Las joyas de oro pueden perder su brillo con el tiempo. La suciedad, los aceites corporales, los jabones y los cosméticos pueden hacer que se empañen o que simplemente parezcan desgastadas.
El grado de deslustre de las joyas de oro depende de la cantidad de oro que contengan: cuanto menor sea la pureza de la aleación, más rápido se decoloran.
En joyas de aleaciones con plata o cobre, estos metales reaccionan con el sulfuro de hidrógeno en el aire y forman sulfuros, lo que hace que se oscurezca.
¿Cada cuánto se deben limpiar las joyas de oro?
La frecuencia en la limpieza de las joyas de oro depende de su uso y de la exposición a agentes que causen depósitos o acumulaciones de suciedad.
Si las usas diariamente, es recomendable limpiarlas cada uno o dos meses. Las joyas que se usan con menor frecuencia pueden limpiarse anualmente o cuando se necesite.
Cómo limpiar el oro con remedios caseros
Existen paños de limpieza especiales para oro, ideales para pulir objetos grandes como cubiertos o algunas joyas, aunque no son tan útiles para collares o pulseras delicadas.
el truco del papel de aluminio y sal
Este método sirve para realizar una limpieza intensiva, pero no es adecuado si la joya tiene piedras u otros elementos que no sean metálicos:
- Coloca papel de aluminio en una olla y llénala con agua caliente.
- Añade una pizca de sal y sumerge las joyas de oro durante 5 a 10 minutos.
- Enjuaga y seca con un paño de microfibra o un paño especial para limpiar oro.
Te preguntarás como un truco tan sencillo puede ser tan eficaz. La explicación es que la reacción química entre el aluminio, la sal y el agua caliente ayuda a descomponer la suciedad y los óxidos sobre el oro.
Otros remedios caseros que funcionan
Existen también varios productos de limpieza y otros remedios caseros que puedes probar para limpiar tus joyas. A continuación, algunos explicamos algunos de los métodos más efectivos:
Con lavavajillas
- Coloca las joyas en un recipiente con agua tibia y añade unas gotas de lavavajillas (puedes hacerlo con un detergente casero).
- Deja que reposen en la solución durante unos 15 minutos.
- Luego, limpia suavemente las joyas de oro con un cepillo de dientes de cerdas suaves, evitando frotar demasiado para no rayarlas.
- Enjuaga bien el jabón con agua corriente y seca las joyas con un paño suave y sin pelusa.
CON LEVADURA QUÍMICA
Para limpiar joyas de oro ligeramente sucias o descoloridas, puedes recurrir a la levadura química:
- Espolvorea una cucharadita de levadura química sobre un paño suave y sin pelusa.
- Frota las joyas suavemente con el polvo.
- Enjuágalas con agua tibia y pule el oro con un paño limpio.
La eficacia de la levadura química como agente para limpiar el oro se debe a la acción combinada de sus tres componentes:
- Bicarbonato de sodio, que ablanda la suciedad.
- Ácido tartárico (cremor tártaro) u otros ácidos en polvo, como el fosfato de calcio o el pirofosfato de sodio. Estos ácidos reaccionan con el bicarbonato cuando se humedece y se calientan, liberando CO2.
- Almidón, generalmente de maíz, que se agrega para evitar que el bicarbonato y el ácido reaccionen entre sí durante el almacenamiento, además de ayudar a absorber la humedad. Al limpiar funciona como un agente abrasivo muy suave.
Con Bicarbonato de sodio y vinagre
Para decoloraciones intensas:
- Mezcla tres partes de bicarbonato de sodio con una parte de agua hasta formar una pasta.
- Aplica la pasta sobre las joyas y coloca el metal en un recipiente con vinagre de limpieza durante 5 minutos.
- Luego, enjuaga con agua tibia, seca y pule.
Con pasta de dientes y otros productos dentales
La limpieza de joyas de oro con pasta de dientes o con productos para limpiar prótesis dentales es controvertida en ambos casos. Si decides usar pasta de dientes, opta por una que no contenga partículas abrasivas y usa un cepillo de dientes suave para evitar rayones.
Los productos para la higiene dental pueden ser útiles para eliminar la suciedad acumulada en lugares difíciles de alcanzar.
Cuándo es necesaria una limpieza profesional
Si los métodos caseros no logran eliminar la suciedad o la decoloración intensa, puede ser conveniente realizar una limpieza con ondas sonoras (ultrasonidos).
Sin embargo, este método no es adecuado para todas las joyas. Es recomendable consultar a un joyero, especialmente para piezas de diseño complejo o con gran valor sentimental, pues las esmeraldas, el lapislázuli, las turquesas y las malaquitas pueden perder su brillo en un baño de ultrasonidos, mientras que diamantes, zafiros y rubíes pueden resistir mejor este método de limpieza.