Sea para eliminar malos olores o para disfrutar de aromas agradables, los ambientadores en todas sus variedades (perfumes o home mist, velas, inciensos, mikados, sprays…) se venden por millones. Sin embargo, la mayoría son un cóctel de tóxicos y derivados del petróleo asociados a numerosos trastornos de salud.
Los ambientadores contaminan el aire del hogar. Aunque se usen en dosis bajas, si se dispersan cada día y varias veces al día, la exposición es continua. Pero podemos hacer que nuestra casa huela de maravilla sin tener que recurrir a este tipo de ambientadores.
por qué no usar ambientadores químicos
Los ambientadores químicos pueden contener ftalatos y otras sustancias que actúan como disruptores que alteran el equilibrio hormonal y pueden favorecer una variedad de enfermedades.
Benceno, formaldehído, ftalatos, almizcles y aceites sintéticos, toluenos, linalol, y otros compuestos orgánicos volátiles… son algunas de las sustancias que contienen. Su inhalación se asocia a muchas alteraciones y estas se agudizan en personas sensibles, bebés y embarazadas.
- Irritación de ojos, nariz y garganta
- Dolor de cabeza
- Nerviosismo
- Náuseas
- Mareo y fatiga,
- Efectos en el sistema reproductor y otros trastornos.
Según la OCU, que en 2013 analizó 22 ambientadores domésticos, muchos empeoran la calidad del aire. Incluso algunos inciensos y aceites, que emiten más benceno que el tabaco.
8 formas de hacer que tu casa huela de maravilla
Por suerte, existen soluciones más sanas para disfrutar de un aire limpio y de aromas evocadores pero naturales.
1. considera estos trucos para eliminar el mal olor
Podemos tomar medidas muy sencillas para evitar malos olores:
- Tira de bicarbonato. Humedad, humo, amoniacos o desagües en mal estado provocan los olores incómodos que pretendemos enmascarar. Hay que actuar sobre la causa y corregirla cuanto antes sea posible. El bicarbonato es un gran aliado para absorber los malos olores. Podemos ponerlo en un cuenco allí donde se necesite, como la nevera o el baño.
- El truco del cazo con limón. Si el problema es el olor de alimentos fuertes como la coliflor, justo después de cocinarla hierve en un cazo unas rodajas de limón con clavo.
- Ventilar a diario. Abrir ventanas es lo más efectivo para renovar el aire, dispersar malos olores y rebajar la concentración de contaminantes, pues se ha demostrado que el aire en casas y espacios cerrados puede ser peor que el de la calle. Abrir las ventanas 20-30 minutos al día es suficiente.
- Limpia con productos naturales. Si limpiamos con productos naturales ya disfrutamos de "aroma a limpio" sin necesidad de impostarlo. Puedes crear tu propio multiusos mezclando vinagre blanco y agua a partes iguales en un pulverizador. Añádele unas gotas de aceite esencial de árbol de té y otro de tu gusto, como limón o pino. También puedes preparar un producto multisuperficie para eliminar la suciedad (origen de mal olor) y perfumar. Mezcla 4 cucharadas soperas de vinagre de limpieza, 750 ml de agua y 10 gotas de aceite esencial de eucalipto.
- Coloca saquitos de plantas secas en casa. La lavanda, el romero o la menta, entre muchas otras, son excelentes purificadoras del aire y algunas aportan fragancias embriagadoras. Aquí también incluimos los saquitos de plantas secas para armarios.
- Algodones impregnados de aroma. la vez que pasas la aspiradora puedes dejar un aroma fresco y limpio en el aire al pasarla por cada habitación de la casa. Basta colocar en la bolsa unos cuantos algodones impregnados con tu aceite esencial preferido.
2. coloca difusores de aceites esenciales
La primera alternativa natural para consiste en perfumar la casa con aceites esenciales, que además poseen efectos beneficiosos sobre el estado de ánimo y la salud. En una forma de llevar la aromaterapia a tu casa.
Los aceites son ricos en terpenos y otros compuestos volátiles que relajan, ayudan a dormir profundamente o favorecen la concentración. Incluso pueden estimular la inmunidad. Para conseguir los mejores resultados, elige aceites esenciales puros, si es posible obtenidos a partir de plantas de cultivo ecológico, con las propiedades que te interesen.
Contar con un buen difusor de aceites esenciales es la mejor manera de disfrutar de su aroma en cualquier momento y lugar. Son preferibles los que funcionan en frío, con tecnología de ultrasonidos, sin resistencias que apliquen calor y alteren las propiedades del aceite esencial.
Puedes encontrar difusores con agua y sin agua, a pilas y modelos mini que se pueden poner directamente en los enchufes. Pueden vaporizar de manera continuada o intermitente e incorporar luces led y música. Los modelos de cristal y madera son muy estéticos y transforman la atmósfera de cualquier habitación.
Aunque no están tan extendidos como los sintéticos, también se pueden encontrar velas sin parafina, aguas aromáticas o agua de Florida, difusores de aceites esenciales y otros productos exentos de tóxicos para crear ambientes hogareños y sanos. Los puedes encontrar en herbolarios, tiendas ecológicas, de cosmética natural, centros de terapia y similares.
Es un método muy eficaz para disfrutar de los aromas de los aceites esenciales y de aprovechar sus beneficios para la salud. Los hay de varios tipos, pero los más valorados en la actualidad son los ultrasónicos eléctricos, que mediante vapor de agua dispersan el aroma en el ambiente sin calentamiento.
De diseños cada vez más bonitos, son un objeto claramente funcional: como difusor de aromas, para emitir luz cálida, como elemento decorativo y como humidificador, porque el vapor mejora la sequedad del ambiente.
Para elegir el modelo más adecuado para cada casa hay que valorar su capacidad, autonomía, opciones de luz y colores que incorpora, si es programable, tipo de vapor que emite, el tipo de luz, sistema de seguridad para apagarse si no hay agua en depósito, funcionamiento silencioso, si está fabricado en plástico libre de BPA, si dispone de mando a distancia e incluso si permite reproducir música...
Utiliza solo aceites de calidad
Más allá del difusor, conviene elegir solo aceites esenciales de calidad, 100% puros y naturales, preferiblemente quimiotipados y de marcas eco. Existen mezclas ya preparadas con efectos concretos: relajantes, energetizantes, para respirar mejor… También puedes mezclarlos tú mismo. Limón, pino, naranja dulce, bergamota, lavanda, eucalipto, canela, vainilla o ciprés, árbol de té son aromas adecuados para el hogar.
Un aceite para cada efecto
Sabemos que los aromas de los aceites se relacionan con determinados efectos:
- Los aromas cítricos favorecen la apertura, la comunicación, la alegría y las buenas relaciones.
- Los provenientes de oleorresinas fomentan la introspección, estados contemplativos y la meditación.
- Algunos aromas florales inspiran y estimulan la creatividad.
- Los olores frescos mejoran la concentración, el rendimiento y la memoria.
3. echa mano de Inciensos naturales
Aunque se asocia el incienso con algo sagrado e inofensivo, según su calidad puede emitir un humo más o menos tóxico. Los inciensos industriales nada tienen que ver con los artesanos y naturales. Suelen ser barritas neutras que llevan sustancias químicas para lograr una combustión uniforme, además de tintes y aromas artificiales. Pueden contener, por ejemplo, formaldehído, un conservante irritante y potencialmente cancerígeno, y aromas que son disruptores endocrinos.
No obstante, el humo nunca es inocuo e incluso las varitas más naturales emiten partículas finas que irritan los pulmones: no solo hay que elegir buenos inciensos, sino usarlos poco rato y ventilar después. Hay varitas con certificación eco (como ICEA o ECOCERT), e incluso Demeter, de la agricultura biodinámica.
4. recurre al Palo santo
Similar en el uso aromático al incienso, esta madera de un árbol sudamericano (Bursera graveolens) produce al arder un aroma penetrante. Se puede usar, al igual que la salvia, para purificar y limpiar el ambiente, por ejemplo para absorber el olor fuerte de la pintura convencional.
5. usa un Sahumerio o incensario
Este pequeño "botafumeiro" sirve para quemar plantas como salvia, romero, tomillo, bayas de enebro… como se hacía ancestralmente, con un trocito de carbón. Se pasa por la casa con movimientos ondulantes para limpiar y depurar el ambiente. Cada planta aporta sus propiedades. La salvia, muy usada en rituales para purificar el ambiente, favorece claridad mental, alegría y calma.
6. utiliza sprays de Aguas aromáticas
Estos esprais permiten perfumar la casa en un instante. Destaca la popular "agua de Florida", un ambientador refrescante y cítrico; se puede elaborar en casa con alcohol, hidrolato de rosas y aceites esenciales varios o con pieles de naranja y limón, romero, clavos de olor, canela y otros ingredientes naturales.
También puedes preparar un ambientador muy natural hirviendo en 1 litro de agua un limón a rodajas, vainilla y una rama de romero. Una vez frío, cuela y llena el pulverizador.
Prepara tu ambientador mezclando 100 ml de agua destilada, 40 ml de alcohol y 30 gotas de uno o varios aceites esenciales. Elige los que te interesen por sus propiedades:
- Dormir y descansar. Puedes mezclarlos o utilizarlos por separado: lavanda, bergamota, flor de magnolia, melisa y pino suizo.
- Protegerte de los virus. Recurre a los aceites esenciales de canela, clavo de olor, eucalipto, limón, árbol de té, orégano, sándalo y tomillo.
- Mejorar la concentración. El lemongrass, el pomelo, la menta, el romero y la salvia te ayudarán a mejorar la concentración.
- Potenciar la inmunidad. Aprovecha los efectos del bosque llevando su aroma a casa con aceite esencial de alerce, laurel, cedro o abeto siberiano.
7. decora y aromatiza a la vez con los Mikados
Son aromáticos y decorativos a la vez, pero hay que elegirlos libres de tóxicos o bien hacerlos en casa: se sumergen en un frasco de cristal varitas de bambú o palitos de ratán con una mezcla de alcohol y aceite esencial al gusto.
Puedes llenar un pequeño frasco con 60 ml de agua, tres cucharadas de alcohol y 15 gotas del aceite esencial que más te guste. Pon los palitos de bambú y tendrás un difusor que no consume electricidad.
Otra idea para aromatizar un espacio es hervir en una olla agua con pieles de manzana y naranja, 2 clavos de olor y canela durante 3 minutos. Deja la olla en el lugar que quieras ambientar.
8. haz Velas aromáticas
Las velas crean un ambiente cálido y agradable en las estancias, pero no vale cualquier vela. Las de parafina derivada del petróleo con perfumes sintéticos van a contaminar el aire, más que a perfumarlo.
No es lo mismo usar velas de parafina, un subproducto del petróleo, que usar velas naturales. Las primeras, con perfumes sintéticos que emiten contaminantes, se consumen muy rápido, se desperdicia el final, emiten un humo que mancha y pueden tener la mecha de plomo.
Tanto las velas de soja de producción sostenible o aceites vegetales como las velas de cera de abeja tienen muchas ventajas: no solo duran más, no se desperdicia producto y no manchan, sino que sus mechas pueden ser de algodón o de cáñamo y desprenden aceites esenciales puros que crean un ambiente saludable sin emitir tóxicos al aire. Las velas vegetales, además, tienen un punto de fusión menor, por lo que se reduce el riesgo de quemaduras.
Incluso puedes preparar tus propias velas de aromaterapia añadiendo aceites esenciales puros a la cera de soja, que los liberará lentamente en el aire. Encontrarás cera de soja para velas en tiendas especializadas.