EI mar, el sol, la arena y el aire tienen efectos muy positivos sobre la salud. La talasoterapia consiste precisamente en la aplicación de estos elementos, especialmente el mar, para fortalecerse o aliviar algunos problemas de salud.
Aunque existen centros y profesionales especializados en su aplicación, cualquiera puede sacar el máximo provecho de un día de playa teniendo en cuenta sólo algunas cosas.
El mar reequilibra a todos los niveles
El efecto del mar no es ligero o superficial, sino todo lo contrario. Es una medicina poderosa, pero sin efectos secundarios. Se puede decir que los baños potencian las capacidades autocurativas del organismo.
No es extraño, pues el mar no actúa como una medicina corriente, con un único principio activo, sino que reúne un conjunto de propiedades que se combinan casi mágicamente: el cambio de temperatura que provoca, la composición mineral y la presión del agua, la ionización de la atmósfera... todo se conjuga para producir un efecto reequilibrante en el organismo.
Después de unos días de baños, los cambios se pueden detectar en un simple análisis de sangre, pero la acción llega hasta los estratos más profundos del organismo, como el líquido celular, donde se desarrollan todos los procesos químicos fisiológicos.
Este efecto del mar no tiene nada de sorprendente: es el elemento del que procede la vida. En él se encuentran diluidas todas las sustancias presentes en el planeta y todas las que componen un cuerpo humano.
Cómo actúa el mar sobre el cuerpo al bañarse
Nadar es uno de los ejercicios más saludables, y hacerlo en el mar multiplica sus beneficios: activa la circulación, mejora la capacidad respiratoria, y la movilidad, fortalece los huesos y ayuda a eliminar toxinas.La simple inmersión en el agua, rica en sales y oligoelementos, ya se traduce en múltiples efectos positivos que pueden mejorar los problemas de salud.
Veamos qué sucede en el organismo cuando nos sumergimos en el mar, aunque ya te adelantamos que no vale hacerlo de cualquier manera. Más abajo descubrirás que para que el baño de mar te siente bien tiene que cumplir algunas sencillas condiciones.
¿Qué efectos tiene el mar, pues, sobre el organismo?
1. Modifica la composición de la sangre
El número de glóbulos rojos o hematíes -las células que sirven para transportar el oxígeno a todos los rincones del organismo- aumentan aproximadamente entre un 5 y un 20 % después de una cura de mar.
Todavía en mayor proporción aumenta la cantidad de glóbulos blancos, que son las células defensivas encargadas de luchar contra los agentes infecciosos.
También bajan los niveles de azúcar.
En consecuencia, el baño de mar es útil para las personas con el sistema inmunitario debilitado, con anemia o con niveles altos de azúcar.
2. Tonifica el cuerpo... y el ánimo
El estímulo sobre el sistema nervioso y circulatorio, junto con el efecto de los iones negativos de la atmósfera marina, producen sensación de bienestar físico, relajación y buen ánimo. Por eso la talasoterapia conviene en estados de depresión leve, estrés o agotamiento intelectual.
3. Te ayuda a respirar mejor
La humedad del ambiente marino fluidifica las secreciones, algo conveniente en el tratamiento de las alteraciones de las vías aéreas superiores: rinitis, vegetaciones, sinusitis ... En estos casos, no obstante, hay que evitar los baños fríos y no abusar de las curas de sol.
4. Te obliga a hacer ejercicio sin forzar las articulaciones
Para moverse dentro del agua hace falta menos esfuerzo, por lo que las personas con problemas pueden realizar un ejercicio físico más intenso.
El esfuerzo necesario para mantener el equilibrio ante el vaivén de las olas también tonifica los músculos.
Además el mar tiene un efecto analgésico indicado para las personas con dolores musculares, articulares, vertebrales, reumáticos, circulatorios, postraumáticos y postquirúrgicos. Los tratamientos con aguas marinas calientes y lodos que se efectúan en los centros de talasoterapia están muy indicados para las personas reumáticas. De hecho, se ha comprobado que el agua del mar puede frenar el avance del reúma a largo plazo, sobre todo si el tratamiento se acompaña de una dieta y hábitos saludables.
5. Activa la circulación
El agua fresca del mar y la posterior adaptación del cuerpo producen un beneficioso masaje sobre el sistema circulatorio: primero la sangre fluye hacia la piel y luego retoma hacia los órganos y el interior del cuerpo.
Además, la presión que ejerce el agua sobre el cuerpo es mayor cuanto más cerca se está del fondo y menor cuanto más cerca de la superficie, lo cual ejerce un masaje gradual que favorece la circulación de retorno, muy útil para las personas con problemas circulatorios en las piernas. Los que sufren hipertensión ligera también salen beneficiados.
6. Te regala sus minerales
El líquido interior de las células es el medio en el que se desarrollan los procesos bioquímicos, por lo que su estado tiene gran influencia sobre la salud. El baño de mar influye al aportar una gran cantidad de sales minerales en pequeñas dosis.
Estos minerales se filtran a través de los folículos pilosos y las glándulas sebáceas y sudoríparas de la piel. Los minerales intervienen en los procesos enzimáticos que sirven para asimilar nutrientes, elaborar tejidos o sintetizar hormonas y vitaminas. Este efecto es útil para las personas convalecientes, debilitadas o desmineralizadas.
La composición mineral del agua de mar es la clave en este sentido. El cloro y el sodio son los que se encuentran en mayor cantidad, pero son las sales con menor presencia las que tienen un efecto terapéutico más interesante. Los oligoelementosson necesarios en dosis muy pequeñas e influyen sobre multitud de funciones orgánicas.
7. Regula algunas hormonas
El sistema hormonal uno de los principales sistemas de información del cuerpo, porque comunica los distintos órganos del cuerpo entre sí y con el cerebro.
El yodo que contiene el agua del mar estimula de manera especial la tiroides, una glándula que influye sobre el metabolismo. El mar también actúa sobre el resto de glándulas: las sexuales, las suprarrenales y la hipófisis (ésta última gracias a la luz del sol).
Por lo tanto, numerosos problemas que están relacionados con el mal funcionamiento de alguna de estas glándulas pueden ser tratados de forma adecuada con la aplicación de baños de mar.
8. Te relaja y aumenta la sensación de bienestar
Los cambios de temperatura y la acción de las sales cristalizadas sobre la piel producen un estímulo general sobre todos los sistemas y órganos del cuerpo, pues están interconectados por el sistema nervioso. Así se favorece el equilibrio del sistema vegetativo, que rige todos los procesos fisiológicos, y una sensación de bienestar general.
El efecto estimulante del mar, que es mayor en las playas del norte y en las atlánticas; está indicado en el cansancio físico o intelectual, la debilidad inmunitaria y la convalecencia.
8. Es una cura para tu piel
Las sales y el sol curten y regeneran la piel. Es especialmente importante los efectos desinfectante del sol y el drenante del mar para limpiar las impurezas. Así, las úlceras en la piel, el lupus, el acné y, sobre todo, la psoriasis son algunas de las principales indicaciones de los baños de mar, pues pueden obtenerse resultados sorprendentes.
9. Acelera el metabolismo
El efecto del mar sobre la circulación y la necesidad de adaptarse al cambio de temperatura sirven para aumentar el ritmo del metabolismo y, por tanto, la capacidad del cuerpo para obtener nutrientes de los alimentos. El efecto sobre el metabolismo resulta útil para las personas obesas o delgadas en extremo.
A su vez, el aire marino aporta cantidades significativas de yodo, que actúa sobre la tiroides, una glándula que regula el metabolismo. Se incrementa especialmente la asimilación de las proteínas y se regula el equilibrio ácido-baseen el organismo, fundamental para que no se desarrollen procesos degenerativos.
Cómo bañarse en el mar par aprovechar estos beneficios
Al bañarse normalmente la única precaución que se toma es la de evitar las dos horas posteriores a la comida principal. El objetivo es evitar el temido corte de digestión, que se puede producir si se somete el cuerpo a un cambio de temperatura demasiado brusco.
Sin embargo, si quieres maximizar los beneficios del mar, sigue estos pasos cuando vayas a zambullirte en él.
1. Haz un poco de precalentamiento
Antes de introducirse en el agua conviene hacer un poco de ejercicio físico en la orilla y tomar un poco el sol para entrar en calor. Es suficiente con andar a paso ligero por la orilla durante un rato.
2. No le temas a la zambullida
La entrada debe ser rápida. Nada de ir poco a poco y con miedo, o empezar por los pies para adentrarse después de un rato. También ha de ser completa: hay que zambullirse. Así se obtienen los efectos más favorables.
3. Respeta La duración ideal de un baño en el mar
Como norma general, será más breve cuanto más fría y agitada se encuentre el agua.
Así, en playas de aguas y vientos frescos, como las cantábricas y atlánticas, el baño no debería alargarse más de cinco minutos.
En cambio, en aguas templadas como las mediterráneas, con sol y aire cálido, se puede permanecer en el agua hasta 15 o 20 minutos
4. Evita el escalofrío
Siempre hay que evitar el llamado "escalofrío secundario", que sobreviene si se permanece demasiado tiempo en el agua o esta se haIla demasiado fría.
El "primario" es la impresión que se produce inmediatamente al entrar en el aguay es debido al cambio de temperatura. Luego el cuerpo se adaptay enseguida se siente uno cómodo.
Pero no hay que permanecer en el agua tanto tiempo como para que se vuelva a sentir frío (el "escalofrío secundario") que anula parte de los efectos positivos del baño.
5. Báñate a diario varias veces, pero no te excedas
Aunque en verano es común bañarse frecuentemente en el mar para refrescarse, para obtener beneficios bastan entre uno y tres baños diarios. Sin embargo, la talasoterapia exige cierta constancia si se desea aliviar algún problema de salud: la cura debe alargarse entre 15 y 30 días.