La lavanda es una de las plantas más populares tanto por sus usos medicinales, como por su maravilloso olor. Una forma bonita y muy útil de aprovechar la lavanda, que ahora está en plena temporada de floración en España, es elaborando saquitos para refrescar y aromatizar armarios, cajones o cualquier rincón de la casa. Además, tiene propiedades relajantes, con lo que los saquitos de lavanda te ayudarán a descansar mejor si los guardas cerca de la cama, en la mesita de noche.
Para hacer tus saquitos solo necesitas un poco de lavanda seca, unos retales de tela, hilo y aguja (o una máquina de coser, si tienes). Los tendrás listos en un momento y, además de una increíble fragancia, proporcionarán un toque bonito y decorativo a tu hogar.
Cómo secar la lavanda para los saquitos
Para hacer los saquitos de lavanda puedes comprar lavanda seca (que encontrarás en herboristerías o tiendas especializadas en flores secas) o, todavía más sencillo, puedes secarla tú misma en casa:
- Si tienes lavanda en tu terraza o jardín o sales al campo a pasear, coge un ramito, idealmente justo antes de que se abran los capullos cuando las flores son más aromáticas.
- Ata el ramito de lavanda con una cuerda o hilo y cuélgalo boca abajo en un lugar oscuro, seco y bien ventilado de tu casa.
- Deja que se seque durante unas 3 o 4 semanas y, una vez esté seca, separa con cuidado las flores y ponlas en un recipiente hermético hasta que las puedas poner dentro de los saquitos.
Otra opción un poco más rápida, aunque más delicada, es el secado al sol:
- Coloca los tallos de lavanda encima de una superficie de madera en un lugar en el que le dé la luz del sol directa.
- Déjalo durante una semana, hasta que las flores se vayan soltando. Debes vigilar que no se moje o humedezca porque podría podrirse.
Cómo hacer saquitos de lavanda paso a paso
Una vez que ya tengas la lavanda seca, puedes empezar a hacer los saquitos. Para ello necesitarás retales de ropa. Puedes usar los que te hayan sobrado de otros proyectos de manualidades o comprar pequeños trozos de tejido (mejor de tejidos naturales, de algodón o lino).
Sigue estos pasos para hacer los saquitos de lavanda:
- Corta la tela en una tira de unos 9 centímetros de ancho por unos 18 cm de largo (puedes hacerlo más pequeño si quieres).
- Dobla la tela por la mitad, de modo que te quede un cuadrado de 9 centímetros de lado. Si la tela está decorada solo por un lado, asegúrate de que el lado decorado quede dentro.
- Cose los lados de la bolsita con hilo y aguja.
- Dale la vuelta a la tela, de modo que la parte que has cosido quede dentro y la parte decorada de la tela (si la hay), quede fuera. Puedes planchar las costuras para que queden más planas.
- Si tienes maña y te gusta coser, puedes añadir adornos de encaje o cintas para decorar tus saquitos de lavanda.
- A continuación, rellena los saquitos con la lavanda seca con la ayuda una cucharita. Puedes añadir un poco de arroz (mezclado con la lavanda) para añadir peso a los sacos y absorber la humedad. Rellena los saquitos de modo que quede más o menos un tercio vacío.
- En este punto tienes dos opciones: o bien coser la parte del saquito que quedaba abierta o bien cerrarlos atándolos con una cinta o cordel. Lo mejor es atarlos porque así podrás vaciarlos y reutilizarlos cuando la lavanda seca del interior pierda su aroma.
Si quieres que la fragancia a lavanda sea más intensa puedes añadir unas gotitas de aceite esencial de lavanda a la mezcla o directamente encima de los saquitos.
La lavanda también sirve para repeler insectos, así que te ayudará a mantenlos alejados de tu casa.