¿Sabes que todos tenemos el Yin y el Yang? En nuestra cultura occidental nos referimos como energía femenina y energía masculina. Sin embargo, el nombre chino para estos conceptos, Yin Yang, me parece más sencillo porque no entramos en etiquetas que podemos confundir con roles de género. 

El Yin y el Yang es una idea fundamental en la filosofía china que representa la dualidad presente en el universo. Proviene del taoísmo y simboliza cómo fuerzas aparentemente opuestas o contradictorias en realidad están interconectadas y se complementan mutuamente.  Con esta meditación guiada equilibraremos estas energías que conviven en nosotros, permitiéndonos acoger cada una de ellas sin reprimirla.

El yin y el yang, cuando los opuestos se complementan

El símbolo que lo representa es el famoso círculo dividido en dos mitades en forma de "gota", una negra (Yin) y una blanca (Yang), cada una con un punto del color opuesto en su interior. Ambos conceptos engloban diversas características que podrían parecer opuestas a simple vista: 

  • Yin (Negro): Representa la oscuridad, la pasividad, lo femenino, la tierra, el frío, la quietud y la luna. Es asociado con lo receptivo y lo suave.
  • Yang (Blanco): Representa la luz, la actividad, lo masculino, el cielo, el calor, el movimiento y el sol. Es asociado con lo activo y lo fuerte.

Todos en nuestro interior tenemos ambas energías. Esto puede afectar la forma de ser y el carácter, pero también en el físico de la persona. Hay gente que suele tener una naturaleza más yin, por ejemplo, suelen tener las manos y los pies fríos. En cambio, hay personas que tienen una naturaleza más yang, suelen tener siempre calor y su forma de ser es más expansiva. 

Equilibrar nuestras energías sin renunciar a quien somos

Tener ambas energías equilibradas en nuestro interior no significa renunciar a nuestra naturaleza, sino más bien reequilibrarla. Por ejemplo, supongamos que soy una persona muy dada a ayudar a los demás y a entregarme (esto corresponde a la energía yang), pero después soy pésima pidiendo ayuda o dejándome cuidar (necesito activar mi energía yin). Si me dejo cuidar, seguiré siendo entregada, pero conseguiré notarme más equilibrada y apoyada por las personas de mi entorno.

En nuestro interior todo tiene que estar en equilibrio; sin embargo, para cada persona será un equilibrio distinto.

La meditación para abrazar tu contradicción

El Yin y el Yang tienen unos principios básicos:  

  • Dualidad y Unidad: Aunque son opuestos, el Yin y el Yang no pueden existir el uno sin el otro. No hay luz sin oscuridad, ni frío sin calor.
  • Interdependencia: Uno necesita al otro para definirse; no hay Yin sin Yang y viceversa.
  • Transformación mutua: El Yin puede transformarse en Yang y el Yang en Yin según las circunstancias. Por ejemplo, el día (Yang) se convierte en noche (Yin).
  • Equilibrio dinámico: El equilibrio ideal es la coexistencia armoniosa de ambas fuerzas, donde ninguna domina completamente.

Para esta meditación vamos a conectar con nuestra dualidad primero, para sentir que no hay nada malo en ello, porque todos somos seres duales y eso es maravilloso.

  1. Empezaremos con una respiración consciente o pranayama, un ejercicio sencillo mediante el cual llenaremos y vaciaremos los pulmones (dos funciones opuestas y complementarias, como el Yin y el Yang). La respiración nos calmará y nos llevará a nuestro centro.  
  2. Una vez hayamos conectado con la dualidad gracias a la respiración procederemos a equilibrarla mediante una visualización sencilla que espero que te guste y en la que hallarás calma y sosiego. 
  3. Después, practicaremos un ejercicio de máxima aceptación hacia nosotros mismos y nuestra forma de ser.

La intención es que, al terminar la meditación, por ejemplo, te sientas capaz de descansar (si estás trabajando demasiado) o con ganas de trabajar (si estás descansando demasiado). Sea cual sea el desequilibrio que estés experimentando, procuraremos corregirlo. 

Consejos para practicar la meditación

Antes de empezar esta meditación, te recomiendo practicar unos cuantos estiramientos. Llevamos todo el artículo hablando de cómo mantener el equilibrio en nuestras vidas y, precisamente, si solo conectamos o cuidamos de nuestra parte emocional, mental o espiritual, no conseguiremos equilibrarnos.

Debemos comprender que somos un todo y que cuidar de nuestra parte física también es fundamental para alcanzar el equilibrio. Por eso es bueno sumar estiramientos antes o después de la práctica meditativa con el objetivo de atenderte de forma holística. 

Después de la meditación, bébete un buen vaso de agua. Así fomentarás la limpieza de tu cuerpo y el trabajo de equilibrio interior quedará mejor hecho. Si eres una persona que siempre tiene frío, es preferible que sea una infusión con jengibre, por ejemplo, que te ayudará a activar el calor interno. 

Cuándo y cómo practicar la medicación

Esta meditación puedes practicarla muy a menudo. Es un ejercicio fácil y sencillo que te ayudará a tomarte tus días con más calma y serenidad.

Es ideal para hacer en el autobús o en el metro, camino al trabajo o para esos momentos en los que te sientas que necesitas un pequeño respiro. 

Podrías tenerla descargada en el móvil para acceder a ella siempre que la necesites. Recuerda que no debes cruzar piernas ni brazos durante la meditación y que te recomiendo terminarla con una gran sonrisa. 

Deseo que los pequeños trucos que te damos en este artículo te sean útiles y puedas recurrir a esta meditación siempre que lo necesites. Y ahora, ¡a meditar! 

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