Un sueño reparador y profundo es sagrado para todo el mundo. Pero para que puedas relajarte debes prestar atención a la higiene en la cama.
Si no la mantienes limpia, se acumulan bacterias, ácaros y hongos, lo que puede provocar irritación en los ojos, sequedad de garganta o estornudos frecuentes. En tales condiciones, el cuerpo no puede descansar realmente.
1. Deja que tu ropa de cama se airee por la mañana
El primer paso para una mejor higiene en la cama es no hacerla inmediatamente después de levantarte. Sudamos cuando dormimos. Una cama húmeda y cálida es el lugar ideal para que se multipliquen los ácaros.
Para que la humedad pueda escapar, es mejor dejar salir el aire de la cama primero. Así que dobla la manta o el edredón hacia atrás y ocúpate de ti y del desayuno primero. Después, por supuesto, puedes preparar la cama como de costumbre.
Una cama bien aireada es básica también para que haya buen olor en el dormitorio.
2. Cambiar las fundas nórdicas, pero ¿con qué frecuencia?
Por supuesto, una cama limpia requiere ropa de cama limpia. Lo mejor es cambiarla cada una o dos semanas, pero el ritmo al que cambias la ropa de cama depende de tus hábitos de sueño.
Por ejemplo, si sudas mucho o tienes amigos de cuatro patas durmiendo en la cama, deberías cambiar la cama una vez a la semana.
3. Para una mayor higiene en la cama, lava la almohada regularmente
No sólo la ropa de cama debe lavarse periódicamente. La almohada también debería encontrar un lugar en la lavadora de vez en cuando, aproximadamente dos veces al año.
La etiqueta de lavado de la almohada muestra cuál es el ciclo de lavado y la temperatura adecuados.
¿Por qué es importante lavar la almohada? Con el tiempo, el sudor, la saliva, las lágrimas, las escamas de la piel y el pelo se acumulan en la almohada y los ácaros también se sentirán cómodos. Además, el sudor y la saliva pueden producir un olor desagradable.
4. Lavar el edredón
Lo que se aplica a la almohada también sirve para el edredón. Debes lavarlo al menos una vez al año; puedes averiguar cómo hacerlo en la etiqueta de lavado.
Evita el uso de suavizante, especialmente si tienes rellenos de plumas o plumón, porque se apelmazarían. También se recomienda un ciclo de centrifugado de 400 a 800 revoluciones.
5. También debes limpiar el protector del colchón
Es buena idea colocar un protector de colchón para que los fluidos corporales, el pelo y la caspa no lleguen tan rápidamente al colchón. Sin embargo, es fácil olvidarse de lavar el protector. Idealmente, debería hacerse cada cuatro semanas.
6. No te olvides del colchón
La estrella de una cama es el colchón. En consecuencia, no se pueden ni se debe descuidar a la hora de limpiar. Deben limpiarse en seco o húmedo cada dos meses.
Además de limpiarlo, también conviene darle la vuelta de vez en cuando. De esta forma, la humedad se distribuye por toda la superficie y se puede secar mejor y no aparecerán manchas de moho.
Puedes leer aquí más detalles sobre cómo limpiar el colchón.
7. estructura de la cama
La estructura de la cama también debe limpiarse de vez en cuando. Si es de madera o metal, simplemente puedes limpiar el polvo.
Para camas con fundas de tela se puede utilizar una aspiradora y las manchas se pueden quitar con un paño húmedo.
8. guardar la ropa de cama en el armario
Quedarse dormida en una cama recién hecha es una sensación celestial. Sin embargo, si guardas la ropa de cama en el armario durante mucho tiempo, puede oler mal o, incluso, enmohecerse.
El olor a humedad puede deberse a que la ropa todavía estaba húmeda cuando la guardaste en el armario. Para evitarlo, sólo debes sacarla del tendedero cuando la ropa esté realmente seca.
Para evitar el mal olor del armario, es buena idea poner cajas de jabón entre la ropa: el olor suave normalmente logra vencer al otro olor.