Usar bien el lápiz de labios puede ayudar a realzar la forma y el color natural de la boca, destacando las facciones de manera elegante y sutil. Como parte del maquillaje, el lápiz de labios puede ser una forma de expresar tu estilo personal, ya sea a través de colores atrevidos o tonos más naturales y neutros. Por otra parte, un labial de calidad contribuye a que los labios se mantengan hidratados y protegidos.

Sin embargo, si lo usas mal, puede hacerte mayor de lo que eres o empeorar tu aspecto en general. Para que no te pase, ten en cuenta cuáles son los cinco errores que cometen muchas mujeres. 

1.  Olvidarse del primer o fijador

Antes de aplicarte sombra de ojos o maquillaje tienes que ponerte una base para preparar la piel. Con los labios pasa lo mismo.

Un producto prebase o "primer" es un cosmético que se aplica antes del maquillaje para crear una superficie más suave, minimizar imperfecciones, como poros dilatados o líneas finas, y hacer que el maquillaje dure más tiempo.

En el caso de los labios, la prebase ayuda a hidratar y suavizar la piel, previene que el color se "corra" o se acumule en las líneas de los labios, y permite que el labial se adhiera mejor, manteniéndose intacto durante más tiempo. Además, algunas prebases contienen ingredientes que hidratan y protegen la delicada piel de los labios.

Por supuesto, la boca no solamente debe estar limpia y seca, sino también bien cuidada antes de la aplicación. Para cuidar bien la piel de tus labios realízate periódicamente un peeling y aplícate una mascarilla.

El primer o fijador es muy fácil de usar, solo tienes que aplicarlo primero y luego echar mano de la barra de labios.

2. No usar el delineador de labios

Bien, has aplicado la prebase y luego, como se describe anteriormente, el lápiz labial. Pero si has empleado colores fuertes, después de la base debes aplicar el delineador, para finalmente rellenar de color con el lápiz. Esto define claramente el contorno de los labios.

Es muy importante que el delineador de labios tenga siempre el mismo tono que el labial, para que no haya transiciones feas o que el delineador parezca un borde.

3. Elegir el color equivocado

Para garantizar que el lápiz labial no te haga parecer mucho mayor de lo que eres, elegir el color correcto es fundamental.

La regla básica es que la barra de labios siempre debe adaptarse al tono de la piel. Por ejemplo, la piel blanca y fría combina mejor con los azules y morados que con los rojos.  Si tu tez es más bien aceitunada o morena, entonces los tonos como el naranja, el rosa y el coral son perfectos.

También influye el estado de la piel y las formas de la cara. Los lápices labiales muy oscuros y mates pueden enfatizar las líneas finas y las arrugas y hacer que una boca que ya es estrecha parezca aún más delgada.

El lápiz labial fucsia sienta bien a muy pocas mujeres. Según los maquilladores, resalta el enrojecimiento natural de la piel y, en general, resulta poco favorecedor.

4. aplicar demasiadas capas

Aplicar mucho producto con sucesivas pasadas del lápiz no sirve para que quede mejor.  Demasiadas capas de lápiz labial pueden hacer que la "pintura" se escurra y hacen que los labios se vean pastosos.

Es mejor aplicar una capa fina al principio por toda la superficie de los labios, observar el resultado, y retocar donde sea necesario. 

5. olvidarse de las comisuras

Un error muy frecuente es no prestar suficiente atención a las comisuras de la boca y centrarse únicamente en las zonas más carnosas. El color de las comisuras no se corrige solo apretando los labios.

Para que tus labios queden realmente hermosos, colorea con cuidado las comisuras. Puedes usar un pincel de maquillaje. 

Elige un labial con ingredientes naturales

Ya puedes encontrar en tiendas ecológicas labiales con colores muy bonitos, elaborados con ingredientes naturales. 

Ten en cuenta que los lápices de labios convencionales están elaborados con una mezcla de muchos productos químicos que no son inocuos para el organismo. Esto no es deseable en ningún cosmético, pero es más preocupante en los lápices de labios, ya que es prácticamente inevitable ingerir parte del producto.

Los labiales naturales se distinguen porque llevan alguna certificación, como Ecocert o Cosmos.