luna llena, en este vídeo encontrarás una sugerente propuesta para hacerlo:
Luna llena de julio 2024: cómo será
La Luna llena de Ciervo tendrá lugar el domingo 21 de julio hacia las 12:17 hora peninsular española. Aunque se marca una hora exacta, se considera que la fase de Luna llena abarca hasta doce horas antes y doce horas después de esa Luna, así que en España disfrutaremos durante dos noches seguidas, todo el fin de semana.
La Luna de Ciervo de 2024 es la segunda Luna llena de este verano, pues la Luna llena de junio tuvo lugar justo después del pasado solsticio de junio.
Irá precedida el día anterior por el momento de máximo acercamiento a la Tierra del brillante cometa 3P/Olbers, visible con telescopio o binoculares desde el pasado 30 de junio.
El color de la luna llena de julio
Es una Luna llena que suele adquirir tonos anaranjados o rosados y podría ser que, por eso, en la tradición europea, se la haya conocido también como "Luna rosa". Según la Nasa, la órbita de la Luna alrededor de nuestro planeta se encuentra prácticamente en el mismo plano –con una diferencia de no superior a cinco grados– que la órbita de la Tierra en su viaje alrededor del Sol. En el solsticio de verano el Sol alcanza su mayor altura en el firmamento. Cuando se produce la Luna llena, la Luna se encuentra en el punto opuesto al Sol, y por lo tanto a muy poca altura en esta época del año.
Especialmente en las latitudes altas, cuando la Luna llena brilla a poca altitud puede adquirir tonalidades rojizas, anaranjadas y rosadas parecidas a las que tiñen el amanecer o el atardecer, provocadas por la dispersión de la luz al atravesar la atmósfera y chocar con las partículas que flotan en ella.
El espectáculo sigue al día siguiente
Al día siguiente, el lunes 22 de julio, los expertos animan a buscar el planeta Mercurio después del atardecer en la constelación de Leo. Por la mañana se producirá la máxima elongación de Mercurio por el este, es decir, el momento en que este planeta aparece más lejos del Sol en el cielo.
La segunda Luna de las 4 que tendrá este verano
Como la Luna llena de junio cayó tan cerca del solsticio de verano, este año 2024 habrá tiempo para que se produzcan cuatro Lunas llenas: la de junio, esta segunda luna llena de julio, la luna llena de agosto y también la de septiembre, que se producirá justo antes del equinoccio de otoño. A la tercera de estas cuatro lunas llenas del verano, la del 19 de agosto, se la conoce como "luna azul estacional".
Otra curiosidad de las cuatro lunas llenas de este verano es que, entre ellas, dos serán superlunas según los criterios más extendidos para considerar que se produce este fenómeno. Como habrás imaginado, son la de agosto y la de septiembre, puesto que no hubo superluna en junio ni la tenemos, como hemos visto, este mes de julio.
Luna de ciervo: por qué se llama así a Luna llena de julio
Durante siglos el ser humano ha observado la Luna como referencia temporal y aliada a la hora de planificar sus tareas. Muchas culturas le han dado incluso nombres en cada mes del año. Una de las tradiciones cuyos nombres más se han popularizado es la norteamericana, en la que abundan nombres diferentes de la Luna para cada mes que utilizaban los diferentes pueblos nativos. Algunos de ellos han hecho fortuna en los medios y ya a nadie extraña oír hablar de la Luna de flores, la La de fresa, la Luna de cosecha o la Luna que nos ocupa aquí, la Luna de Ciervo.
Aunque los nativos norteamericanos se referían con esos nombres a la Luna de todo el mes, ahora el nombre ha pasado a utilizarse solo para la Luna llena. Sin embargo, tener en cuenta ese uso original nos da una idea más clara de cómo el objetivo de los nombres de la Luna era reflejar lo que sucede en la naturaleza en cada época del año y guiar las actividades humanas.
El nombre de Luna de Ciervo es solo el más destacado de los que se recogen en The Old Farmer's Almanac, que bebe de esa tradición norteamericana, y hace alusión al momento del año en que los ciervos macho suelen renovar sus astas. Sin embargo, no es el único nombre que recibe esta Luna llena.
Otros nombres de la Luna llena de julio
Otros nombres empleados para esta Luna de julio son Luna de heno, en alusión a la cosecha del heno en esta época en la tradición anglosajona; Luna llena del trueno, por la probabilidad de tormentas eléctricas en esta época del año; Luna del salmón, por ser la época en que los salmones regresaban río arriba; o Luna de las bayas o de la frambuesa.
Significado espiritual de la Luna llena de ciervo
Desde el punto de vista de la astrología y también desde la perspectiva del calendario lunar biodinámico cada año rigen unas energías determinadas según dónde se sitúa la Luna en el cielo en relación a otros astros.
Desde el punto de vista de la astrología, se considera que esta Luna llena está en Capricornio, como el año pasado. Según Marga Roldán, ingeniera agrónoma especializada en astrología evolutiva, "si la energía de la Luna llena del mes pasado no llegó a calar en ti, este año tienes una nueva oportunidad para equilibrar los logros materiales con la seguridad emocional". De acuerdo con esta experta, la energía capricorniana de esta Luna llena facilita la cosecha del esfuerzo realizado en la última mitad del año e impulsa a cosechar el reconocimiento, los logros y las metas logradas.
Su recomendación durante estos días es "observar si sentimos más ganas de seguir con nuestro camino agradeciendo lo obtenido y proyectando sin límites todo aquello que deseamos generar en los próximos meses".
"Aprovecha esta fuerza de meticulosidad y organización, durante este mes de relajación y disfrute, para seguir plenamente conectado con ese fascinante relojero que todos llevamos dentro y que es capaz de montar con total precisión un camino de vida concreto y en línea con nuestro propósito", añade.
La influencia de esta Luna se tiene en cuenta también en el calendario lunar biodinámico a la hora de hacer recomendaciones sobre cuáles son los mejores cuidados de belleza, huerto y hogar para estos días. Puedes consultarlos en este calendario lunar semanal del 15 al 21 de julio.
En el budismo esta Luna es sagrada
La Luna llena de julio es para budistas, hindúes y jainistas lo que se conoce como Luna llena del Gurú, y es importante porque con ella se celebra la claridad mental y la iluminación.
En algunas ramas del budismo, como el budismo teravada, el día en que se produce esta Luna llena se conoce como Día del Dharma, en el que se celebra el primer sermón que pronunció Buddha después de alcanzar la iluminación. Los monjes budistas de esta tradición empiezan en este día un retiro anual que se prolonga durante la estación más lluviosa, hasta tres meses.