Por muy bien que cocines y por mucho cuidado que tengas, en la cocina siempre se producen pequeños imprevistos desastrosos, como que se derrame el contenido de la olla por toda la vitrocerámica.
El resultado suelen ser manchas antiestéticas, restos quemados y muy pegados que no se pueden eliminar simplemente con agua. Recuerda que nunca puedes usar esponjas de metal o estropajos duros porque pueden rayar la superficie.
Limpia la vitrocerámica de forma rápida y sencilla
Si hay manchas negras en la vitrocerámica de la cocina que no hay manera de quitar con la esponja y el agua o los productos detergentes específicos para las vitrocerámicas, existen maneras de eliminarlas que no requieren el uso de productos químicos caros, contaminantes y potencialmente perjudiciales para la salud de las personas.
Existe un remedio simple que casi todo el mundo tiene en su cocina y que te puede ser de inestimable ayuda. Estamos hablando del zumo de limón. Para que tu placa vitrocerámica vuelva a estar realmente perfecta limpia y brillante, basta con poner un poco de zumo de limón en un paño de microfibra.
Cómo limpiar la vitro con zumo de limón
Puedes limpiar la vitrocerámica como lo haces normalmente y al mismo tiempo empapar la punta de del paño de microfibra en el zumo de limón para insistir en las manchas.
Si las manchas son muy rebeldes porque han acabado secándose, puedes verter el zumo directamente sobre la mancha y dejar que actúe durante 15-30 minutos. Luego limpia con el paño y un poco de agua tibia.
Puedes utilizar una rasqueta de plástico o bambú específica para vitrocerámicas para insistir sobre la mancha.
Otros usos del zumo de limón en el hogar
El zumo de limón se puede utilizar de muchas maneras en el hogar, no sólo para limpiar la vitrocerámica.
El zumo actúa como un auténtico descalcificador natural y, por lo tanto, puede utilizarse para limpiar las manchas blancas en hervidores y en cafeteras.
El jugo de limón también puede hacer maravillas en el baño y ser igualmente muy eficaz a la hora de eliminar la suciedad de la bañera.
Otros remedios para las incrustaciones rebeldes
Puedes probar otras formas de eliminar las incrustaciones que son muy rebeldes:
Con agua y bicarbonato
Elabora tu mismo una pasta con agua y bicarbonato de sodio. Solo tienes que mezclar ambos ingredientes para formar una especie de pasta semiespesa que tienes que aplicar sobre todas las zonas afectadas por la incrustación y dejarla actuar durante media hora. Al final, enjuágalo todo con agua y volverá a estar limpio.
Con bicarbonato y vinagre
También puedes combinar el bicarbonato con vinagre blanco.
- Espolvorea una capa de bicarbonato de sodio sobre la mancha.
- Rocía vinagre blanco sobre el bicarbonato de sodio. Verás que se produce una reacción efervescente. Deja que la mezcla actúe durante unos 10-15 minutos.
- Frota suavemente con una esponja no abrasiva o un paño.
- Limpia la superficie con un paño húmedo para eliminar cualquier residuo y seca.
Con pasta de dientes
Utiliza una pasta de dientes tipo crema, no gel.
- Aplica una pequeña cantidad directamente sobre la mancha.
- Extiéndela con un paño suave o una esponja.
- Deja actuar durante 10 minutos.
- Frota suavemente con un paño o una esponja no abrasiva.
- Enjuaga con un paño de microfibra húmedo y seca.
Consejos para mantener en buen estado la vitrocerámica
- Utiliza sartenes y ollas con fondo plano y liso: Asegúrate de que los utensilios de cocina (ollas, sartenes) tengan una base plana y lisa. Esto garantiza un contacto adecuado y una distribución uniforme del calor.
- Evita el uso de utensilios de aluminio o cobre: Estos materiales pueden dejar marcas que son difíciles de eliminar.
- Ten cuidado al mover los utensilios: Levanta los utensilios en lugar de arrastrarlos sobre la vitrocerámica para evitar rayaduras.
- Evita derrames: Al hervir, los líquidos pueden derramarse y ensuciar la vitrocerámica. Apaga la vitrocerámica y limpia cuanto antes el derrame para evitar las incrustaciones.
- Evita colocar objetos pesados: No coloques objetos muy pesados sobre la vitrocerámica para evitar grietas o daños estructurales.
- Te cuidado con los cambios de temperatura: No coloques utensilios fríos sobre la vitrocerámica caliente, ni al revés, ya que esto podría producir grietas.
- Deja que la vitro se enfríe completamente antes de limpiarla. Esto no solo previene quemaduras, sino también evita que los productos de limpieza se evaporen demasiado rápido.
- Sigue las instrucciones del fabricante: Consulta el manual para conocer recomendaciones específicas de limpieza y mantenimiento.
- Usa un protector de vitrocerámica: Considera el uso de protectores que se colocan sobre la vitrocerámica cuando no está en uso para evitar los golpes accidentales.