Dos estudios, realizados con pocos meses de separación, han probado que los alimentos de soja fermentados, como el miso y el natto, son capaces de reducir la mortalidad por todas las causas y especialmente las causadas por enfermedades cardiovasculares.
Los hombres y mujeres que consumen distintos productos de soja fermentada disfrutan de una incidencia menor de enfermedades cardiovasculares y muertes prematuras, según los investigadores del Centro Nacional del Cáncer (Japón).
Los alimentos fermentados a base de soja más consumidos son el natto, el miso, el tempeh y el tamari.
- El natto se elabora con habas de soja que se fermentan con Bacillus subtilis. Este alimento se puede elaborar en casa y te lo mostramos en este artículo: El natto alarga la vida, ¿conoces la receta?
- El miso es una pasta que se utiliza como condimento y que se consigue fermentando las habas de soja con Aspergillus oryzae o Aspergillus sojae (encontrarás cómo se prepara una sopa de miso en el siguiente artículo: 5 sopas de otoño que reconfortan tu cuerpo). El líquido sobrante en este proceso es la salsa tamari de mayor calidad (también se puede elaborar de manera independiente).
- El tempeh, por su parte, se prepara con las habas y el hongo Rhizopus oligosporus.
La soja fermentada reduce el riesgo de muerte prematura en un 10%
La investigación, publicada en el British Medical Journal, siguió las dietas y la salud de 92.915 hombres y mujeres japoneses de entre 45 y 74 años durante un promedio de 15 años. Durante este tiempo, murieron 13.303 de los participantes del estudio.
Después de controlar otros componentes de la dieta, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el consumo de alcohol y otros factores, los autores del estudios determinaron que los que habían consumido más alimentos de soja fermentados tenían un riesgo 10 por ciento menor de muerte por cualquier causa.
El efecto era mayor con el natto, muy probablemente a que su contenido en sodio es mucho menor que el miso, por ejemplo, que se puede utilizar como sustituto de la sal.
Uno de los autores del trabajo, la doctora Norie Sawada, recomienda la soja fermentada especialmente por su efecto sobre las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en los países económicamente desarrollados.
El natto es el alimento fermentado más beneficioso
La segunda investigación, que confirma los resultados, se realizó con 79.648 participantes y concluyó que las mujeres se benefician especialmente del consumo de productos de soja fermentados. Los autores señalan que cuanta mayor es la cantidad que se consume, menor es el riesgo de sufrir un infarto cerebral o una enfermedad cardiovascular.
El natto fue, de nuevo, el alimento fermentado que apareció como más beneficioso en el trabajo publicado por el British Medical Journal. También se apreció una relación entre contenido de isoflavonas y reducción del riesgo de enfermedad. Ninguno de los estudios observó beneficios similares en los productos de soja no fermentados.
Los alimentos de soja fermentados aportan microorganismos vivos (siempre que no se cocinen), que enriquecen la microbiota intestinal. Ofrecen también distintas cantidades de isoflavonas, compuestos antioxidantes con propiedades similares a las hormonas femeninas.
El natto y el tempeh son ricos en proteínas (18 y 15 g por cada 100 g, respectivamente) y se pueden utilizar como alternativas a la carne o el pescado.
El miso y el tamari se pueden emplear como condimentos en, por ejemplo, sopas templadas (se añaden después de la cocción) o salsas de acompañamiento.
Referencias científicas: