Empieza un nuevo curso escolar y, además de preparar todo el material que los niños necesitan para el estudio o apuntarlos a extraescolares, es clave revisar su vista para asegurarnos de que no haya algún problema que pueda repercutir en su rendimiento. Y es que el 30% del fracaso escolar está relacionado con alteraciones de la visión no diagnosticadas, tal y como indica el Consejo General de Ópticos-Optometristas (CGCOO) y ratifican los profesionales del Grupo Federópticos.
La miopía, epidemia del s. XXI
La miopía afecta a entre el 30 y el 40% en niños, de acuerdo con el CGCOO. Se trata de un defecto refractivo que dificulta la visión de lejos y se debe, fundamentalmente, a un alargamiento del globo ocular.
Aunque tiene un componente genético, el uso excesivo de los dispositivos tecnológicos y el aumento del sedentarismo están detrás del aumento de la incidencia de miopía entre niños y jóvenes en los últimos tiempos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una epidemia del siglo XXI.
Si no se detecta y se trata, la miopía puede ir aumentando exponencialmente hasta convertirse en un problema visual serio: por cada dioptría que aumenta, sube el riesgo de sufrir problemas oculares graves como glaucoma, cataratas, desprendimiento de retina o maculopatía miópica en la edad adulta.
La miopía no detectada puede perjudicar al rendimiento escolar de los niños y adolescentes que, al no ver bien de lejos, tienen problemas para seguir las clases. También puede impedirles disfrutar del deporte o conseguir buenos resultados. Todo ello puede repercutir en su estado emocional y crearles inseguridad y pérdida de confianza.
¿Cómo prevenir la aparición de miopía?
Prevenir la aparición y el avance de la miopía pasa por realizar actividades al aire libre y seguir una alimentación saludable, evitando el consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol.
Es importante también mantener una distancia mínima de 35-40 centímetros entre los ojos y la pantalla o el papel y descansar la vista a menudo para mirar a lo lejos. El espacio de estudio de los niños debe estar bien iluminado, preferentemente con luz natural.
¿Cómo frenar la miopía?
Cuando al niño o adolescente se le detecta miopía, existen diversas soluciones para frenar su avance. En Federópticos encontrarás una nueva generación de lentes y tratamientos para reducir la progresión de la miopía en niños y adolescentes:
- Ortoqueratología u Orto-k: es una técnica 100% segura y reversible en la que se utilizan lentes de contacto correctoras mientras el niño duerme para que tenga una visión nítida durante el día sin necesidad de usar gafas ni lentes de contacto.
- Lentes oftálmicas de desenfoque periférico: son muy cómodas ya que se fabrican a medida de la ergonomía visual de cada niño y se ha demostrado su eficacia para detener el aumento de la miopía durante la infancia y la adolescencia
- Lentillas de desenfoque miópico: ralentizan la progresión de la miopía, son fáciles de manejar y dan mayor libertad a los niños para jugar y realizar todo tipo de actividades.