La lavanda es una de las plantas más populares tanto por sus usos medicinales, como por su maravilloso olor. Una forma bonita y muy útil de aprovechar la lavanda, que ahora está en plena temporada de floración en España, es elaborando saquitos para refrescar y aromatizar armarios, cajones o cualquier rincón de la casa. Además, tiene propiedades relajantes, con lo que los saquitos de lavanda te ayudarán a descansar mejor si los guardas cerca de la cama, en la mesita de noche. 

Para hacer tus saquitos solo necesitas un poco de lavanda seca, unos retales de tela, hilo y aguja (o una máquina de coser, si tienes). Los tendrás listos en un momento y, además de una increíble fragancia, proporcionarán un toque bonito y decorativo a tu hogar.

Cómo secar la lavanda para los saquitos

Para hacer los saquitos de lavanda puedes comprar lavanda seca (que encontrarás en herboristerías o tiendas especializadas en flores secas) o, todavía más sencillo, puedes secarla tú misma en casa:

  1. Si tienes lavanda en tu terraza o jardín o sales al campo a pasear, coge un ramito, idealmente justo antes de que se abran los capullos cuando las flores son más aromáticas.
  2. Ata el ramito de lavanda con una cuerda o hilo y cuélgalo boca abajo en un lugar oscuro, seco y bien ventilado de tu casa.
  3. Deja que se seque durante unas 3 o 4 semanas y, una vez esté seca, separa con cuidado las flores y ponlas en un recipiente hermético hasta que las puedas poner dentro de los saquitos.

Otra opción un poco más rápida, aunque más delicada, es el secado al sol:

  1. Coloca los tallos de lavanda encima de una superficie de madera en un lugar en el que le dé la luz del sol directa.
  2. Déjalo durante una semana, hasta que las flores se vayan soltando. Debes vigilar que no se moje o humedezca porque podría podrirse.

Cómo hacer saquitos de lavanda paso a paso

Una vez que ya tengas la lavanda seca, puedes empezar a hacer los saquitos. Para ello necesitarás retales de ropa. Puedes usar los que te hayan sobrado de otros proyectos de manualidades o comprar pequeños trozos de tejido (mejor de tejidos naturales, de algodón o lino).

Sigue estos pasos para hacer los saquitos de lavanda:

  1. Corta la tela en una tira de unos 9 centímetros de ancho por unos 18 cm de largo (puedes hacerlo más pequeño si quieres).
  2. Dobla la tela por la mitad, de modo que te quede un cuadrado de 9 centímetros de lado. Si la tela está decorada solo por un lado, asegúrate de que el lado decorado quede dentro.
  3. Cose los lados de la bolsita con hilo y aguja.
  4. Dale la vuelta a la tela, de modo que la parte que has cosido quede dentro y la parte decorada de la tela (si la hay), quede fuera. Puedes planchar las costuras para que queden más planas.
  5. Si tienes maña y te gusta coser, puedes añadir adornos de encaje o cintas para decorar tus saquitos de lavanda.
  6. A continuación, rellena los saquitos con la lavanda seca con la ayuda una cucharita. Puedes añadir un poco de arroz (mezclado con la lavanda) para añadir peso a los sacos y absorber la humedad. Rellena los saquitos de modo que quede más o menos un tercio vacío.
  7. En este punto tienes dos opciones: o bien coser la parte del saquito que quedaba abierta o bien cerrarlos atándolos con una cinta o cordel. Lo mejor es atarlos porque así podrás vaciarlos y reutilizarlos cuando la lavanda seca del interior pierda su aroma.

Si quieres que la fragancia a lavanda sea más intensa puedes añadir unas gotitas de aceite esencial de lavanda a la mezcla o directamente encima de los saquitos.

La lavanda también sirve para repeler insectos, así que te ayudará a mantenlos alejados de tu casa.